Partida Rol por web

Desenfundo la lanza para parar los golpes que la señora podría intentar dar a Mortimer. A continuación me pongo entre ambos, haciendo de escudo.

-Señora, puede que el caballero tenga unas pintas de lo más... Curiosas. Pero no ha hecho nada por lo que deba darle con el bastón. En todo caso debería usarlo contra él- Señale con un gesto de cabeza al estafador. -Puede que sea... Lo que sea para usted. Pero sin duda es un mal tipo que se dedica a estafar todo lo que puede. Además...- Lo que estoy a punto de soltar bien puede ser un mentirusco gordo atao con piedra, pero si cuela, nos libaría de esos dos. -Seguro que se dedica a tontear con jovenzuelas para engatusarlas y que piquen en sus timos-

Bloqueas los bastonazos que Blasa iba a darle a Mortimer, y la señora te mira mal cuando le hablas, hasta que mencionas lo último. La señora, al escuchar aquello, se gira como un resorte hacia el mercader, quien empieza a tener sudores fríos.

 Blasa, querida... lo que dice no es verdad. Yo no...

¡Bam! Blasa clava el bastón en el suelo, resquebrajándolo.

 Tú y yo vamos a tener una charla muy seria, mangurrián.

Por un momento has sentido pavor ante la presencia de esta señora, te ha vuelto a recordar a cuando Palax se enfadaba bastante. El mercader os mira con los ojos llorosos.

 Por favor... ayudadme y os regalo el café.

 Ni hablar, no quiero café élfico ensuciado con ese vulgar café con el que has emzclado.

 ¡Tengo un saco sin mezclar todavía! ¡OS LO SUPLICO!

Me llevo la palma de la mano a la cara. ¿Por qué pasa esto? Le azuzo a la vieja y ahora tengo que salvarle le culo si quiero el puñetero café... 

-Primero el café- Respondo de forma tajante. -Eres un estafador después de todo. No me fiaré de tu palabra hasta que el Señor Mortimer verifique su autenticidad-

 ¡Como sea, pero ayudadme!

Apenas el mercader os señala el saco y Blasa se abalanza sobre él, bastón en mano. El mercader, aterrado, empieza a huir de ella y no tardáis en perderle de vista. Mortimer pasa bastante de él, centrándose en el saco con granos de café.

 Hmmmm... sí, decía la verdad, estos granos están impolutos. Me pregunto cómo los habrá conseguido, me vendría bien volver a disponer de suministros pero no a cualquier precio. Como sea, ¿regresamos a mi cafetería? Dudo mucho que pueda usted hacer algo por él.

Contemplo como el estafador huye con el rabo entre las piernas con cierta lástima.Mantengo la mirada en esa dirección mientras Mortimer habla, contento y sorprendido por el contenido del saco. -Si... Vamos...- Digo arrastrando un poco las palabras. Solo espero que mi jubilación no me depare nada por el estilo. Un Arcturus huyendo de una abuela con bastón es impropio e indigno

Mientras regresáis a la cafetería Mortimer siente ganas de hablar.

 Por cierto, yo no os he visto nunca por mi cafetería, pero por algún motivo me resultáis familiar... ¿por un casual sois aficionado al café?

Vuelvo con Mortimer a la cafetería, en silencio, pero el tipo tiene ganas de hablar.

-No especialmente- Contesto con desinterés. -Y tampoco he venido mucho por Darentar a lo largo de mi vida... Puede que hayáis conocido a algún familiar mio. O tal vez sea sólo una sensación. ¿Te suena el apellido Arcturus?- 

 ¿Arcturus? ¡Claro que me suena! El patriarca de esa familia y su esposa son clientes habituales de mi cafetería. Claro, ahora que me doy cuenta os parecéis a Russell... ¿por casualidad no seréis uno de sus hijos? - junta las manos encantado - ¡Qué agradable sorpresa! ¿Quién de ellos sois: Basil, Bastian o Athan? Porque es obvio que no podéis ser Vania, pues ya conozco a esa encantadora joven prodigio.

-Con que habituales... Eso explica por qué casi siempre están de viaje- Respondo. Y yo creyendo que eran viajes importantes de negocios...

Mortimer repasa mi nombre y los de mis hermanos. -No. Está claro que no soy Vania- Comento con cierto humor en primer lugar. -Athan Arcturus, tercer... Cuarto hijo de Russell Arcturus- Con la llegada de Danika, había caído un puesto. -Por cierto, puedes tutearme. Nunca me ha gustado el trato de usted-

Mortimer sonríe ante tu broma, adoptando una actitud más amistosa todavía.

 Así que Athan, ¿eh? Maravilloso, entonces eres el más confiable de los hijos varones, eso según las palabras de tu padre cuando hablaba sobre ti. Me presento de nuevo, soy Mortimer, un noble, empresario y compañero de engocios de tu padre, además de ser un reputado sibarita de café. Es un placer conocerte, Athan. La verdad es que tu padre, cuando no viene a tomar algo o a visitarme, cierra negocios en mi cafetería pues mi local es ideal para tener ese tipo de conversaciones en un ambiente distendido y relajado mientras se toman un buen café o té élficos. Y la verdad es que me viene bien, eso suele acabar con nuevos clientes visitando mi negocio con regularidad. Pero claro, muy lejos no voy a llegar si no hay suministro regular de té o café élficos, jojojo - se ríe tapándose la cara con la mano - Por cierto, ya que me permites tutearte, me gustaría pedirte un favor. Si por un casual te dirigieras hacia Pelidia, ¿podrías llevarle un paquete a Milene, la maestra del gremio? Sé por tu padre que estás ahora en ese gremio de aventureros, y ella resulta ser una vieja amiga a la que hace tiempo que no puedo visitar. Y la verdad, no me fío de usar mensajeros para enviar esos paquetes, suelen terminar golpeados o devorados, y los dulces que le quiero enviar son delicados y deliciosos. Obviamente te daré una gratificación económica por adelantado por las molestias.

Me rasco la cabeza, entre sorprendido y contento al escuchar por boca de Mortimer la alta estima en la que me tiene mi padre. El más confiable de todos sus hijos... Aunque por otro lado, no es de sorprenderse. Entre el uno y el otro... Al menos sería la opción menos mala.

Por otro lado, me habla de como mi padre, además de entre otras cosas, usa su establecimiento para cerrar tratos. Asiento con la cabeza como respuesta, con una expresión de comprender esos motivos. A continuación, aprovecha para pedirme un favor.

Llevar chuches a la maestra... Una tarea de gran importancia que bien podría granjearme su favor y una promoción a rango S... -No te preocupes por la gratificación- Contesto. -Voy allí igualmente. Lo mismo me da llevar los dulces. Además de que ese mero hecho puede beneficiarme de por sí. Además, si Padre se entera de que me he dejado pagar por hacer favor a un colega suyo me deshereda- 

 Creo que te regañaría más si rechazases cualquier gesto de gratitud de un colega suyo. Al menos pide algo en mi cafetería, invita la casa.

Regresasteis a la cafetería y allí te sirven lo que le pidas. Mortimer te entrega el paquete que quieres que entregues a Milene y un termo con café élfico recién hecho para el conductor.

En cuanto regresas a los establos y le entregas el café, el conductor parece sorprendido.

Conductor: Caramba, no esperaba que consiguieras el café élfico - abre el termo y lo huele - Oh, sí, es ese delicioso café... Vamos, subid, llegaremos en un periquete a Pelidia. Y agarraos fuerte, pues soy el más rápido del reino y no me gustaría que os cayerais al arrancar.

Crees que exagera cuando lo dice pero en cuanto estáis arriba y el hombre azuza a su caballo sentís un violento tirón. ¡Va a una velocidad endiablada!