—Yo no dejé nada atrás cuando partí y en mi viaje no he hecho más amistades aparte de ti— comenta con una sonrisa —Pero siendo muy viajero lo de las cartas tendría que correr por mi cuenta.
Coge una manzana y la muerde.
—Menuda movida lo de ese ladrón. Es una suerte que tú estuvieras ahí para capturarlo.
Digamos que los elfos alcanzan la madurez igual que los humanos pero envejecen el doble o el triple de lentos una vez alcanzan la mayoría de edad. Podrían vivir sin problemas 150 o 200 años cuando un humano vive algo más de 80.
¿Vamos cerrando la escena?
—¿Eh? ¿En serio? —pregunto con asombro. No puede ser que un muchacho tan amable no haya hecho amistades, me es difícil de creer.
Sobre el ladrón, no sé qué decirle, la verdad es que no fui del todo necesaria, a cualquiera se le pudo haber ocurrido mi idea.
—Es una pena, yo quería mantener contacto contigo. Me hubiera gustado preguntarte más cosas, como el motivo por el que viajas tanto o cómo conseguiste ese escudo tan bonito.
Terminadas mis manzanas, emprendo camino hasta la agencia para alquilar un carro.
—El viaje de regreso es corto, me quedaré con ganas de seguir hablando. —Agacho la cabeza—. Es un poco tonto, aún no nos despedimos y ya quiero vernos de nuevo.
—Dije que iba a estar una temporada por Pelidia. Quiero ir viendo poco a poco otros lugares del reino antes de ir de nuevo al extranjero— mira el escudo cuando le preguntas —Pues se lo compré a un herrero de Darentar, no es un escudo precisamente excepcional pero sí de buena calidad.
Cuando vas a alquilar el carruaje te habla Saya.
—"¿No quería Palax que le entregáramos una cosa a la maestra del gremio?"
—Por cierto, Miyu. Siento pedirte algo tan inapropiado, pero... ¿habría alguna forma de que pudiera hablar con tu hermana? No he dejado de darle vueltas y me gustaría hablar con ella al igual que he hecho contigo.
—"¿AAAH? ¿Que este tío quiere hablar conmigo?"— parece muy sorprendida.
Casi olvido lo de Palax xDDDD
—Ay, es cierto, perdona, es que estaba con la cabeza en otra parte.
Pensaba que el escudo sería algo más pintón...
—Sí, sí hay forma. Descubrimos cómo cambiar de lugar hace un tiempo, pero no solemos hacerlo porque me mareo.
Bueno, Saya, si quieres hablar con él, ya sabes lo que tienes que hacer. Si a mí no me dio corte, mucho menos a ti debería, ¿no te parece?
Perdón. Fue un día sin meterme a escribir y ya me olvidé de todo.
Y Saya se intercambia contigo. Raven parece sorprendido y no duda en acercarse a tocarle las orejas.
—¡OYE! ¡Se mira pero no se tocan!— exclama apartándole la mano de un manotazo.
—Lo siento, resultan muy curiosas aunque entiendo que debe ser incómodo que te toquen. ¿Son sensibles?
—Así es.
Ambos se pusieron a hablar y pese al mal comienzo acaban cayéndose bien. Tras un rato vuelves a intercambiarte con Saya y te excusas con Raven pues recordaste que Palax quería entregarte una cosa antes de partir. Esa cosa no es más que una bolsa con diversos dulces para Milene.
El viaje de regreso se hace más breve de lo que te gustaría, dando tiempo solo a otra de las aventuras de Raven. Al despedirte de él éste te indica que residirá habitualmente en una posada junto a la salida este, por si quieres visitarle.
Y al volver al gremio te encuentras con Havoc (el nuevo) haciendo un gesto de victoria frente a Milene, y a su lado está Anabella.
—Fue impresionante, con solo mirarlas hizo que las gallinas se quedasen como paralizadas, y solo tuvo que cogerlas y meterlas en el corral antes de que volvieran en sí. La propia señora parecía muy impresionada.
—Eso me parece muy bien, pero... ¿cómo me explicas los destrozos en su granja?
Havoc deja de hacer gestos y mira con nerviosismo a la maestra.
—Buenooo... digamos que... las gallinas antes no fueron muy razonables.
—Que sepas que te descontaré la recompensa para pagar sus reparaciones.
—¡NOOO!— se tira al suelo y golpea el piso con los puños —¡Maldita sea, así no juntaré dinero!
Milene suspira y cuando dispone a marcharse te ve.
—¡Miyu! Veo que has vuelto. ¿Fue bien tu encargo?
—Es verdad, te fuiste sin mí— comenta Anabella un poco molesta —Para matar el rato tuve que acompañar a éste tío.
Yo también me había olvidado.
Me despido feliz de raven, pero a medida que voy entrando a casa la sonrisa se me viene borrando. Otra vez ese... Entiendo que mi reacción con él fue exagerada, pero él también me hizo daño, ¿qué debería haber hecho?
—Perdona, Anabella, no sabía que querías ir conmigo. —No recuerdo si me lo había pedido, mi memoria últimamente está fallando horrible—. Para el próximo encargo te llamaré.
Por la forma en que me lo comenta, parece que hizo con las gallinas lo mismo que conmigo, ¿qué les habrá hecho ver? Pobrecitas. ¡Ahora vuelvo a estar enfadada con él!
—Maestra Milene, así es; además, la instructora Palax me pidió que le entregara esto.
Y le doy el paquete en la mano.
Y creo que ya sé de qué modo disculparme con Havoc por tratarlo como lo hice.
—Em, perdona, ¿puedo saber cuánto dinero necesitas? Me gustaría poder ayudarte.
Milene coge la bolsa y al ver su contenido el enfado de le pasa instantáneamente. Se marcha dando botes de alegría y canturreando algo.
Te acercas a Havoc y le preguntas por el dinero que necesita. Éste se incorpora y, serio, te mira.
—El suficiente como para comprar una enorme torre maldita y todos los que viven en su zona inferior y mover todo eso a otro lugar muy muy lejano... perdona, no es de tu incumbencia, pero en resumen necesito una fortuna enorme.
—Supongo que es mucho dinero entonces... —respondo bajando la mirada. No me esperaba que tanto, será difícil poder ayudarlo, pero para eso somos un gremio, para ayudarnos entre todos.
Ahora también entiendo por qué ese comportamiento tan feo, está enojado y preocupado.
—Es de mi incumbencia, si te has unido a Pluma de Fénix, entonces somos compañeros y como compañeros nos apoyamos. Si trabajamos unidos podemos realizar misiones mejor remuneradas y más rápido. ¿Cuánto tiempo tienes para reunir el dinero?
—Anabella, no te vayas —agrego inmediatamente, ella también puede ayudarlo, de hecho, podría consultar a Cassandra—. Tomemos una misión de rango B.
No puedo evitarlo, me tengo que meter en todo, pero aquí da la impresión de que mucha gente está en problemas y este muchacho quiere hacer algo al respecto, no puedo quedarme de brazos cruzados, ni aunque no tenga ni pizca de idea de quiénes son.
¿Sigo siendo rango C-?
Havoc no dice nada y empieza a retirarse.
—Agradezco el detalle pero es mi problema, no el vuestro.
Finalmente se marcha. Cuando propones coger otro encargo a Anabella ésta se niega en redondo.
—Ni hablar. Quiero descansar que he estado parte del día persiguiendo esas gallinas del demonio. Menos mal que el novato lo hizo todo tras su intento fallido. O sea, que voy a darme una ducha y a dormir. Ya mañana u otro día miramos otro encargo.
Podemos hacer un salto temporal si quieres y de paso te subimos a rango A.