—Bueno, con el cascote de recién entonces estarían los cuatro —comento, riendo, mientras aterrizo al otro lado y me sacudo la escarcha de la ropa.
Miyu, se envuelve en una capa de hielo para unirse a la llamarada que lanza Farran. A esto se une el haz de viento que lanza Eimi, que hace que al alimentar el fuego y el hielo el efecto se potencie más todavía.
Achrya destroza la roca que estaba en su boca y brama.
—¡¡¡OSSS COMERÉEEE!!!
Miyu va directa a la archiaraña y se mete por su boca, la cual se cierra.
—¡¡¡SSSÍIII, DELICIOSSSA!!! ¡UGGH! ¡¡¡ME ESTÁ SENTANDO MAL!!!
Sale humo por la boca de la archiaraña, la cual está abrasada, y van surgiendo heridas a lo largo de su cuerpo, emanando en unas fuego, en otras hielo y en otras viento. Más heridas van formándose, destrozándola desde dentro. Y finalmente sale Miyu pulverizando su torso.
—¡Ahí tienes tu última cena, araña gordinflona! ¡Una ración de Miyu Flaming Red Hot Chilly Pepper!— proclama Farran apuntando a la araña con su espadón —Jo, ahora me apetece comida picante...
—NOOO... IMPOSSSIBLE... NO PUEDO MORIR AQUÍ... TODAVÍA NOOOO...
Achrya se desploma inerte, causando un fuerte temblor por la zona. Las demás arañas se estremecen y empiezan a huir despavoridas. El cadáver de la archiaraña empieza a descomponerse y desintegrarse lentamente.
—¡SOLDADOS! ¡HEMOS VENCIDO!— exclama Tristan.
Los soldados rugen celebrando la victoria.
Miyu aterriza en el suelo tras haber estado en las vísceras de la archiaraña. Gracias a la capa de hielo y las llamas no le ha tocado nada de sus fluidos corporales, pero por culpa del añadido del viento de Eimi está completamente despeinada.
—Vaya pelos que me traes, hermana. Deja que te lo arregle.
—No me lo puedo creer. Han vencido... ¡Han vencido a Achrya!— exclama la elfa rosa llorando de alegría. El del uniforme verde la abraza y ella en un arrebato le besa apasionadamente. Eso deja al anterior líder de la unidad perplejo y sonrojado.
Tristan se acerca a vosotros.
—Ha sido impresionante veros pelear. Sinceramente no me gustaría teneros como enemigos nunca— admite —Nosotros nos ocuparemos de liberar y evacuar rápidamente a las víctimas, no conviene quedarnos aquí mucho tiempo.
Nada más dice eso Tristan aparece un Ojo Tirano en el campo de batalla. ¡Os ha pillado por sorpresa! El ojo de la criatura brilla a punto de lanzar un poderoso conjuro... cuando Shinji aparece moliéndolo a palos con su bokken.
—¡Ni tú ni la canija nos vais a tirar el techo encima! ¡Estoy harto de esto, quiero volver a la superficie YA!— grita mientras va dándole palos —¡Esto por feo! ¡Esto por grimoso! ¡Esto por aparecer por sorpresa! ¡Esto porque te huele el aliento a muerte! ¡Lávate los dientes!
Shariel parpadea un par de veces, perpleja.
—Uwyn. ¿Es cosa mía, o me acaba de recordar a tu hermana Melinda?
Uwyn suspira.
—En su defensa he de decir que llevamos demasiado tiempo aquí y que cualquiera se volvería paranoico. Voto por marcharnos de aquí en cuanto las víctimas estén aseguradas.
—No os preocupéis, nos ocuparemos nosotros de ellos. Vosotros podéis quedaros aquí (y os protegeremos) o podéis regresar a la superficie.
La batalla contra Achrya ha acabado, pero había otro evento que al menos tiene preocupada a Miyu: el magnicidio que se supone está cometiendo el grupo de Nathan.
Esperad al siguiente post
Una vez los soldados azurdistaníes han asegurado a las víctimas y recogido los restos de los fallecidos empezáis a dirigiros hacia la salida. Os preguntáis qué ha sido de Nathan y los otros cuando escucháis un estruendo cercano.
—¡En guardia, puede ser el enemigo!
Atravesando una columna y arrastrándose sale una criatura grotesca y deforme, parecida a una elfaraña pero aún más horrenda. Y cubierta de heridas.
La criatura se arrastra a la desesperada mientras una figura emerge de las sombras de forma fantasmal. Se trata de Arkan, quien está empuñando sus cimitarras con una expresión gélida mientras se acerca a la criatura.
—Ahora ella dirá "¡Por favor, ten piedad de mí! ¡Te entregaré mi trono!"— comenta Nathan al lado de Miyu. ¡No le habéis visto acercarse a vosotros! Nizel y Pyros también están allí, en mucho mejor estado que el pelirrojo o el elfo oscuro.
El pelirrojo está lleno de magulladuras, con heridas superficiales y un par de cortes sangrantes de importancia moderada, pero aparte de eso parece estar bien.
—¡Por favor, ten piedad de mí! ¡Te entregaré mi trono!— suplica la criatura grotesca.
—Y ahora Arkan dirá "¡Tú no lo tuviste con mi madre!".
—¡Tú no lo tuviste con mi m...!— se gira hacia Nathan, molesto —¡Deja de hacer eso, maldito capullo! ¡Me pones de los nervios que anticipes lo que voy a decir!
—Rayos, me dais mucho trabajo...
Arkan recobra la seriedad y vuelve a dirigirse a la criatura.
—Voy a serte franco, Akneth. Te odio, te odio profundamente. Me arrebataste mis padres, mi hogar, y tu sombra estuvo persiguiéndonos a mi hermana y a mí todos estos años. No hago esto por venganza. Tampoco lo hago por la justicia, ni por el bien. Mis motivos son bien egoístas: por supervivencia, porque quiero que mi hermana, Maya y yo, y los refugiados a los que he rescatado podamos vivir en paz. Y para ello es necesaria tu muerte.
Arkan se coloca junto a la criatura y la decapita con sus cimitarras, acabando con su vida a sangre fría.
—Y por supuesto no quiero el trono. Eso es poner una diana en tu espalda. Prefiero dejarle ese marrón a tu hermana y ojalá tenga también una muerte horrible, pero eso no será asunto mío.
Tras limpiar la sangre de sus hojas el elfo oscuro envaina sus cimitarras y se acerca a vosotros en silencio. Al pasar junto a Nathan le mira de reojo.
—No tengo nada que decir. Si esto ha conseguido aliviarte no tengo queja alguna.
—Necesito tiempo para comprender qué siento ahora.
Nathan sonríe y no le dice nada más. Acto seguido se gira hacia Miyu y le dedica una sonrisa.
—Veo que habéis encontrado a Farran.
—¡Sí, me salvaron la vida! ¡Ella Eimi y Saya son las mejores amigas del mundo!— exclama mientras abraza a Miyu y Saya.
—Me alegro por ti, Farran— se para frente a Miyu —¿Te encuentras bien, cariño? Parece que has salido ilesa y tengo el presentimiento de que también habéis estado en una pelea gorda.
Uwyn suspira.
—Nena, ¿dejamos que pierdan el tiempo aquí y vamos a la superficie? Temo que Shinji termine de enloquecer.
—¡Quién dices que está enloqueciendo, niño bonito!— ve la cara de Eimi y se tranquiliza repentinamente —Quiero decir, ahora estoy tranquilo, descuida. Tengo 0 ganas de que la canija me destruya como han hecho con esa araña gigantesca.
—Tranquilos, yo tampoco quiero estar más tiempo aquí. Lo que es importante, hay un tema del que quisiera hablar con vosotros. Se trata de Han. Presiento que hay algo siniestro en él y me preocupa mucho.
—Ya te lo puedo confirma yo, Nathan. Su espíritu está corrompido por algo maligno, algo que me recuerda a lo que corrompió a Higokumaru. Nathan, sabes bien a qué me refiero, debes recordar el día en el que Miyu casi se pierde por completo y estuvo a punto de transformarse en esa bestia, hace unos años.
—Lo recuerdo bastante bien, me hizo pasar un mal rato pero finalmente logramos calmar la situación. ¿Insinúas que Han podría transformarse en algo así?
—Si es la misma clase de corrupción, sí. Pero también podemos exorcizarlo. El caso de Miyu fue posible gracias a que mi espíritu estaba dentro de ella conteniendo a Higoku, pero en el caso de Han no hay nada que lo retenga. Dudo que Dave o yo solos podamos hacerlo, serán necesarios al menos 3 exorcistas.
—Lo siento, pero yo no tengo formación en exorcismos. Y dudo que Anabella tenga tampoco instrucción en esas artes.
—Lo que me temía. En ese caso solo queda una opción: invocar a nuestro padre, él era un exorcista excepcional. Con su ayuda podremos exorcizarlo, pero necesitamos que esté inmovilizado y con su espíritu maligno fuera de control.
—Vale. ¿Y qué necesitamos para que ese espíritu maligno esté fuera de control?
—Hace falta que su huésped esté bastante alterado.
—Entiendo. En ese caso parece que se me ha ocurrido un plan. Rayos, cuánto trabajo me dais...— le ruge el estómago —Y tengo hambre.
Logro obtenido: Dar de comer a la araña.
Habéis vencido a Achrya. Obtenéis una mejora y un segundo movimiento de clase.
Podemos seguir roleando un poco más antes de cerrar la escena.
Estoy en tensión, para mi nada ha terminado y me dispongo a ir rapidamente en dirección a Nathan cuando éste aparece con una situación curiosa. Cierro los ojos y levanto la cabeza echando hacia atrás los cabellos, respiro hondo, me he quitado un peso de encima muy grande.
—¡Sí, me salvaron la vida! ¡Ella Eimi y Saya son las mejores amigas del mundo!— exclama mientras abraza a Miyu y Saya.
Abro un ojo para ver a Farran medio segundo «...», lo vuelvo a cerrar sin immutarme.
—Nena, ¿dejamos que pierdan el tiempo aquí y vamos a la superficie? Temo que Shinji termine de enloquecer.
—¡Quién dices que está enloqueciendo, niño bonito!— ve la cara de Eimi y se tranquiliza repentinamente —Quiero decir, ahora estoy tranquilo, descuida. Tengo 0 ganas de que la canija me destruya como han hecho con esa araña gigantesca.
Curiosamente Shinji se altera más cuanto más tranquila estoy.
Sí —estiro mis carnosos labios dibujando una sonrisa sincera—. Ahora sí tendremos tiempo para ver a Lloyd y Sanae con suerte. ¿Crees que podamos ayudarla con su apuesta? —digo bajando la cabeza y acomodando los cabellos donde deben estar, aunque no es suficiente después de la gran batalla.
Enseguida se descarta que vaya a haber un momento realmente tranquilo, sin embargo necesitamos descansar un poco antes de hacer nada.
Necesito descansar y ordenarme. Cuando haya un plan os ayudaré, por supuesto.¿Vamos? —miro a Uwyn con ternura.
Sí —estiro mis carnosos labios dibujando una sonrisa sincera—. Ahora sí tendremos tiempo para ver a Lloyd y Sanae con suerte. ¿Crees que podamos ayudarla con su apuesta? —digo bajando la cabeza y acomodando los cabellos donde deben estar, aunque no es suficiente después de la gran batalla.
Uwyn enarca una ceja.
—Es cierto que ahora tenemos tiempo de sobra, pues el torneo del Coliseo no se reanudará hasta mañana. Pero yo no ayudaría con las apuestas, es un vicio que debería dejar.
—¡Pero qué dices, niño bonito!— replica Shinji —Unas pocas apuestas no hacen daño a nadie. No estoy diciendo de dejar que llegue a volverse ludópata ni nada por el estilo, pero apostar le da más emoción.
—¿Más emoción que unos intensos combates del torneo? Porque ya hemos visto algunas peleas intensísimas, como la de la sirena y Han.
—Buh. Tanto hablar de ese Han. Ese tipo está sobrevalorado, a mí no me llega ni a la suela de los zapatos.
—Yo me he quedado con ganas de más, podría aceptarte el desafío— os sorprende Han, quien se coloca al lado de Shinji.
La reacción del ex-samurai es sorprendentemente tranquila. Normalmente cuando le sorprenden con una fanfarronada se pone nervioso, pero en vez de eso le mantiene una mirada desafiante.
—Nah, no quiero partirte la cara antes de tu duelo con el pelirrojo bonito de la te... de Miyu— Shinji rectifica rápidamente, esperando que Miyu no lo haya escuchado. El muy ingenuo ha olvidado que ella tiene un oído finísimo.
Cuando llegan los demás y se cargan a la elfaraña, mi expresión va cambiando paulatinamente a enojo, hasta que, con los dientes apretados, pongo los brazos en jarra y les grito a los recién llegados:
—¡Mientras nosotros estábamos con este mamarracho ustedes van y se llevan todo el crédito! ¡No es justo!
Me coloco frente a Nathan, mirándolo con el ceño fruncido.
—¿Y qué es eso de anticiparte a lo que otros dirán? Esto es nuevo. ¿Lees mentes ahora? ¿Qué otro secreto tienes que me estés ocultando?
Se produce entonces una conversación acerca de los problemas de Han. En principio no me había importado un bledo y solamente no quería tener líos con él, pero ahora parece que mucha gente inocente podría correr peligro si esa mierda se desata. Será un lío importante.
—Diría de reducirlo ahora mismo y usar Benizakura, así no nos arriesgamos y no ocasiona problemas a toda la gente que hay en el coliseo. No sabemos cuánto aguantará sin que ese espíritu reviente.
Hago una breve pausa y miro a Nathan, ladeando la cabeza.
—A menos que el señorito tenga un plan ya pensado desde el principio y no lo haya querido compartir con nadie porque piensa que nuestros diminutos cerebros no están a la altura de su ser superior y no podríamos de ninguna manera comprenderlo.
—Y sí, Shinji, te escuché. Lo más feo es que te haces el idiota cuando no lo eres en realidad.
—¿Y qué es eso de anticiparte a lo que otros dirán? Esto es nuevo. ¿Lees mentes ahora? ¿Qué otro secreto tienes que me estés ocultando?
Nathan esboza una sonrisa nerviosa.
—Eso lo ha hecho desde siempre, y es irritante que prediga lo que vamos a decir— se queja Arkan —Lo peor es que ahora lo hace sin pudor delante de los demás.
—Vale, de acuerdo, no volveré a hacerlo.
—A menos que el señorito tenga un plan ya pensado desde el principio y no lo haya querido compartir con nadie porque piensa que nuestros diminutos cerebros no están a la altura de su ser superior y no podríamos de ninguna manera comprenderlo.
—¿Cómo voy a tener pensado ya un plan si no conocía todos los detalles? Cuando me habéis explicado se me ha ocurrido uno, pero necesito pensarlo detenidamente. Cariño, créeme que esta vez serás la primera en saberlo cuando lo tenga todo pensado, te lo prometo. Y me ofende que creas que pienso eso de vosotros, jamás pensaría algo así, sobre todo de ti con lo mucho que te quiero. ¿Cómo crees que pensaría algo tan feo de ti?
Nathan chasquea la lengua sobre lo último, le ha molestado que Miyu insinuase eso.
—No te enfades Nathan, yo sí pienso eso de mi hermanita y a pesar de todo la adoro. Pero sí es cierto que molesta un poco que te reserves tus planes.
—Ya dije que pensaba compartirlos esta vez, Saya. Si no lo hago en otras ocasiones es para no involucraros o exponeros al peligro innecesariamente, pero cuando necesito vuestra ayuda os informo.
Shinji siente escalofríos ante el último comentario de Miyu y opta por guardar silencio.
—¿Estáis cuchicheando sobre mí acaso?— pregunta Han sin mucho interés.
—No, discutíamos sobre cómo se ocuparon de ese archidemonio— miente rápidamente el pelirrojo.
—Oh, eso. Fue una pelea patética dejándoos llevar por las emociones. Así es imposible que peleéis al 100%, tenéis que desproveeros de toda emoción humana para sacar todo vuestro potencial. No que os lanzáis al ataque por una idiota que casi se deja devorar.
—¿Perdona? Vale que casi me devoran, pero es que... es que...— Farran pone pucheros y hace circulitos con los dedos índices.
—Ahí estás equivocado, Han. Uno saca más fuerzas de las que tiene cuando tiene algo que proteger.
Han suelta una carcajada.
—¿En serio te crees esa cursilería? No esperaba que mi próximo oponente fuese tan patético.
—Piensa lo que quieras, pero es evidente que persigues como ideal una fuerza vacía y sin sentido.
—¿Vacía y sin sentido?— dedica una mirada gélida al pelirrojo —Bien, comprobemos quién tiene razón en nuestro combate del torneo, y hagámoslo más interesante: no solo predigo que te ganaré y te mataré de forma horripilante, sino que después iré a asesinar a tu novia y a tu hermanita de forma grotesca.
El tono con el que dijo eso Han resulta escalofriante, como dando a entender que podría hacerlo sin problemas. Nathan le responde con una mirada amenazante e intimidante, pues no le ha gustado nada escuchar eso. Miyu puede notar que eso le ha enfurecido mucho y se está conteniendo.
—Tú estás buscando morir muy fuerte, chaval— le advierte Shinji, quien para haber estado quejándose y lloriqueando por tonterías está inusualmente tranquilo ante Han.
—Ni se os ocurra pelear aquí, o tendremos que arrestaros. Y por supuesto acabaríais descalificados del torneo— avisa Tristan.
Nathan se acerca a Miyu al oído.
—Quiero partirle la cara a ese imbécil— le susurra.
Y sin incidentes lográis regresar al Coliseo. Los organizadores del torneo os informan de que las semifinales se disputarán mañana a partir de las 10 de la mañana, por lo que decidís regresar a la posada para descansar tras un día realmente agotador. Un día en el que habéis derrotado a uno de los archidemonios de Nemesis.
Cierro escena. Id diciéndome en el offtopic que segundo movimiento de clase queréis y qué mejora queréis pillar. Creo que Eimi ya me dijo algo así que solo me falta Miyu.
Pasamos a la escena Aventura: El torneo del coliseo (segunda parte)