Partida Rol por web

Escucháis unas pisadas acercándose, hasta que se asoma en el habitáculo.

 ¡Chicos, la cena ya casi está!

¡La voz es de Maya Mizzdrith, uno de los dos drows que están entre los pasajeros! Cavatina tiene muy en mente que ha escapado de la sociedad controlada por la familia de esa drow, aunque ella es otra exiliada, otra huida.

Al escuchar las pisada acercándose, se levanta rápidamente y se pone en la "entrada" del habitáculo, para obstruir la visión de esta y que al elfo le de tiempo a cubrirse las marcas.

-Si, creo que estamos un poco tocados del estomago y no cenaremos, parece que el barco a él le marea y yo... no como nada salido del mar- le sonríe como buenamente puede, el ser simpatica con los suyos no se le da bien

Maya mira fijamente a Cavatina, inicialmente con cierta desconfianza, para acto seguido esbozar una sonrisa pícara.

 Oh, claro. Pobrecillo, dale muchos cuidados, pero no le des "demasiada caña" - contesta guiñando un ojo, retirándose de vuelta a la cubierta.

Por fortuna no ha visto a Taro, un alivio para ambos.

Respira aliviada, pero no se aparta hasta que la pierde de vista.

-Estupendo una drow metiendo las narices.....- se vuelve hacia Taro -No te ha visto, creo-

Los ruidos lo alertaron pero Cavatina actuó más rápido que él yendo a la puerta y dando la cara para que no mirase dentro del habitáculo. Al ver como su compañera se ponía delante él aprovechó y se tapó con la capa que solía llevar pero que estaba guardada y así ocultar sus marcas. Al escuchar que la drow ponía de excusa que Taro se mareaba él negó levemente con la cabeza pero que disimuló con una especie de arcadas exageradas.

Cuando escuchó a Maya irse se acercó a la drow que lo ayudaba a ocultar su secreto y la abrazó por detrás para luego meterla dentro entre sus brazos. No sabía qué diantres estaba haciendo, contacto directo con una drow, la raza que debía odiar pero ella era totalmente distinta, lo ayudaba y comprendía. Lo confundía pero le gustaba a la par, era demasiado extraño todo. Cuando ella se volvió encontró el rostro del marcado mientras sus manos la envolvían como manta en el frío, procurando ser cáldo y reconfortante - ¿Qué vas a hacer? - Se preguntaba internamente mientras la abrazaba y se acercaban a una pared. Cuando estuvo cerca no dudó en besarla de manera efímera mientras la empujaba contra la pared haciendo que su espalda quedara apoyada en ella. Una de sus manos reposaba en la cintura mientras que la otra acarició levemente su pierna hasta llegar a la rodilla. Flexionó la pierna mientras buscaba esta vez un beso algo más pasional. En verdad no era él, algo se apoderó de él ¿La lujuria o la voluptuosidad de la muchacha? No sabía que era pero ahora la piel le ardía por el deseo y su mente guiada por la necesidad carnal. En el fondo sabía que no era él quien actuaba, eran sus pasiones o sentimientos hasta ahora dormidos como dragón que custodia un tesoro, si te cueas disimuladamente lo obtendrás pero sino lo despertarás y te devorará.

Se dejó llevar por él hasta de nuevo, el interior del habitáculo y sonrió estando abrazada por él, era extraño tanto contacto por su parte, pero no le incomodaba para nada, de hecho había sido ella la que empezó todo el juego de las caricias, sería absurdo que ahora la incomodase.

Luego la apoyo contra la pared y la beso, aunque fugazmente, eso si la cogió por sorpresa totalmente, ese beso se siguió con otro más largo, apasionado y ciertas caricias en cintura y en una de sus piernas ¿que se creía ese elfo? ¿que podía entrarle así como una cualquiera? ¿acaso le había dado permiso para besarla? cargo la mano y le dio un sonoro bofetón, que fue más sonado que otra cosa, porque mientras iba pensando en dárselo la fuerza le disminuía y fue más bien una torta suave, segundos más tarde un torbellino recorrió su cuerpo y fue ella la que se abalanzo para besarlo, tomando el control su cuerpo por completo, la pierna que tenía flexionada se amarro a su cintura y sus manos acariciaban su espalda, pasando suavemente las uñas por ella.

Al ver que ella no se resistía en un primer momento le agradó aunque no terminaba de ver qué era lo que le podía atraer de él, era calvo y estaba destinado a matar a un demonio demasiado poderoso como para poder hacerlo, era una locura. Él lo sabía desde que la vió pero aún así no pudo negar todo lo que le producía el ver cómo se movía, cómo hablaba ni el cómo reaccionaba ante sus acusaciones o pullas. Un ligero bofetón llegó a su cara y se quedó un poco comfundido mas cuando la miraba confuso ella lo besó como si una loba fuera. No pudo evitar esbozar una sonrisa mientras le pasaba la pierna por la cintura. Al notar sus caricias su cuerpo se excitaba y si tuviera pelos se le erizarían. Al ver que la cosa iba poco a poco a más no pudo evitar colar la mano de su cintura a su espalda haciendo que ella se doblara ligeramente mientras que la otra llegaba hasta su mejilla que acariciaba a la par que saboreaba aquellos lascivos y perfectos labios. Poco a poco comenzaba a atreverse más con ella pero prefería que la muchacha fuera dando pasos poco a poco no fuera que lo tratara como un violador o similares.

Mas, cuando lo bueno iba a comenzar, atracaron o eso parecía por los sonidos que llegaban a sus oídos del exterior.

Tras varios minutos, Adlan os llama a la taberna. Al entrar veis varios platos, con un trozo de carne de kraken con su guarnición y aderezo, con una pinta más que exquisita (ya ni mencionar el olor, que provocaba que os entrara más ganas de probarlo).

 Bueno, aquí tenéis la comida. Creo que esta vez me he superado.

En cuanto os sentáis en las mesas y probáis un bocado del plato, sentís como si estuvieseis catando comida de los dioses. ¡Tiene un sabor increíble! Los del gremio no dais crédito a lo que estáis probando... ¡es con diferencia lo mejor que habéis probado nunca!

 Mis felicitaciones al chef, es lo mejor que he probado en mi vida.

Os pusisteis las botas y algunos incluso repetisteis plato no una, ni dos veces... ¡hubo quien se zampó 10, como por ejemplo Anko!

Tras aquella cena memorable (lástima que Taro y una marinera de Shayla se la perdiera) dormisteis a pierna suelta.

Todos os despertáis al escuchar un grito.

 ¡TIERRA A LA VISTA! - exclama Valya desde su puesto vigía.

A medida que os vais levantando y salís a la cubierta, Shayla os recibe con una sonrisa.

 Bueno, al fin hemos llegado - señala hacia el horizonte, donde veis una elevada muralla que parece rodear algo - Bienvenidos a Ojo de Leviatán.