Partida Rol por web

Llevas al menos 5 años residiendo en Ojo de Leviatán. Parece tan lejano ese día en el que Dorian Fable, un viejo noble del Reino del Agua, decidiera contratarte después de que le salvaras de un grupo de bandidos en un sendero del Reino del Aire, cerca de la frontera con el de la Luz.

Desde que te fuiste con él has cumplido a rajatabla con tu trabajo, pese a que apenas hay peligros para él en la capital del Reino del Agua. Además Lord Fable siempre te ha tratado bien, procurando que todas tus necesidades básicas estuvieran bien cubiertas. Está siendo una buena vida, trabajando para un noble bondadoso y generoso.

En cambio hay cosas de Ojo de Leviatán que no te gustan nada. Esa dichosa ley del servilismo no es más que otra forma de esclavitud. Aquel que no pueda pagar sus deudas tendrá que pagárselo sirviendo a un noble hasta que éste considere que ha pagado su deuda. ¡Ja! Entre que los nobles nunca están satisfechos y no quieren quedarse sin sus criados baratos, y que los precios de la mayoría de los productos se han disparado de precio crea una situación en la que cada vez más ciudadanos de la isla acaban esclavizados por los nobles.

Lord Fable siempre se ha mostrado contrario a esa ley, pero siempre que puede se encarga de adquirir algún siervo para darle un trabajo digno y un sueldo y posteriormente liberarle cuando su situación sea más llevadera... pero a causa de eso su fortuna ha ido menguando considerablemente. Últimamente no hace más que lamentar que dentro de poco no va a poder pagarte y que va a tener que prescindir de tus servicios.

Una mañana acompañas a Lord Fable y una de sus criadas para hacer la compra. Como es habitual, la gente te mira con recelo. Normal, no hay muchos drow en la ciudad. A diferencia de otro día, escuchaste algo distinto que te llamó la atención.

Hombre: Asco de drows, no hago más que verlos por todas partes... hace una semana vi a uno, de pelo largo y armado hasta los dientes, acompañado por un elfo. Al parecer, aventureros de un gremio de Pelidia.

Aquel hombre desagradable parece fornido, y por las vestimentas parece que trabaja en los muelles.

Otro hombre: ¿De Pelidia? ¿Habrán venido con Lord Celdric?

Lord Celdric, ese nombre te suena y mucho. Un legendario y veterano héroe que, con su compañía, ayudó a escapar a una Mizzdrith y a los hijos de Yanira Varith la anterior emperatriz.

Hombre: Lo ignoro... - te mira de reojo y escupe al suelo - Todos los drow deberían morir, sobran en nuestra ciudad.

???: Los que sobran en la ciudad son los racistas como tú. Parece mentira que aún haya gente que sea incapaz de ver más allá de sus prejuicios - la voz, calmada, procede de un reptiliano con indumentarias de monje.

Hombre: Lo que me faltaba, un lagarto dándome lecciones de moralidad. Cierra la boca, maldita escoria.

Otro hombre: Oye, tío... te estás pasando.

Hombre: ¡Ah, tú también estás de su parte! ¿No te das cuenta de que están invadiendo nuestro país?

El reptiliano no dice nada, se mantiene en pie mirando fijamente a aquel hombre, calmado. El tipo, enrabietado, le agarra del cuello amenazante.

Hombre: ¿Y te quedas tan ancho? ¿Pues sabes qué? ¡Te voy a partir la cara!

Lord Fable: ¡Santo cielo, le va a agredir! ¡Loreth, por favor, haga algo! - te pide tu jefe.

La situación parece que está a punto de estallar. Lo extraño es que el reptiliano parece tranquilo.

Aquellos 5 años habían pasado volando, Tal vez la comodidad ofrecida por Lord Fable a cambio de sus servicios hacía que se encontrara extrañamente bien. Acostumbrada a vivir en el cuartel con cientos de hombres y a la tradicional traición y a las peleas de poder en Droth Kazzir, aquella sensación de peligro constante en cualquier esquina hacía que se mantuviera alerta constantemente, un sentimiento ya perdido con los años en la superficie.

Desde que Rescató a Lord Fable, su vida en la superficie fue mucho mas fácil, el tiempo que se pasó vagando por el mundo sola, sin saber el idioma ni las costumbres de los humanos, la repulsión que estos sentían hacia su raza por la fama de los drow (bien merecida) hacia que no fuera bien recibida en la mayoría de los lugares, por lo que sobrevivía a duras penas refugiándose en cuevas vacías o luchando con los animales que vivían en ellas y con lo que podía coger de los cadáveres de los bandidos que abatía por el camino. Tal vez, estuviera sola y hambrienta, pero nunca toleró a los criminales y nunca lo tolerará.

Gracias a eso conoció a Lord Fable, uno de los pocos humanos amables con ella, y aunque al principio no le entendía apenas, comprendió que si protegía a aquel hombre, podría aspirar a buscar a gente que le ayudara a devolver la ciudad oscura a la familia Varith, así que le acompañó a ojo de Leviatán como su guardaespaldas. 

Durante esos años, este le enseño el idioma y costumbres de los humanos y la estúpida ley de Servilismo que convertía a los menos favorecidos en esclavos de los nobles, que como su señor, detestaba.

Aquella mañana no era ni por asomo especial, se dio un buen baño, se vistió y desayuno junto a su señor, antes de salir a atender los negocios. Aunque iba con la capucha de su capa puesta, su piel y sus ojos eran un claro ejemplo de su herencia y mucha gente se apartaba de su camino o cuchicheaban, hasta que llegó a aquel hombre, al principio, le ignoro por costumbre, pero al escuchar el nombre de Lord Cedric, le prestó atención. -Si Lord Cedric está aquí.... tal vez los hijos de Lady Yanira estén vivos... neces.. Sus pensamientos se cortan al escuchar la voz de Lord Fable. -Por supuesto Mi Lord. Con gracilidad y velocidad, se pone entre aquel hombre y el reptiliano y con su voz fuerte y decisa dice. - Si quieres matar a todos los drows, puedes intentar empezar por mi o pedirnos disculpas a mi y al reptiliano. Mientras posa una mano en la empuñadura de su mandoble en la espalda. -Y te advierto, que solo te voy a dar una posibilidad para que te disculpes. Se queda preparada por si acaso, para golpear a ese hombre con el pomo de su arma

El tipo se gira amenazante hacia ti, pero un segundo después acabó en el suelo, inmovilizado por el reptiliano con una habilidosa llave.

Hombre: ¡Agh! ¡Suéltame, maldito lagarto!

 No hasta que no se calme y deje de amenazarnos - la calma del reptiliano es sorprendente. Tenías entendido que su especie era muy temperamental, pero éste en concreto es como un témpano.

Hombre: ¡Ni hablar! Cobarde, me sorprendiste por la espalda... si me atacases de frente te machacaría.

El reptiliano le suelta y se aparta un par de pasos. Entonces te dedica una mirada.

 Le pido que no intervenga, yo solucionaré esto - se dirige al tipo - Soy Seth Ironclaw, monje de la Orden de la Garra Ardiente y miembro del gremio Pluma de Fénix. Acepto su desafío con una condición: si salgo victorioso retirará todo lo que ha soltado y pedirá disculpas a la señorita y a mí.

Puedes ver en los ojos de Seth que se trata de un luchador experimentado, con absoluta seguridad en sí mismo.

Hombre: Bah, aburrido... prefiero pelear con la sucia drow - afirma haciendo crujir sus nudillos.

Seth se gira esperando tu reacción.

Al ver la velocidad y la calma con la que actúa el reptiliano se sorprende un poco. -Es bueno...

Le llamas cobarde y prefieres luchar contra una mujer? Se le escapa una carcajada seca. -Esta bien, yo pelearé contra ti, hace mucho que no peleo a manos desnudas. Se cruje también los nudillos. -Prometo no hacerte demasiado daño, y en el momento que quieras que pare, solo tienes que pedirnos disculpas y te dejaré ir en paz con tu amigo. Flexiona un poco las rodillas y se pone en posición de boxeo. -Cuando quieras humano. Sus ojos se clavan en los de su adversario esperando su primer movimiento

Tipo: Jejeje. Di lo que quieras, sucia drow. Vas a lamentar haber pisado esta isla durante tanto tiempo...

El hombre se abalanza intentando golpearte, pero sus movimientos son tan torpes que los esquivas con suma facilidad pese a que llevas la cota de mallas.

Tipo: ¡Arg, deja de moverte para que te golpee!

El golpe que le lanza aquel hombre apenas es peligroso, y se agacha un poco para esquivarlo. -Deberías de aprender a pelear antes de meterte con la gente! De la que se incorpora suelta un rápido golpe a sus costillas y con la otra mano lanza un potente directo a la mandíbula. -Estas seguro de que no quieres rendirte?

La pelea al final no tiene mucha historia. Tras el golpe en las costilla le plantas un gancho en la mandíbula propia de boxeadores profesionales, derribando a aquel desagradable tipo. Victoria por KO, como dirían.

El tipo intenta incorporarse, pero está aturdido y le cuesta.

Tipo: Arg... vale, sabes pelear. Retiro lo dicho y... pido perdón por mis palabras.

Lord Fable suspira aliviado ya que ve que todo ha acabado.

Lord Fable: Menos mal que todo ha acabado... ¡uf, se me aceleró el corazón y todo, jojojojo!

El reptiliano se mantiene impasible ante la escena, aunque parece satisfecho por el resultado y se dispone a marcharse en silencio.

Os encontráis bien Milord? no deberías de preocuparos por mi, sabéis que no podía haber hecho nada contra mi, y menos contra el. Señala al reptiliano. -Por cierto... se acerca a este cuando nota que se va a marchar. -Perdón, me ha dicho su nombre y yo no le he dicho el mio, Soy Loreth Hojaoscura de la casa de Kerth, antigua protectora de la Emperatriz Varith, de Dorth Kazzir, y ahora Guardaespaldas de Lord Fable, uno de los pocos nobles honrados de esta ciudad. Hace una reverencia tosca, mas con aire militar que nobiliario.

Lord Fable: ¡Jojojojo! A veces olvido que eres realmente dura, mi estimada Loreth - ríe alegremente, pero sabes perfectamente que por dentro está triste. Una de sus criadas te contó que está vendiendo sus obras de arte para poder seguir pagándoos y daros comodidades.

 Es un honor para mí. Puedo ver que el señor es un buen hombre - hace una reverencia propia de un artista marcial - Será mejor que regrese con mi gremio, no quiero acabar causando otro revuelo.

Observa al reptiliano irse, cada vez mas sorprendida por su comportamiento, su fuera normal, probablemente hubiera matado a ese hombre en un abrir y cerrar de ojos, pero su autocontrol es mas que admirable.

Volvió junto a Lord Fable posandole una mano en el hombro. -Mi señor, sabéis que mas que mi sustento sois mi amigo, me habéis ayudado de una forma que ni me imaginaba que un humano me podría ofrecer jamás. Le mira entristecida. -Se por los apuros que estáis pasando y porque los estáis pasando y demostráis ser una persona magnifica.... y si me ayudáis en encontrar a Lord Cedric, tal vez pueda devolveros ese favor con creces, necesito encontrarle para saber que fue de mis anteriores amos, y si siguen vivos, intentaré por todos los medios que os ayuden en vuestra situación y en la de los pobres de esta ciudad...

Lord Fable niega con la cabeza.

Lord Fable: No te preocupes por esas cosas, mi buena Loreth. Estaremos bien. Si quieres ver a Lord Celdric, lo mejor que puedes hacer es ir tras ese curioso monje reptiliano. Dice ser del gremio Pluma de Fénix, y Lord Celdric perteneció a ese gremio por lo que sé. ¡Vamos, no dudes!

Seth está al fondo de la calle, a punto de perderse entre la multitud.

Lord Cedric era miembro de la pluma del Fenix? Mira a Lord Fable incrédula. -Le le encontraré y de verdad os lo digo, os pagaré todo lo que habéis hecho por mi, os buscaré mas tarde, os lo prometo. Se despide con un abrazo y sale corriendo detrás del reptiliano. -Ironclaw, esperadme, necesito ir con vos!

Lord Fable: Cuídate Loreth - se despide el noble mientras vas tras Seth, quien se detiene en cuanto te escucha y te espera hasta que le alcanzas.

El monje te mira de reojo y esboza una sonrisa.

 Llámame Seth.

El monje no pregunta por tus motivos y se limita a guiarte por la ciudad, rumbo a la sede del gremio Diente de Hidra.