—Tendría que conformarme con eso, supongo —respondo cortésmente, sin dejar de caminar.
Me he desviado un rato junto a Aeria, el reencuentro necesitaba algo más de tiempo. Cuando entro a la posada y veo a Sylvia no dudo en acercarme, además viendo que están tomando algo decido que haré lo mismo y hago una seña decidida a Cesar para que se acerque a Nor, pues elijo sentarme a su lado por protocolo.
Hola Sylvia, ¿cómo está? —le pregunto con una mirada oscura y analista, en lo que césar llega—. Sake por favor. Gràcias. —le digo a César y tomo asiento y levanto los brazos, el equipamiento que sobra se va por kinética a ordenarse y me pongo cómoda, suspiro—. Nor estará bien con el fragmento —le digo una vez más—. Y hablando de cosas divinas. Creo que sois Creati, Sylvia. Por su mente, sus palabras y por Sanae. Por cierto, ¿cómo está?
Me fijo en Miyu también y por ahora no digo ni hago nada, pero se nota que tramo algo en mis cercanías.
Eimi se acerca a Nor y Silvia y la saluda.
—Hola Eimi. Es un placer volver a verte.
Y hablando de cosas divinas. Creo que sois Creati, Sylvia. Por su mente, sus palabras y por Sanae. Por cierto, ¿cómo está?
Silvia enarca ambas cejas, sorprendida.
—Ignoro por qué dices eso, pero me lo tomaré como un halago enorme— esboza una amplia sonrisa. Parece que ese comentario de Eimi la hizo feliz —Me sorprende que conozcas la identidad de una personalidad tan desconocida como olvidada. Es la heroína de los autores.
Por culpa de Eimi me cuesta cerrar esta escena xD
- Y hablando de cosas divinas. Creo que sois Creati, Sylvia. Por su mente, sus palabras y por Sanae. Por cierto, ¿cómo está?
—Ignoro por qué dices eso, pero me lo tomaré como un halago enorme
Observo al interacción entre la señora Eimi y la señora Silvia. Después de que nos hubiesen dicho que la señora de la creación podría estar escondida en un cuerpo mortal entre nosotros era de esperar que empezase una "caza de brujas" pero no esperaba verlo tan pronto. De todos modos la deducción de la señora Eimi no parecía descabellada.
- Pecando de ignorante, dado que no conozco suficiente de su persona, creo que puedo discernir la lógica detrás de la deducción de la señora Eimi. Supongo que habrá interacciones entre ustedes que respalden más esa teoría, como lo que ha comentado de su forma de hablar o pensar... - Acaricio ligeramente mi barbilla, pensativo. - De todos modos ¿No es la profesión de escritor una profesión de creación de mundos e historias? Resultaría jocoso que realmente fuese usted la Creadora y que, aún disfrazada para pasar desapercibida entre los humanos, no haya podido dejar de crear. Desde luego, si no es usted la Creadora, es un verdadero halago ya que significaría que sus creaciones serían de una calidad suprema.- Acabo concediendo con una suave risa tomando un sorbo de mi bebida.- Debería leer alguna de sus creaciones.
Recuerdo haber oido en varias ocasiones el nombre de "Pasión de Caballeros", aunque "Portales" prometía ser más afín a mis gustos.
- De todos modos ¿No es la profesión de escritor una profesión de creación de mundos e historias? Resultaría jocoso que realmente fuese usted la Creadora y que, aún disfrazada para pasar desapercibida entre los humanos, no haya podido dejar de crear. Desde luego, si no es usted la Creadora, es un verdadero halago ya que significaría que sus creaciones serían de una calidad suprema.
Silvia esboza una sonrisa.
—Tiene usted razón, visto desde ese punto de vista tiene su lógica. Todo autor somos creadores del mundo que plasmamos en nuestras obras, y le damos vida. Podría decirse que soy Creati, o al menos como ella al igual que todo autor literario.
Debería leer alguna de sus creaciones.
—Creo que encontraría sumamente interesante "Portales". Un ejército de otro mundo invadiendo el nuestro con poderosas armas y tecnologías carentes de magia que ponen contra las cuerdas a nuestro mundo, con las intrigas políticas entre las naciones que deberían estar uniendo fuerzas para resistir a la par que tratan de sacar tajada. Aunque la mayoría de los lectores se quedan más con el protagonista y el grupo de personajes femeninos que se forma a su alrededor.
Silvia se termina su cóctel, deja un par de monedas sobre la barra y se levanta.
—Me encantaría quedarme más tiempo, pero estaría excediéndome con mi descanso. Debería regresar a mi trabajo y de paso vigilar a Sanae, no sea que ande de nuevo metiéndose en problemas con el editor. Ha sido un placer hablar con ustedes, son una compañía muy entretenida e interesante. Espero que podamos hablar en otra ocasión.
Tras despedirse, Silvia abandona la posada dejándoos solos con Cesar. Ahora tocaba esperar a que llegara el día en el que se desencadenara todo.
El día en el que os enfrentaréis a una batalla a todo o nada contra Nemesis y el instigador de todo: Urske el Absoluto.