Tras estar un rato perdidas (y tener que buscar un par de veces a Freya porque la chica es puro despiste) lograsteis llegar al Museo Nacional. Allí te sorprendió ver a Irvine, acompañado por otra chica con el mismo uniforme. Parece muy seria y resulta especialmente llamativo que no se despegue de su arco ni de sus carcajes repletos de flechas.
Parece que Irvine no decidió esperar y regresó a su unidad tras hablar con Lex.
El edificio parece moderno y lujoso, y está abarrotado de gente.
Sargento Headshot, he hablado con el capitán Soldren. Me ha dicho que acepta nuestra ayuda.
Excelente, Irvine. Descansa, soldado.
Por cierto, sargento... - Irvine se acerca a Karen esbozando una traviesa sonrisa gatuna - ¿Qué tal el reencuentro con el coronel Valentine? ¿Hubo besito?
¡Idiota! ¿Por qué demonios me preguntas eso? - responde enfadada y roja como un tomate - Estúpido gato...
Te hace gracia la actitud de Irvine, te ha recordado por un momento a Anko. Si es que los malos hábitos se contagian. Pero no dura mucho, ya que éste se pone serio.
Estás preocupada por Anko, ¿verdad? - esboza una sonrisa afable, casi maternal - Tranquilo, si está con Lord Byron se encuentra en muy buenas manos.
Karen entonces os ve y se acerca.
Hola Cassandra. Te veo genial.
Lo mismo digo, Karen. ¿Estáis aquí para proteger la Lágrima de Marina?
Así es. Ya sabes, esa Ladrona Carmesí anunció que iba a robarlo. ¿Estáis aquí también como refuerzo?
Por supuesto. Todo sea por el deber.
Irvine se te acerca.
Parece que vamos a colaborar, Ayame. ¿Cómo es que no ha venido contigo Aaron?
Sí, Riza Hawkeye xD
Fuimos caminando hasta el lugar indicado sin parar de pensar en Anko y en toda la informacion recibida. Aunque almenos el rato qeu pase con mi hermano pudo destensar mis musculos un poco y hacer que me sintiese algo mas ligera, y la facilidad con la que Freya se perdia impedia que pudiese profundizar mucho en mis pensamientos.
Llegamos al museo nacional donde se encontraba una mujer bien armada y bastante seria, parecia concentrada en su trabajo. Al lado se encontraba Irvine. Por un momento su comportamiento me recordo a Anko, luego senti un pequeño pinchazo en el pecho y decidi apartar el tema.
Andamos hasta ellos hasta estar frente a la mujer y a Irvine. Cassandra se puso a charlar con la sargento e Irvine se acerco a mi enseguiga asique me puse a charlar con el un poco mientras mantenia a Freya dentro de mi mira, de echo en un momento le sujete mi mano para que no se fuese a por un pajaro que estaba en la verja haciendo ruidos.
-¿Tu tambien estas aqui para vigilar la gema? ¿Quien intenta robarla?
Aaron estaba cansado asique decidio quedarse en la cama, creo que no es un felino es mas bien un uron.- dije a tono de broma.
Sí, estamos como refuerzo al igual que vosotras. Parece ser que una ladrona apodada "Ladrona Carmesí" ha anunciado su intención de robar la joya. Por lo que sé se trata de una criminal muy escurridiza, hábil e inteligente, pues la guardia local ha sido incapaz de detenerla hasta ahora. Es la obsesión del capitán Soldren - se cruza de brazos, pensativo.
Ayame, Freya, tenemos que hablar con el director del museo.
Irvine, tenemos que explorar los alrededores, buscar posibles rutas de acceso y huida y ver si hay alguien sospechoso por la zona. Por narices tiene que haber estudiado la zona, o lo está haciendo.
Te despides de Irvine y acompañas a Cassandra y Freya al interior. Una vez pasado el mostrador puedes ver multitud de esculturas y cuadros, y en el centro, dentro de una cúpula de cristal, ves una gran y hermosa gema azul que brilla por la exposición de la luz. Y junto a ellos puedes ver al capitán Soldren hablando con un hombre de mediana edad.
Señor Redd, le garantizo que no solo su pieza estará a salvo, sino que además pondré todo mi empeño para arrestar a esa ladrona. Tendrá que pasar por encima de mi cadáver si quiere tener éxito con el robo.
Redd: Confío en usted, capitán - se gira hacia vosotras - ¿Quiénes son ustedes?
Yo soy Cassandra Valentine, y ellas son Freya y Ayame. Venimos por el encargo para proteger la joya.
Redd: Menos mal, gente de gremio. Necesito que protejan la Lágrima de Marina a toda costa, no quiero que esa ladrona se haga con ella, por favor.
¿Hay en marcha algún plan?
Sí. Tengo a mis hombres peinando la zona buscando la más mínima cosa sospechosa, además de tener 4 patrullas vigilando toda la zona por turnos. Un total de 50 hombres. Si la Ladrona Carmesí desea robar esta joya va a necesitar un milagro.
Papá - aparece Lami por allí con una bolsa - Te traigo tu almuerzo, tu bocata preferido. No trabajes demasiado, ¿eh?
Oh, gracias hija. Lo siento, pero no estaré en casa esta noche. Tendré que trasnochar.
Qué rollo, eres un obseso del trabajo. Así no hay quien pase un rato contigo.
Lo lamento, hija mía, pero el deber me es ineludible.
Lami suspira resignada.
Parece que tendré que traerte otra vez una cena energética y un buen café para que no te duermas.
Gracias Lami.
Redd: Bueno... espero que todo esté en orden. Si no necesitaran nada más, me gustaría retirarme a mi despacho.
El administrador parece preocupado, si bien ves que hay mucho guardia vigilando la zona.
Nadie tiene más preguntas por lo que el administrador se retira. El capitán Soldren se dirige a vosotras.
Os agradezco vuestra ayuda. Me gustaría que fuerais a ayudar a mis hombres a reconocer el terreno en busca de cualquier cosa sospechosa. La ladrona anunció que el robo se cometerá a las 12 en punto de la noche, a modo de provocación.
Cuenta con ello. Freya, Ayame, pongámonos manos a la obra.
Os pasáis el resto de la tarde recorriendo los exteriores e interiores del museo en busca de la más mínima cosa sospechosa, pero lo más sospechoso que visteis fue a un anciano dando de comer a las palomas... sin palomas. Al fianl resultó que el viejo era miope y las gafas que usa no le sirven (no ve ni 3 en un burro), y el viejo al hablarte se dirigía a un árbol que había al lado, y tras chocar con una farola dijo "discúlpeme, hermosa señorita, he chocado con usted. ¿Le importa si la compenso invitándola a un café? Tengo un nieto guapísimo que debería conocer, es un buen partido", todo eso a la farola...
Llegado la noche os situáis en la misma sala que la Lágrima de Marina, vigilando los alrededores. El capitán Soldren no para de ir de un lado a otro controlándolo todo (le va a dar algo del nerviosismo, pero se nota que lo da todo en su trabajo).
A medida que se acerca la hora fatídica aumentan los nervios, pero no hay ni rastro de la ladrona.
Vaya, qué nervios... - murmura Freya, que no se atreve a alzar la voz de la emoción.
Queda apenas un minuto para las 12, y estáis en máxima tensión a la espera de cualquier cosa. Solo escucháis la respiración de los demás y el sonido de los que se mueven, y os molesta.
45 segundos para las 12, el capitán Soldren casi tropieza con Irvine.
30 segundos para las 12, Freya y tú os cogéis fuertemente de la mano.
15 segundos, le coges de la mano a Irvine, haciéndole daño.
3... 2... 1... y no pasó nada.
¿Tantos nervios para esto? Son las doce y la joya sigue a... ¡AAAAAH, HA DESPARECIDO!
Os giráis y comprobáis horrorizados que el pedestal y la joya han desaparecido, quedando solo un agujero en el suelo.
???: ¡JAJAJAJAJA! ¡SOIS MUY TORPES, LA JOYA ES MÍA, AGENTES! - la voz procede del agujero.
¡NI HABLAR! ¡ESTA VEZ TE ATRAPARÉ! - exclama el capitán Soldren entrando en el agujero.
Irvine y tú entráis también en el agujero, junto a 2 decenas de soldados. Rápidamente os veis en un túnel excavado debajo del museo (cosa que requiere o mucha anticipación o muchos recursos), llevándoos hasta un parque cercano. Podéis ver que la ladrona logra dar esquinazo a los soldados y que solo el capitán Soldren le sigue a la carrera.
¡Ayame, por aquí! Seguro que intentará escapar por el tejado - señala hacia una escalera apoyada en la pared.
Sin dudarlo sigues a Irvine hasta el tejado y avanzáis saltando de tejado en tejado. Un rato después escucháis un estruendo y veis a la ladrona subirse al tejado.
¡Jajajajaja! ¡Estás muy viejo, capitán Soldren! ¡Otra vez será, porque esta joya me la quedo! - se burla antes de incorporarse, entonces os ve - Vaya vaya, dos gatitos listos han adivinado mi ruta de huida... ¿seréis lo suficientemente rápido para atraparme?
No lo dudes. ¡Ríndete ahora y nos ahorraremos la carrera!
Hmmm... así que quieres echarme el guante, ¿eh? Eres mono, me siento tentada a dejarme atrapar por ti... pero no, es más divertido que me persigáis.
La Ladrona Carmesí echa a correr, y vosotros la perseguís. ¡Es tremendamente ágil! Irvine te indica con la mano que la persigas mientras él se va por otro lado. Pretende cortarle el paso. La persecución prosigue y tras varios intentos fallidos conseguís tenerla medio acorralada.
¡Tengo que admitirlo, sois ágiles! ¡Jajajajaja! ¡Está siendo divertido!
¡Esto se acaba, Ladrona Carmesí! ¡Te atraparemos entre los dos!
Hace falta algo más para atraparme... ¡cógeme eso!
La Ladrona Carmesí tira su botín hacia tu lado, obligándote a detenerte para vitar que la joya se caiga y sufra daño... ¡lograste atrapar la gema al vuelo!
Irvine en cambio prosigue la persecución y al final se abalanza sobre ella, atrapándola. El felino está sobre la ladrona, quien está tendida boca arriba. No puedes verle la cara.
¡Te tengo! ¡Estás arrestada!
Claro que me tienes, guapetón... - la ladrona agarra por la nuca a Irvine y se acerca para darle un beso que dura unos segundos. El felino no consigue reaccionar, quedándose en shock - Jajajajaja... ha sido divertido conocerte, gatito. Otro día "nos conoceremos mejor".
Tras esas palabras se escabulle de Irvine y se aleja por los tejados.
Te acercas a Irvine, quien parece muy afectado por el beso.
Yo... yo... Ayame... Anko me va a matar... ¿qué hago?
Te acercas a Irvine y compruebas que está en shock y triste. No sabes qué hacer, pero recuerdas que cuando está así Anko le besa para que se calme, así que te acercas a Irvine y besas sus labios, provocando que éste abriera los ojos como platos. Tras eso le das un codazo en el estómago, le entregas la joya y te incorporas.
Toma, que yo me voy tras esa maldita ladrona.
Yo... yo... yo... ¡Ayame! ¿Por qué me haces esto? Mierda... Anko rompe conmigo seguro...
Vas tras la Ladrona Carmesí, pero desgraciadamente tarda poco en darte esquinazo. Has perdido su pista. Bueno, al menos habéis recuperado la joya....
Te pnjotizo. Encargo finalizado
Regresas al museo llevando a rastras con Irvine, quien sostiene la Lágrima de Marina. El administrador Redd rápidamente se lo arrebata de sus manos.
Redd: ¡LA LÁGRIMA! ¡LA HABÉIS RECUPERADO! ¡Gracias a la diosa! No, gracias a vosotros dos esa pérfida ladrona no ha escapado con el tesoro nacional del reino. No sé cómo agradecéroslo...
Me conformo con que Anko no rompa conmigo... - lloriquea Irvine.
¿Qué le pasa a éste?
Ni idea, siempre está así - te encoges de hombros - No le hagáis caso, ya se le pasará.
No vi venir lo del butrón bajo tierra... ¡maldita sea!
No sea tan duro consigo mismo, capitán. Nadie se lo habría esperado.
No, debí haberlo visto venir. Llevo mucho tiempo estudiando y tratando de detener a esta ladrona, pero siempre va dos pasos por delante, haga lo que haga...
Mi capitán, si me permite decirlo, usted es quien logra más cerca de atrapar a la ladrona. Los demás ni saben por dónde les viene el golpe. Por eso la mayoría queremos estar bajo su servicio. Lamentamos no estar a la altura.
Para nada, habéis estado a la altura. La responsabilidad del fracaso de la protección de la joya ha sido mía y sólo mía. Y ella habría escapado con la gema de no ser por los refuerzos. Os doy las gracias.
El mérito es de Irvine y Ayame.
Ankoooooo... no me dejeeees... - gimotea con lagrimones.
Encargo finalizado