Buenas tardes. En realidad no busco nada, pero mis hijos han insistido en que me busque algo, que estoy muy solo - comenta con una sonrisa cortés - Estos chicos... la verdad es que no me importa si no sale nada, de todos modos no lo necesito. Ya tengo el cariño de mis hijos, con eso me basta.
¡Nada de eso, papá! - exclama Michelle, seria, entrando en el consultorio - ¡Tienes que buscarte algo, no vamos a estar nosotros todo el tiempo contigo! - mira a Anko - Búscale una mujer decente, que sea cariñosa, que no le desagrade tener hijastros. Y que no vaya detrás de su dinero, eso es muy importante. No quiero una madrastra buscona que solo quiera el dinero y comida caliente y lujosa.
Pero hija, yo ya soy feliz como estoy. Además ahora mi principal preocupación eres tú y tu entrenamiento...
¡No busques excusas papá! Sé que aún te acuerdas de mamá, y no te has quitado esa espina, ni con Violette. Necesitas desquitarte, conocer a más gente, disfrutar por una vez la vida.
-Comprendo... Bueno, yo te doy opciones para ver si alguna te interesa para conocerla mejor, ¿de acuerdo? Que de ahí salga algo duradero o no ya dependerá de vosotros-. Comencé a ojear las hojas que teníamos por allí. -Sheena Cannes estuvo con Pyros, pero ahora está soltera. Se le ve una gran luchadora y una buena mujer, no creo que, de estar contigo, lo esté por el dinero.
-Aunque la siguiente que te voy a mencionar tampoco es miembro del gremio, quizás pueda resultar. ¿Qué me dice de la madre de Nathan y Anna? Estoy segura de que, siendo como son sus hijos, se tratará de una mujer alucinante y no le importará tener hijastros, espero que a ti tampoco, teniendo en cuenta que entonces serías padrastro de Nathan y Anna...
-La maestra Akane también parece ser guay, aunque quizás sea demasiado atrevida...
Por el momento esperaría para ver qué le iban pareciendo mis sugerencias.
Hacía sol y en el marco de la puerta, apoyada en un lado y con los brazos cruzados, se recortaba la silueta de Auriel cual gangster del oeste, con una hierbecilla en la boca y todo.
Escuchó las conversaciones y solo cuando acabaron de hablar entró. Se acercó a Michelle directamente sin saludar a nadie más. Le tendió la mano para que ésta se la diese y si lo hacía la ayudaría a ponerse en pie y la acompañaría hasta la salida.
-Bien Michelle... ya sabemos cómo te gustan las madrastras. Ahora miraremos lo que quiere tu padre.
Lo dijo sonriendo y muy educada, pero contundente, la sacó del consultorio cerrando la puerta tras ella.
No esperaba a Michelle tan entrometida y malpensada. Esto complicaba mucho la vida sentimental de su padre. Sólo cuando la chica se hubiese ido echaría un cable al conde.
¿Eh? ¿Ah? ¡Espera, si yo solo...! Vale, vale, pillo la indirecta. Lo siento.
Michelle sale de la consulta sin oponer resistencia, dejando solo a Sheppard.
Gracias, Auriel. Aprecio que Michelle se preocupe por mi felicidad, pero ya soy mayorcito para solucionar mis propios problemas. Y si os soy sincero, no siento una gran necesidad de buscar pareja. He amado, he disfrutado, he sufrido y tengo 2 hijos fantásticos a los que adoro. Es cierto que no he tenido nada de vida sentimental desde Violette, pero no me molesta en absoluto estar soltero. Mis únicas preocupaciones son mis hijos, el gremio y el futuro del mundo. Es cierto que me gustaría contar con algo de apoyo, confidencia y cariño. ¿Quién no quiere eso? Pero ahora tengo otras prioridades.
Abro la puerta con fuerza, dando un fuerte golpe contra la pared. A continuación echo un vistazo, viendo, sentados, a Sheppard Renard, a un lado de una mesa, y a Auriel a y Anko al otro. Miro extrañado de brazos cruzados. -¿Esto no es el almacén donde guardan los rollos de papel higiénico? Porque acabo de gastarlos todos y estaría feo no reponerlos...- Reparo entonces en un discreto letrero en la puerta "Consultorio de amor de Anko y Auriel" -Aaaaah- Digo con una sorpresa desganada. -Pues no, no lo es. Eso explica por qué hay tanta gente fuera esperando- Entro en la habitación como si no fuera un intruso ni nada por el estilo, mas bien andando como un gato por su casa, dándole un buen vistazo hasta llegar a la repisa de la ventana, en la cual me apoyo. -¡Suena interesante! Dejad que me una. Nunca está demás la opinión de un cultivado y apuesto varón ¿No?- Pregunto retóricamente, pues digan lo que digan me van a tener que aguantar. -¿De que va el problema de nuestra visita?-
Posdatas:
Si, tengo el permiso del master. El Tirano quiere ver el mundo arder.
Aunque en la partida no he conocido a vuestros personajes, esto es un fanfic, podemos pasarlo por alto para un trato mas cercano
Athan irrumpe en la escena como un elefante en una cacharrería, y por su cuenta decide unirse al consultorio.
Ah, eh... ejem... como ya expliqué antes, mis hijos están empeñados en que rehaga mi vida amorosa, que me busque pareja. Sin embargo no tengo necesidad alguna, soy feliz con mis hijos. Mis únicas preocupaciones son mis hijos, el gremio y el futuro del mundo. Por cierto, soy Sheppard Renard, cronomante y aventurero del gremio, rango SS. Mucho gusto.
Si, tengo el permiso del master. El Tirano quiere ver el mundo arder.
Sí, quiero sembrar discordia, caos y destrucción. ¡Muajajajaja!
Aunque en la partida no he conocido a vuestros personajes, esto es un fanfic, podemos pasarlo por alto para un trato mas cercano.
Recordad que lo que ocurra aquí no es canónico. Otra cosa es que ocurra también "on rol"...
Escucho al cronomante atentamente. -Recuerdo que coincidimos una vez en los baños del gremio. Pero esto no viene a cuento. En cuanto a tu problema- Me tomo mi tiempo para hallar la respuesta adecuada. -Bien, por partes. Estás aquí por tus hijos, no por iniciativa propia. Creo que ese es el tema fundamental a tratar. De entre todas tus preocupaciones, ellos son los que han ocupado el primer lugar en la lista. Debe de ser porque son lo más importante. Ellos deberían de ser los que vinieran a visitarnos. El primer paso sería que demostraran que ya son mayorcitos para hacer sus vidas sin tener que estarte preocupando, que son capaces de hacer sus vidas por si mismos, encontrar una pareja con la que hacer sus vidas, y todo ese resto de cosas que te definen como una persona independiente. Tal vez entonces, cuando no tengas que preocuparte por ellos, puedas tener más libertad para buscar a una afortunada doncella con la que envejecer, tener nietos, y, en definitiva ser felices. No es un asunto que se pueda atajar con una lista de nombres al azar-
Cierto, te llamabas Athan. En primer lugar, he conocido a mis hijos ya adultos. Una larga historia, fruto de mi relación con el amor de mi vida, actualmente fallecida, y de estar escondidos de su falso abuelo, quien lideraba un gremio de asesinos. La Mano Negra.
Por Axel no debo preocuparme mucho, ya tiene novia. Y Michelle ahora mismo le interesa seguir aprendiendo cronomancia conmigo. De verdad, no me preocupa conocer a otra mujer, mis hijos son lo primero. Que por un casual surge algo, pues tampoco voy a rechazarlo, pero no me preocupa.
-¿¿EHHHHHHhhhhh??- miré ojiplática a quien había irrumpido en la sala como Pedro por su casa. -¡Athan! ¿A ti esto te parecen formas?- mi ceño estaba fruncido mientras cruzaba los brazos-. ¡¡Al menos trae algo de comida!!
Me quedé unos segundos pensativa ante su proposición. La verdad es que se le veía con soltura... Le hice unas señales a Auriel para que se acercara y poder hablarle. -¿A ti qué te parece? Al menos no se perdería la armonía de las "A". Anko, Auriel y Athan, fuertes y poderosos celestinos. Confía en la triple "A" de Amor. O de Anisaki...
Volviendo al tema de nuestro cliente... -De todas formas, Sheppard, para que esta visita no haya sido en vano, le recomendaría conocer al menos a la madre de Nathan y Anna, es quien más se ajusta (a mi parecer)- arreglé un taco de folios con unos golpecitos sobre la mesa, esperando respuesta.
Bueno, lo revisaré solo para que mis hijos me dejen tranquilo - comenta con una sonrisa mientras alarga la mano para coger el dossier que le ofreció Anko.
Pero entonces, como un huracán, entró Freya, apartando de un empujón a Sheppard quien acaba saliendo por la ventana para aterrizar sobre un seto. Os asomáis preocupados pero podéis ver que Sheppard levanta el brazo haciendo ver que se encuentra bien. Os giráis nuevamente hacía Freya, quien tiene los mofletes inflados y respira muy fuerte, ansiosa.
¡Maldita sea, llevo más de un año esperando! ¡Quiero que me busquéis ya al futuro padre de mis 10 hijos!
Se amplía la lista de interesados:
- Shinji
- Haemi (PJ)
- Jendry (PJ)
- Aaron (PJ)
- Shariel-
Arthur Cage
- Eleanor(ha renunciado a su turno)
- Aidan y Neeska
- Sheppard- Freya
- Valaren (obligado por Merenil)
- Melinda (obligada por Baelor Hagge)
-Ehhhhhhhhh- tampoco me esperaba esa entrada por parte de Freya. Asustada por su forma de irrumpir me sale del alma señalar a Athan con el pulgar. -¿Te sirve este?
Una vez superado el shock carraspeé y volví a ponerme seria. -Bueno, hagamos las cosas como se deben. ¿Qué buscas en el futuro padre de tus 10 hijos? Además de que sea fértil, claro...
-Hasta luego- Me despido del cronomante. Acto seguido, entra como una estampida Freya, pidiendo que le busquemos un padre para 10 hijos...
-¿QUE? NI DE COÑA QUEDATELA TÚ- Respondo a la felina con sorpresa similar. -Yo ya estoy ocupado- Realmente no, pero tengo los ojos puestos ya en una dama.
Carraspeo, tratando de relajar la situación. -Diez hijos son muchos, será difícil encontrar a un candidato que cumpla dicha característica- Se me ocurre una idea que podría funcionar en ausencia de este. -¿Te has planteado... Varios padres para tus hijos? No muchos hombres, entre los que me incluyo, buscamos tanta prole. Será complicado encontrar un candidato así. Pero si esas diez criaturas vinieran de 4 padres distintos, pues sería más sencillo, la verdad-
-¡YO NO PUEDO DARLE HIJOS!- repliqué a su vez al caballero.
Escuché la proposición de Athan meneando la cabeza negativamente. No sabía lo que pensaría Freya al respecto, pero -¿Y qué tiene eso de romántico? Freya busca un hombre al que amar que le de esos 10 hijos. Lo que necesita es encontrar al candidato perfecto que esté dispuesto a darle esa prole.
Freya se gira contrariada hacia Athan. Parece ofendida.
¿Acaso me tomas por una fresca? ¡Como dice Anko solo me interesa estar con un hombre romántico que quiera tener 10 hijos conmigo! No voy a estar con más de uno, eso no tiene nada de romántico. Pero quien dice 10 hijos pueden ser 8... - termina diciendo con la boca pequeña, girando la cara sonrojada.
-Mis disculpas- Me corrijo a la joven cliente. Ciertamente no es romántico. Aunque no le veo nada romántico a criar a 10 u 8 críos. Más bien un calvario, pero quien sabe... Para gustos colores, y hay gente muy masoca. Me quedo pensativo, mirando el libro lleno de manchas de azúcar con los miembros del gremio buscando alguien que cumpla el perfil. -Tengo una pregunta. Hablas de una relación romántica. ¿Te has parado a pensar lo que supondría tener semejante horda de mocosos? Yo tengo un par de hermanos mayores. Siendo tres dábamos mucho problemas a nuestros padres, y mira que teníamos asistentes y todos. Puede que el tener tantos niño rompa el romanticismo. Además de que es un enorme esfuerzo para el cuerpo dar a luz tantas veces. ¿No preferirías calidad a cantidad? Unos niños menos, pero en cambio una relación mucho mas sana-
Freya mira fijamente a Athan, con cara de intentar pensar en lo que ha dicho. No pasa mucho rato cuando empieza a salirle humo y se desploma sobre la mesa.
Lo siento, no se me da bien pensar...
Athan suspirá, con cierta resignación. -Tragaldabas- Le digo a Anko. -¿Algo que añadir?- Ambas parecen estar en la misma onda, tal vez sus... Sencillas palabras y expresiones le resultaran más iluminadoras. Miro entonces a la pequeña y malvada bruja elfa que había permanecido en silencio desde mi llegada. -¿Que opinas?-
-¿Sí?- respondí con una amplia sonrisa bobalicona y sin pensar al apodo de "tragaldabas" mientras dirigía mi atención a Athan. Tras su pregunta y lo que había dicho anteriormente (haciendo que tanto a Freya como a mí se nos recalentaran las ideas), me llevé la mano al mentón para parecer que pensaba y todo. -Pues supongo que tener tantos críos no debe ser sano y sin duda sería estresante. ¿Y si optas por perritos? Proyectil es casi como un niño, ¡la parte buena es que puedo pasar de él y no se muere, se busca la vida solito! Bueno, y si se muere ya revivirá- añadí al recordar ese pequeño detalle. -Tener pequeñuelos parece muy aparatoso, necesitas tiempo y paciencia, ¡y tendrías menos tiempo para pasar con ese gran y futuro padre!
Freya se cruza de brazos pensativa.
Bueno, Cass me dijo que uno se volvería loco con tanto hijo. Creo que me lo pensaré, ¡pero no pienso renunciar a tener 10 hijos!
Decidida se levanta y abandona el consultorio como un torbellino.
... ... ...
Se abre la puerta y entra Merenil metiendo a rastras a Valaren, quien se resiste.
¡Vamos, no te niegues! ¡Tenemos que buscarte pareja!
¡No, ya estoy feliz con mi trabajo!
¡Es inaceptable, tenemos que buscarte una novia bien mona! ¿O dejarás que tu hermana se te adelante en todo?
Me da igual, y me alegra que le vaya tan bien. ¡No lo necesito! - alza la mano y saluda a Auriel - Hola, hermana.
¡No voy a permitir eso de estar casado con la forja! ¡Hija, ayúdame a convencerle!
Los dos miran fijamente a Auriel, pasando olímpicamente de los otros dos.