Partida Rol por web

Te acercas para comprobarlo mejor, y es una portezuela. Tiene una ranura para poner un candado pero no la tiene puesta.

 Ah, eso. Creo que es allí donde el coronel oculta sus cosas más valiosas. Seguro que allí tiene escondido el porno, fufufufu... - esboza una sonrisa picarona.

Definitivamente esa portezuela se puede abrir. Te dispones a abrirlo cuando escuchas a alguien carraspear detrás de vosotros. Sientes una presencia enorme. Os giráis lentamente para ver al teniendo Van Bronston.

 ¡No deberíais estar aquí! ¡Tú! - te mira a ti - ¡Eres un civil! ¡Y tú! - mira a Irvine - ¡Estás herido! ¡Deberías estar descansando!

 ¡Lo siento mucho teniente! ¡LO SIENTO DE VERAS!

A punto estaban de abrir la puerta cuando un escalofrío como nunca antes había sentido recorrió su espalda. Detrás de ellos se encontraba la enorme, imponenete y esculturalmente musculada figura de Van Bronston. Se habían metido en un lío.

-Discúlpenos, Señor. Tan solo queremos ayudar- Respondió de inmediato. -No acabamos de creer que el coronel haya muerto y queríamos buscar cualquier pista que lo demuestre-

 Puedo entenderlo, pero esta investigación no es cosa vuestra y podríais buscaros problema - resopla por la nariz - Por favor, retírense y déjenmelo todo a mí, yo me encargaré de hacer todas las averiguaciones.

 Es suficiente, teniente. Estos dos me han descubierto - se abre la portezuela y por ella se asoma el coronel Valentine. El interior es más amplio de lo que esperabas. ¡Es una sala secreta, totalmente acondicionada! - Sí, habéis sido muy perspicaces, enhorabuena. Como premio vamos a tener que reteneros durante unos días, pues no quiero que me arruinéis la "Operación Caza Zivalia". Frederick, llévalos a la casa de Marvin y que sufran un rato de su conversación monotemática mientras se reúne todo el equipo.

 Espera... ¿la teniente Headshot sabe esto? Allí la vi muy afectada.

 De pequeña hice interpretación - os sorprende la teniente, con su expresión seria y serena.

 Va, fuera. Tengo que disfrazarme, nos veremos en la casa de Marvin. Karen, llévalos allí mientras que Frederick me ayuda a pasar desapercibido.

Su corazonada había resultado ser cierta. Sin embargo, no había sido buena idea investigar, pues pusieron en riesgo una operación secreta, o eso decía el coronel. Sin tiempo para replicar, y sin ganas de querer hacerlo. Se resignó a ir a casa del tal "Marvin". No podría ser peor que una celda. Y al menos estaría con Irvine, su compañero de fatigas. Eso si, no podía evitar el pensar como Friederick podía ayudar a pasar desapercibido. Ese hombre era como poner una montaña en medio de la ciudad.

Seguís a Karen afuera, pasando entre las tiendas donde atienden a los heridos. Segundos después irrumpe Frederick con un hombre uniformado de cabello rubio entre sus hombros. Se trata de Ted, otro de los hombres de la unidad de Altris, quien tiene la cara roja como si tuviera sangre.

 ¡Es terrible, he encontrado un niño malherido disfrazado con el uniforme! ¡Está malherido!

 ¿A quién llamas niño, gigante sobrehormonado? ¿Acaso quieres morir? - replica éste, molesto.

Ambos están dando un espectáculo muy llamativo, perfecto para que el coronel pueda escabullirse discretamente disfrazado de civil.

Sin más incidentes avanzáis por la ciudad un buen rato, hasta llegar a una casa de 2 plantas. Karen se acerca a la puerta y llama tocando una campanilla que hay fuera.

???: ¡Voy, un momento! - suena la voz de una mujer, que abre la puerta. Se trata de una mujer hermosa, incluso para la barriga que tiene. Calculas que está de 5 o 6 meses de embarazo - ¡Oh, pero si es la teniente Headshot! E Irvine, y un amigo suyo, supongo. Por favor, pasad. Mi marido no tardará en volver, tiene mucho trabajo ahora mismo.

 Oh... gracias, Nadia.

Pasáis al interior de la vivienda, que no está nada mal a pesar de carecer de lujos. Desde el salón puedes ver el despacho de Marvin, muy organizado.

 ¿Desean que os sirva algo? Tengo té, café, infusiones, o incluso podría hacer zumo.

 Espera, no es necesario que te esfuerces. Puedo encargarme yo si es necesario.

Para nada, no es problema. Aprovecho que mi marido no está para poder moverme, ya que es algo sobreprotector - te dedica una sonrisa amable - ¿Qué quieres tomar?

Tras el espectáculo que dieron esos dos, y andar un rato por la ciudad, llegaron a la casa de Marvin. Una casa sencilla, pero acogedora. 

La esposa del ausente anfitrión era muy amable. Jendry rechazó educadamente lo ofrecido por la señora. No quería resultar una molestia, sobre todo, cuando por su curiosidad había acabado todo así. Se limitó a sentarse en una silla en silencio esperando a ver como se desarrollaban los acontecimientos.

Se abre la puerta por la que entra un hombre de cabello negro y lentes, uniformado con el atuendo de la guardia con sus galones. Como mínimo debe ser un oficial. El hombre saluda levantando el brazo de forma exagerada y mostrándose muy desenfadado.

El hombre va a decir algo pero ve a su mujer sirviendo té a Irvine. Rápidamente se acerca a ella preocupado, casi atacado.

 ¿Pero qué haces, Nadia? Tienes que guardar reposo, cariño.

 Estoy harta de descansar, cariño. Además - mira seria detrás de él, donde lo que antes era una entrada ordenada y limpia ahora es un puñetero desastre - Cada vez que pisas la casa esto se convierte en un caos. El día menos pensado vuelvo a tener un elefante instalado en la cocina*.

El hombre mira hacia atrás y esboza una sonrisa nerviosa.

 Ups... tranquila, ya me encargo yo de arreglar el desaguisado, cielo.

 No. Haremos lo siguiente: tú céntrate en tu trabajo y yo me ocuparé de la casa. Sé cuándo he de parar, no será como la operación "Pájaro Loco".

 Tampoco fue tan malo aquello, ahí fue cómo me enamoré perdidamente de una atractiva espía.

La mujer esboza una sonrisa y besa a su marido. Marvin se acerca a vosotros.

 Perdonad esta escenita, pero... ¡es que mi esposa es la mujer más maravillosa del mundo! ¡Y me va a hacer padre! - expresa con cara de bobalicón.

 Ay, dioses, ya empieza - se lamenta Irvine entornando los ojos.

 Comandante, ¿no deberíamos ir a un lugar más discreto a esperar a los demás?

 ¡Ah, casi lo olvido! ¡El capitán Altris y los demás os esperan en el sótano! Luego bajaré allí unos aperitivos.

 ¡Gracias cielo, eres la mejor! No te esfuerces demasiado, ¿vale? - os mira serio - Vamos, al sótano.

Bajáis por las escaleras al sótano, donde os espera Altris y un par de hombre más. El capitán está comiendo unas patatas fritas con cara de aburrimiento.

La mujer, semielfa, lleva el uniforme algo desabrochado mostrando escote. Es muy atractiva. Al veros llegar se mueve un poco en el sofá donde estaba sentada creando hueco, te mira de forma provocativa y te indica con la mano que te sientes a su lado.

 Oye, Hanna, ni se te ocurra follártelo aquí y ahora. Espera a que acabemos la reunión.

 No se preocupe capitán, me conformaré con divertirme un rato con él... - se relame los labios.

La habilidad de Marvin para liarla parda debía de estar a la altura de la de Anko. A su paso, todo orden se convertía en caos. Tras la conversación, primero hilarante y luego algo romántica, se dirigieron hacia el sótano, donde se encontraba el capitán Altris.

En el sótano, además de él, se hallaban un par de soldados más; un tipo con cara de peligroso y una semielfa bastante provocativa, que le invitaba a sentarse en el sofá junto a ella

El capitán daba más miedo en persona, si es que era posible, y hablaba más basto que un albañil de pueblo. A punto estaba de sentarse en el sofá cuando soltó su comentario. Entonces, decidió quedarse de pie. Ya había tenido ración suficiente de mujeres calenturientas ese día. Así pues, se apoyó en dicho sofá y esperó a que empezara la charla informativa.

 Oh... ¿no quieres sentarte a mi lado? Qué pena. Iiiirviiine... ven aquí, gatito - le guiña un ojo al felino a quien le recorre un escalofrío.

 No, gracias. Sé que en cuanto me siente me asaltarás, y cuando se lo explique a Anko me mata.

 Déjalo tranquilo, Hanna. Es obvio que quiere entrenamiento conmigo.

Irvine se pone pálido y niega rápidamente con la cabeza.

Bajan más personas por las escaleras. Reconoces a Ted y a Frederick, además del coronel disfrazado y del propio Marvin.

 ¿Ya estamos todos reunidos? - observa a los presentes - Bien, primero tenemos que tratar el problema. Vosotros dos no teníais que estar al tanto de que mi muerte era fingida.

Se refiere a Irvine y a ti.

 La responsabilidad es mía, coronel. En cuanto los perdí de vista se colaron en el edificio.

 No hay problema, liquidamos al foráneo, callamos a Irvine y fuera cabos sueltos.

 ¿En serio tienes que ser tan bruto, Altris? No, liquidarlo no es una opción - te mira - Pero tampoco podemos dejar que te vayas, no por ahora.

Cuanto más descubría sobre el ejercito, menos seguro veía el reino. Más que un ejercito parecían una banda callejera. Pero tenían su gracia. Y al menos trataban los asuntos con la seriedad suficiente. Seguía sintiéndose mal por haberse metido, a el mismo y a Irvine en ese embrollo. Pero ya no se podía deshacer. Al menos Irvine no se sentiría mal por la "muerte" del coronel. 

-No es culpa suya, teniente. Al fin y al cabo, estoy entrenado para infiltraciones y ocultación- Le caía bien, no quería que le salpicaran sus acciones. -Se que me he metido donde no me llamaban. Estoy dispuesto a asumir la consecuencias- Miró un poco de reojo a Altris. -Siempre y cuando no sean matarme- Tragó saliva, pensando que decir a continuación. -Podría ayudar, si queréis. No tengo relación con el ejercito, lo que podría permitirme opciones que a otros no. Además de diferentes hablidades de ocultación y sigilo, como he dicho- 

Raymond esboza una sonrisa zorruna.

 Es curioso, yo estaba pensando en hacerte trabajar. Estoy al tanto de tu pasado y los únicos que tengo para las tareas de espionaje es a la teniente Headshot y al propio Irvine, pero sospecho que tú eres mejor que ellos. Además, tu no-vinculación con el ejército nos daría una ventaja insospechada. Tengo una misión para ti, y te acompañarán Hanna e Irvine. Vais a ir al Barrio Rojo.

 ¿El Barrio Rojo? - se ruboriza - ¿No es allí donde están los prostíbulos clandestinos? Espero que no me pida que me relacione con alguna prostituta.

 Para nada, Irvine - esboza una sonrisa maquiavélica - Tú irás disfrazado de mujer.

Tal y como sospechaba, el coronel tendría cierto interés en las habilidades de Jendry. Y además, de que sería el mejor espía de ese sótano. 

No tenía ni idea de que había un barrio rojo con prostíbulos clandestinos, aunque no le sorprendió saberlo. En cuanto a sus acompañantes... Hanna daba la sensación de que encajaría bastante bien en el entorno. Irvine sería una risa de ver.

-Agradecería que guardara esa información en secreto. A nadie le conviene que mi pasado venga a la ciudad. Dicho esto, ¿En qué consiste la misión?- No podía ocultar del todo que tenía cierto entusiasmo por la misión. Hacía tiempo que no hacía nada de subterfugio 

 Descuida, tu pasado es información clasificada y nadie sin mi autorización podrá acceder a ella. Sobre la misión, es de obtención de información. Es una misión de obtener información. Sospecho que parte de Venganza Zivalia se oculta allí, y posiblemente Sneyder también esté en ese lugar. Quiero que los localices y averigües con quién están aliados, quiénes son sus contactos allí y dónde está escondido su líder, Takeshi Zakakura. El Barrio Rojo está controlado por un dracónico llamado Darko Stimen, un antiguo enemigo de Lord Celdric. El objetivo es obtener información sin incidentes, por tanto es prioritario evitar cualquier tipo de enfrentamiento. Si la cosa se pone fea abandonad la misión de inmediato. ¿He sido claro?

 Señor... ¿allí voy a hacer de... prostituta?

 Sí, una muy adorable. Seguro que los habituales de allí querrán contratarte - Karen carraspea - Tranquilo, Irvine, estaba bromeando. Quiero que te mantengas escondido como refuerzo por si las cosas se ponen feas. Jendry, allí interpretarás el papel de un intermediario para vender una ramera, y vendrás en nombre de un tal Roy Mustang, un empresario dedicado al transporte marítimo. Y obviamente es Hanna la ramera que quieres vender. ¿Algún problema con eso, Hanna?

 ¿Estás de broma, coronel? Parece muy divertido.

 Bien. ¿Alguna duda al respecto? Porque después daré algunos detalles adicionales.

Irvine le dio algo de pena, siempre era él el que se llevaba todos los golpes. Se preguntaba como podía aguantarlo y seguir ahí en lugar de mandarlos a donde picó el pollo. La actitud de Hanna le sorprendió. Vale que fuera... "activa" pero pasarselo bien siendo vendida... Al menos no lo pasaría mal.

 -Varias- Respondió al coronel -Ese tal Munstang, ¿Algo que deba saber sobre el?¿Es una persona real?¿Podría interferir en la misión?- 

 Es uno de mis alias, creado únicamente para este tipo de operaciones. Así que no tienes que preocuparte por ello. Lo único que necesitas saber es que se supone que es un empresario de Ojo de Leviatán que quiere vender a sus esclavas ya que ha dejado de ser legal la esclavitud en su lugar de residencia, y quiere hacerlo de forma clandestina ya que aquí también es ilegal. También quiero que en caso de recibir ofertas por Hanna que rechaces toda oferta inferior a 10.000 piezas de oro, y las que igualen o superen te limites a decir que tienes que hablarlo con tu representado para ver si acepta. En ningún caso quiero que aceptes ninguna oferta, que no deja de ser una subordinada con derechos.

 Coronel, este chico parece muy listo. No creo que hiciese falta aclarar ese detalle.

 Sí, cierto. Es que estoy acostumbrado a tratar con auténticos tarados. ¿Alguna duda más?

Se quedó mas tranquilo al saber más sobre Mustang. Habría sido gracioso que en mitad de la misión, apareciese y se cargara todo. Sabía que eso no iba a pasar. La aclaración de no vender por menos de 10.000 también estuvo bien. Tenían demasiada estima. Si no lo llegan a decir, tal vez la habría acabado vendiendo. Disimuló haciendo ver que estaban en lo cierto con respecto a él.

-Ninguna más por mi parte- miró a sus compañeros de misión por si preguntaban alguna en la que no hubiera caido

Nadie expone más dudas.

 Perfecto entonces. Id preparándoos que la operación empieza mañana por la mañana.

Todos: ¡Entendido, coronel!

En una mesita ves a un grupo de ratones con trajecitos de karate, también cuadrándose. Fue curioso.