Suspira aliviada cuando llega Eloril. Además tenía buenas noticias, ya que había averiguado el lugar donde Helen ocultaba el anillo que el duque le había regalado.
-Sí -responde al detective- podríamos aprovechar el hecho de que sale a pasear para entrar en su casa y recuperar el anillo del duque. ¿Creéis que sería buena idea dejar otro anillo parecido en su lugar? Seguro que comprueba a menudo que su preciada joya sigue allí, pero no lo sacará para leer la inscripción cada vez, imagino.
Eloril había hablado de la ama de llaves que iba y venía. No pensaba que fuese a suponer un problema ya que seguro la mujer tenía que hacer mucho trabajo y más en una casa de esas dimensiones.
-Pasado un tiempo prudencial desde que Helen se vaya, podría llamar al timbre un insistente vendedor para ofrecer sus maravillosos productos de jardinería: abono, vitaminas para las plantas, etcétera. Así haríamos salir fuera de la casa a la empleada, pidiéndole ver las flores y entreteniéndola para que recuperar el anillo sea más sencillo.
Auriel tenía bastante sed. Mira instintivamente hacia la puerta con la esperanza de que la amable Marie les trajese algo de beber. El día había sido largo, o esa era la sensación que la elfa tenía.
-Por si se diese el caso de que la señora Garner no saliese como de costumbre se me ha ocurrido que podría sonar el timbre pero esta vez, será un extraño al que pediremos que entregue un sobre con el nombre de Helen Garner, ¿tal vez acompañado de unas flores? La carta debe ser lo suficientemente interesante como para animarla a salir a su encuentro, luego podemos redactarla, pero la escribirá mi hermano. Ya pensaremos en esto y en el cariz del texto si lo encontráis oportuno, que no ha de ser forzosamente sentimental. La Cuando el ama de llaves lo reciba, lo entregará a nuestra esquiva cantante.
-Ella lo abrirá y encontrará una carta de Erandur, citándola en un lugar distinto al parque y que esté algo más lejos para darnos tiempo de entrar en su casa y pasaríamos al punto anterior. Recuerdo que usted dijo -mira al detective- que la señora Garner no llevaría el anillo consigo para no exponerse a que un ratero pudiese despojarla de él, así que seguramente lo dejará en su domicilio. Ah... y por desgracia, Erandur no estará allí cuando ella llegue al punto citado. Esto me interesa por si llegados a este punto no hemos podido recuperar el anillo.
Mira un momento a los demás antes de proseguir. Contaba las ideas tal cual le venían a la mente. Se preguntaba qué pensarían los demás.
-Si Helen no sale a pasear, ni acude a la cita de Erandur, o bien acude pero llevando consigo el anillo, esperaremos a que llegase a casa. Isandrel será quien se presente en su casa y pedirá hablar en privado con ella. Iré sin cochero y le expondré un tema del que hay que hablar con absoluta y máxima discreción, y no será otro que del adorable Erandur retenido y acusado de varios robos que se han cometido en palacio. Evidentemente será un tema que no interesa poner en conocimiento la familia Real, ni por parte de los implicados ni de la cantante, pero los hechos no son favorecedores para el joven elfo. Un emisario se encarga de entregar mensajes, pero no ha razón de acompañar a las damiselas en carruaje para despedirlas hasta su casa, esa no es su función, lo cual causa lógicamente ha podido causar extrañeza entre el personal. Esto, añadiendo que tanto el cochero como yo misma, vimos el tonteo que ambos se traían desdel principio y que luego se apartaron y ella sacó algo del bolsillo de Erandur... en fin. Creo que es más que razonable la sospecha.
-Creo que Helen, a pesar de querer poner en apuros al duque, tiene buen corazón. Por eso se disculpó con mi hermano y por eso su conciencia no dejará que un muchacho inocente pague por unos robos que no ha cometido, y menos aún cuando ella misma ha podido contribuir a que se halle en esta posición. ¿Qué... pena se aplica en un caso así? Lo poco que conozco de este Reino me hace sospechar que serán más crueles que razonables -añade, con franqueza.
-Cuando ella me muestre el anillo, o bien puedo llevar otro en mi mano e intentar dar el cambiazo, o tengo un par de cosas más pensadas. Improvisaré y lo acabaré de pensar con el estómago lleno, si os parece bien.
Sonríe y se encoge de hombros esperando los comentarios de sus amigos.
Un gran plan, y varios planes alternativos a la altura. Es usted igual de fascinante que nuestro objetivo, señorita Súre. Eloril, te aconsejo fervientemente no dejarla escapar. Es una auténtica joya.
Eh... sí, soy consciente de ello - se sonroja.
Cuando empiezas a echar en falta algo para beber aparece Marie con unas tazas de té.
Marie: Imaginé que tendrían sed. También traeré algo de agua por si lo prefieren en vez del vino que tiene el señor Faraday.
Tengo una buena colección de vinos, destinada únicamente para mis experimentos de química.
¿Aún tienes ese Gran Reserva del 480?
Por supuesto, lo tengo reservado para algún experimento especial.
¿Tiene un Gran Reserva del 480? ¡Sólo la botella vacía vale 10.000 de oro! En cuanto Godot ve la expresión de vuestras caras se ríe, y Eloril hace lo propio.
Lo siento, pero es que tendríais que haber visto vuestras caras.
Era una broma, solo uso vino barato y vinagre en los experimentos. Un vino tan selecto merece un momento muy especial. Y llevo algunos años esperándolo - Godot echa mano de su pipa, lo rellena de tabaco, lo enciende y le da una calada honda, tomándose su tiempo (el cual aprovechas para saborear el delicioso té que Marie te sirvió) - Decidido, seguiremos el plan principal y los secundarios de la señorita Súre. Le recomiendo que preparen esa carta. Vamos, os llevaré hasta la sede de Diente de Hidra.
Bajáis a la calle para subir al carruaje, cuando un chico menudo, apenas un poco más alto que tú y que viste ropas modestas y gorra cuya visera tapa sus ojos, choca con Valaren.
Chico: ¡Ay! ¡Lo siento, llego tarde al puerto...! - se fija en el carruaje - Siento esto, pero... ¿podríais acercarme al puerto, por favor? ¡Si llego tarde me echarán del trabajo!
Auriel se sonroja por las atentas palabras de Godot. Aunque el encargo le resultaba divertido, entretenido y Helen le caía bien, no estaba dispuesta a darse por vencida con el dichoso anillo, aunque realmente era tarea difícil.
Por fortuna aparece Marie con agua y té para aplacar la sed de todos. Apunto estaba de dar el primer sorbo cuando casi se le cae la taza al suelo al escuchar la broma del detective, que la había pillado desprevenida.
Ríe cuando desmiente la frase anterior y se relaja por un instante, olvidando no sólo el propósito que tenían en común, sino el horrible porvenir que les había desvelado la visión de Iris.
"Hummm... me pregunto qué será para él un momento especial. Apuesto a que tendrá que ver más con el cerebro que con el corazón."
Sonríe con este pensamiento y tras acordar el proceder con el caso de la escurridiza mente de la cantante, bajan a la calle para dirigirse a la sede del gremio.
Arruga la nariz cuando el chico menudo choca con su hermano. Se acerca a Valaren y le susurra con un tono un tanto gracioso, pero completamente en serio:
-Comprueba que no te falta ni te sobra nada...
Luego mira al muchacho:
-¿Qué edad tienes? ¿Y en qué trabajas exactamente? -le pregunta con curiosidad.
Valaren comprueba sus bolsillos y te dice con un gesto que no le falta nada.
En cuanto preguntas al chico, éste parece ruborizarse.
Chico: ¿Eh? Tengo 25 años y trabajo como estibador. Aunque no lo parezca soy fuerte... en serio... Por favor, si llego tarde me despedirán, y no quiero acabar como siervo de un noble por no poder pagar las deudas...
No sabes de qué habla, pero por la cara seria de Godot no parece ser bueno.
Ley de servilismo... no es otra cosa que la esclavitud legalizada. Todo el que no pueda saldar una deuda o quiera evitar una condena se ve expuesto a acabar como siervo de un noble... un esclavo a todas luces.
¡Eso es una atrocidad más propia de drows! ¿Cómo es posible?
Tras la muerte del rey algunos nobles presionaron mucho para conseguir una ley así. Y al final lo consiguieron. Esto ha provocado que mucha gente pobre acabe al servicio de un noble que puede abusar de ellos cuanto quiera, o que los que quieren escapar de ellos huyan de forma clandestina o se escondan en las alcantarillas. Esto me recuerda... hace poco se está escuchando hablar de la figura del "príncipe de las alcantarillas".
Chico: No quisiera interrumpir, pero me urge llegar al puerto... ¿me van a ayudar, por favor?
Por un momento notas algo raro... como si ese chico... ¡un momento, tiene pecho! Está muy bien disimulado, pero estás segura de que tiene pecho.
Tirada oculta
Motivo: notar disfraz
Dificultad: 25
Habilidad: 14
Tirada: 2 10 10
El dado ha explotado: 2 4 10
Total: 14 +14 = 28 Éxito
El hecho de que Valaren le hubiese dicho que no le faltaba nada, no despejaba ninguna duda a su hermana. Si había sido capaz de llevar un bulto en el bolsillo durante casi un día entero sin percatarse, ¿por qué iba ahora a darse cuenta sin siquiera mirarlo a fondo? Tal vez estaba exagerando pero no le importaba en absoluto pasarse de precavida.
-Disculpad un instante!
Sin mediar palabra, se lleva a su hermano dentro del portal de la casa de Godot:
-Me gustaría que subieses al piso de Godot y buscases a fondo en tus ropas si tienes algún objeto, envoltorio, bulto, lo que sea. En ningún caso quiero que vuelvas a la calle con nosotros. No me fío de este repentino encuentro. Quédate en el piso del detective. Si encuentras algo me lo harás saber tocando la ocarina. Si nos vamos antes y lo encuentras después, escóndelo bien. Vendremos a buscarte, no sé si en cinco minutos o en un par de horas.
Sonríe dando por hecho que a su hermano le parecerá bien lo que le acaba de pedir. Tras ver cómo sube las escaleras se dirige de nuevo a los demás.
-Disculpad, ¿qué decíais? -mira con curiosidad al muchacho. Fijándose bien en él se dio cuenta de que no era un hombre lo que vestía aquel traje, algo que tampoco era de extrañar. Había un par de cosas que le escamaban, y una era que no dejaba ver sus ojos. ¿Qué tendría que ocultar?
-Tranquilo, estáis tan nervioso que no podéis ver ni por dónde andáis -dice sonriendo con un tinte de suspicacia, haciendo alusión al tropiezo que tuvo el muchacho con Valaren.
Mientras pronunciaba estas palabras, la gorra del estibador se eleva de su cabeza y sale despedida a gran velocidad, trazando un par de piruetas hasta llegar a las manos de Auriel, que la recoge entre ellas pero no se la ofrece. Está dispuesta a averiguar de quién se trata y será mucho más sencillo con los ojos y el cabello del desconocido al descubierto.
-Ups! Parece que hay corriente! -arquea las cejas y se encoge de hombros de forma inocente.
Motivo: Telequinesia
Dificultad: 12
Habilidad: 21
Tirada: 4 5 5
Total: 5 +21 = 26 Éxito
Sin dudarlo, Valaren asiente con la cabeza y hace lo que le pediste. En cuanto regresas, aquel chico sigue con Godot. Parece inquieto.
Chico: Ayayay... como llegue tarde me echan del trabajo - cuando le dices que se tranquilice un poco sonríe - Sí, es que dependo de ese trabajo, yo...
En ese momento la gorra sale volando de su cabeza, desvelando un cuidado y largo cabello rojo, y sus ojos suspicaces. ¡Es Helen Garner!
La mujer os mira a ambos con calma, esbozando una sonrisa.
Qué lástima, con lo que me había trabajado el disfraz. Hasta dejé una nota en el escondite que procuré que cierto encapuchado descubriese - mira a Eloril - Ha estado muy aguda, Isandrel, o como se llame en realidad.
Así que sospechaba de nosotros - afirma Godot con una sonrisa. Parece que le encanta esta situación.
Por supuesto. Unos criados no tienen las manos tan cuidadas como las tiene ella - afirma mirándote - Solo por eso pude darme cuenta de la treta. Os seguí el juego, teniendo la audacia de "entregaros el anillo" sin que os dierais cuenta, y una vez me dejasteis en mi residencia pensé en mi siguiente paso. Descubrí que alguien se había colado en mi casa, así que actué y esperé a que se fuera para seguirle, llevándome hasta aquí. Mientras estaban en casa del señor Faraday me puse el disfraz y me preparé para "rizar el rizo", pero creo que me excedí - explica sin perder las formas ni la sonrisa. Es más, parece que esto le divierte.
¿Qué? ¿Me siguió? Mierda, estoy perdiendo facultades...
No se sienta mal, he hecho este tipo de cosas durante muchos, tengo mucha práctica.
Señorita Garner. ¿Sabe por qué hicimos esto?
Por supuesto. El anillo. Le comunico que ya no está en mi poder.
¿Cómo? - Godot parece sorprendido.
Helen esboza una sonrisa audaz.
He ido todo este tiempo por delante de ustedes, señor Faraday. Habría logrado ponerle la guinda al pastel haciendo que ustedes me acercaran hasta el puerto si no llegara a descubrirme ella - afirma mirándote.
A Auriel no le sorprendió descubrir bajo ese atuendo a la señorita Garner. Se mira las manos instintivamente cuando la cantante habla de ellas y escucha atentamente cuanto dice. Una vez concluye, la elfa le devuelve la sonrisa y le responde.
-Era más que posible que usted tomase algún tipo de iniciativa con este asunto, ya que estaba claro que sospechaba de nosotros o no hubiese colocado el anillo en el bolsillo del elfo. El chocar de nuevo con él era demasiado arriesgado y totalmente innecesario. Un guiño divertidamente burlesco pero delatador. Eso sumado al extraño horario de comenzar un turno de trabajo en el puerto, y al exceso de disculpas...
Le habría gustado que hubiese tenido todavía más exceso de confianza y hubiese colocado el anillo de nuevo entre las ropas de Valaren, pero sería mucho esperar. La mira con curiosidad.
-Ya que nos estamos sincerando, ¿por qué no nos deleita con ese plan que nos tenía preparado?
Helen esboza una sonrisa.
Los barcos aquí salen de día y de noche, querida, no es nada extraño - aclara - Sobre lo demás, era el papel de un muchacho hipocondríaco y torpe, pero bueno. ¿Mis planes? Pensaba abandonar Ojo de Leviatán, cambiar de aires. No os preocupéis por el asunto del anillo, he renunciado a continuar con el chantaje.
¿Qué ha... qué?
Sí. Si mi dulce Eduard se ha tomado tantas molestias para arrebatarme el anillo como para llegar a contratar al mismísimo Godot Faraday es porque ese matrimonio que va a anunciar le importa de verdad, y yo no soy tan desalmada. Un amigo de confianza le entregará el anillo, junto a una nota. Tras eso pensaba tomar un transporte nocturno. No se preocupen, sale en un par de horas. No tengo prisa.
Godot frunce el ceño, contrariado.
No... no parece que esté mintiendo... rayos... he sido derrotado... - acaba esbozando una sonrisa - derrotado por una mujer increíble.
Eloril no parece conforme, mirando fijamente a Helen y luego a ti.
¿Y ya está? ¿Cómo sabremos que no es todo mentira y llevas encima el anillo, listo para enviar y montar el escándalo?
Podéis preguntarle a mi amigo, y si algo no cuadra podéis buscarme en el puerto. No me moveré de allí hasta el alba.
¿Puedes decirnos el nombre de ese amigo tuyo?
Helen esboza una sonrisa divertida.
Claro... - Helen hace una pausa dramática, como si quisiera crear expectación - Se llama Raymond Valentine. A estas horas debe de estar llegando a la residencia de Eduard.
Toma falsa:
(...)
¿Puedes decirnos el nombre de ese amigo tuyo?
Helen esboza una sonrisa divertida.
Claro... - Helen hace una pausa dramática, como si quisiera crear expectación - Se llama Raymond Valentine. A estas horas debe de estar llegando a la residencia de Eduard.
Se escuchan unos pasos acercándose a vosotros. Es Raymond Valentine. Helen le mira preocupada.
¿Raymond? ¿Qué ocurre?
Tenemos un problema - enseña su mano, tiene el anillo puesto. Le está tan justo que su dedo parece una morcilla - Me dio por probármelo y me queda tan justo que no puedo quitármelo...
Eloril se lleva la mano a la frente.
En cuanto el máster se entere le va a dar un jamacuco...
Auriel pensó que a Helen le había podido molestar el comentario que hizo. Había pensado no comentar nada, pero ya que la cantante había puesto las cartas sobre la mesa le había parecido cortés hacer lo mismo. De hecho había bordado la interpretación de aquel muchacho, pero precisamente eso había sido un motivo de sospecha.
Sonríe.
-Ha sido usted muy arriesgada, Helen. De hecho, cuando os asignaron vuestra habitación y me retiré a hablar con Erandur en el pasillo, estuve a punto de decirle que se fuese a casa y no volviese a aparecer. No fue porque sospechase nada, sino por apartarle de la incomodidad. La felicito.
Se encoge de hombros.
-Me intriga por qué desea abandonar Ojo de Leviatán. ¿Acaso no fue bien la recepción con la Realeza? -la observa algo extrañada de que hubiera podido ser así- aunque opino que es buena idea cambiar de aires -confiesa. Dado lo que estaba por acontecer, era mejor estar lo más lejos posible.
Asiente ante las palabras de Eloril. Desde luego, todo era posible, pero algo le decía que la mujer decía la verdad. Arrugó la nariz cuando escuchó el nombre de su amigo, nada menos que el arisco de Raymond Valentine.
-Sabe? Se me hace extraño que una persona con su talento y sensibilidad recurriera a chantajear a alguien con el que tuvo una historia tan intensa. Me alegro de que no haga seguido con ello -añade, con tono de alivio-. Por cierto, hubiese podido despedirse felizmente del duque habiendo llevado el anillo usted misma, Helen. ¿Quiere que le demos algún mensaje de su parte?
Auriel aguardaba una respuesta mientras se preguntaba por qué motivo habría entregado la señorita Garner el anillo al hermano de Cassandra.
El camino entre ellos se separaría allí. Esperaría a que Helen se dirigiese al puerto y cuando hubiese emprendido el camino y desaparecido en el horizonte, iría a por Valaren y se reunirían todos con el duque en su casa.
Mientras viajaban hacia allí, añadió algo mirando al detective.
-Tal vez este sea un buen motivo para saborear ese valioso vino. Usted solo... o tal vez acompañado de la causa de su estreno.
Sonríe y arquea una ceja. Estaba convencida que el señor Faraday estaría encantado de compartir aquella botella aderezándola con una interesante conversación de la pelirroja.
Jajajajaja la toma falsa :_D
Helen esboza una sonrisa tras escucharte.
Gracias. No, la audiencia ha ido perfecta, cantaré en su boda. Me sorprendió que lograsen usar a la familia real de la Luz para esto, aquello me hizo ver lo mucho que se han esforzado y que el tema iba en serio. Pero la verdad es que tenía una oferta hace un par de meses que he aceptado hace poco, una vez he decidido dejar el asunto - te escucha con atención cuando menciona sobre su chantaje y su semblante se pone algo más serio - Si lo hice fue porque no creía que ese compromiso fuese en serio, estaba completamente segura de que aún sentía algo por mí y que era una treta para que fuese a por él - en su voz se nota un dejo de tristeza - Puede que no haya sido la mejor forma de comprobarlo, pero ahora sé que va en serio con ese compromiso. Sobre todo viendo cómo intentasteis conseguir el anillo, habéis sido más tenaces que nadie con diferencia.
Siente por un momento la tentación de decirle algo sobre los sentimientos del duque, pero Eloril con la mirada y un leve gesto te pide que no lo hagas. Cuando te ofreces a dejarle un mensaje, Helen esboza una sonrisa.
Gracias, pero no es necesario. Lo que quiero decirle lo dejé escrito en una nota junto a la joya. Bueno, si no necesitan nada más prepararé debidamente mi partida. Ha sido un placer conocerles, eeeh...
Ella es Auriel Súre, el otro elfo era su hermano Valaren y yo soy Eloril Austin.
Helen, al escuchar a Eloril, ríe con ganas perdiendo la compostura por un momento.
Sorprendente, el famoso detective, dos miembros de la alta nobleza élfica y un miembro de una destacada familia de Pelidia han participado en este delicioso enfrentamiento. Ah... por favor, mándele recuerdos a Bernard y a su hermano Aidan... - se gira hacia ti - Qué pena que no vea a su hermano por aquí, he de admitir que es tremendamente atractivo y me habría gustado despedirme de él de forma especial... - suelta un suspiro y sonríe de oreja a oreja - Pero seguro que le habría incomodado muchísimo... ¡jajajajaja! Bueno, aquí nuestros caminos se separan. Ha sido un enorme placer tenerles como rivales, espero que todo os vaya bien.
Helen se despide con una genuflexión y empieza a retirarse, cuando aparece Valaren. Antes de que Valaren pudiese preguntar algo, la pelirroja esboza una sonrisa traviesa, se acerca a él y le da un largo y apasionado beso que le deja sin aliento.
Adiós, mi inocente Valaren - le murmura antes de marcharse acariciando su mejilla con la mano, dejando al pobre completamente mudo.
Después de ver esto, sí que debería descorchar ese vino. ¡Jajajajaja, qué mujer! Voy a por él un momento, lo descorcharemos en cada del duque.
Tras unos instantes todos os subís al carruaje de Godot y vais hasta la residencia del duque Alfard. Al llegar a la entrada sus empleados os dan paso y os conducen hasta el salón. No tarda en aparecer el propio duque, acompañado por una noble. No es precisamente unna mujer muy bella, más bien algo normalita, con un aura de nobleza.
Vaya, habéis regresado. Oh, sí, ella es mi prometida, Raimunda Blessex. Le he contado toda la verdad y se ha mostrado sorprendentemente comprensiva. ¿Habéis... conseguido el anillo?
No, pero diría que está a punto de llegar - afirma Godot con seguridad.
¿Qué quiere decir con eso, señor Farad...?
En ese instante alguien llama a la puerta, y segundos más tarde aparece el mayordomo acompañado por el coronel Valentine. El militar esboza una sonrisa zorruna al veros.
Vaya, vaya... es toda una sorpresa veros aquí. ¿Qué asuntos os trae en la residencia del duque?
El coronel Raymond Valentine, supongo. Por sus manos y la mirada ágil que posee diría que es un excelente espadachín, y su actitud taimada y fría me hace pensar que oculta muchos secretos, posiblemente asuntos de inteligencia. Pero lo siento, me voy por las ramas... estamos aquí precisamente por el objeto que está a punto de entregar al duque: el anillo de Helen Garner.
Raymond muestra una sorpresa mayúscula tras la exhibición deductiva del detective y tarda varios segundos en reaccionar.
Me acaba de sorprender usted, señor Faraday. Sí, tenía que entregar esto al duque.
Raymond le entrega al duque un pequeño paquete y una nota, el cual éste lee para mostrar cierta tristeza en la mirada. Poco después abre el paquete para desvelar que dentro contiene el anillo.
Al final ha cedido. Es una lástima que esto tenga que acabar así... - se gira hacia su prometida, ofreciéndole el anillo - Puedes fundirlo y hacer lo que quieras con él...
Para sorpresa del duque, ella le detiene.
Raimunda: No, debéis conservarlo. Es un recuerdo muy valioso de vuestro pasado, sería injusto pretender que lo enterrarais sin más. Solo espero que algún día me améis tanto o más como en su día la amasteis a ella.
El duque enmudece, sorprendido por la respuesta de Raimunda.
Si... si en algún momento tuve dudas de nuestro compromiso, ahora se han disipado. Quiero casarme contigo, Raimunda. Te quiero, eres una mujer increíble.
El duque y Raimunda se besan y ambos sonríen.
Esto... gracias por recuperar el anillo... habéis tenido éxito donde otros o yo mismo hemos fracasado. No sé cómo agradecéroslo...
A decir verdad, fue la propia señorita Garner quien decidió entregaros de vuelta el anillo. Nosotros solo fracasamos una y otra vez en nuestros intentos de conseguirlo. Tal y como dijisteis, era una mujer formidable, tanto que me ha superado. En cambio, aquí hubo otra mujer que estuvo a su altura - afirma mirándote - La señorita Súre siempre ha estado muy cerca, si no lo ha conseguido ha sido por poco.
Y a todo esto, Valaren sigue mudo.
Tras escuchar los motivos de la joven, un destello fugaz atraviesa la mirada de la elfa. Un brillo casi imperceptible, pero delator para uno de los presentes, quien parecía leer su mente.
Mira con curiosidad a Eloril cuando Helen le envía recuerdos para Aidan y Bernard, preguntándose de qué los conocería.
-Espero que también le vaya bien a usted, Helen. Ha sido un placer conocerla. Un reto cuanto menos inspirador -sonríe con franqueza y le estrecha la mano intercambiando una mirada de complicidad. La pelirroja había sido más avispada que ellos y había ido siempre un paso por delante. Auriel se sentía en cierto modo ingenua a su lado, pero había disfrutado del encargo junto a sus compañeros, y había aprendido un par de cosas.
Ya en casa del duque otros pensamientos alimentaban la mente de la maga. Estaba en un reino tan bello como cruel. Sentía tristeza por el noble, por la cantante y por la futura esposa, que en cierto modo, era un segundo plato... La mujer no era tan despampanante como Helen, y el nombre poco alentador. Sin embargo, a Auriel le agradó que ofreciese a su futuro esposo conservar el anillo, hecho que hacía pensar a la elfa, que aquella mujer tampoco carecía de inteligencia o de sensibilidad. En cualquier modo, le causó buena sensación, mejor de lo que había esperado.
La elfa suspira y sonríe al creer adivinar un final feliz en aquella historia.
Luego escucha al detective y se sonroja levemente por sus palabras.
-Hermano... -se acerca a Valaren un poco preocupada- ¿te encuentras bien?
Valaren se sobresalta cuando le preguntas.
¿Ah? Sí, estoy bien, es solo que... esa mujer me ha dejado impactado - afirma sonrojándose un poco y riendo tímidamente - Tranquila, hermana, se me pasará.
Escucháis el descorchar de una botella. ¡Godot ha descorchado ese vino especial!
¿Es ese vino el...?
Sí, es ése. Lo tenía reservado para otra ocasión, pero no creo que a mi hermano le importe - empieza a llenar copas y después se prepara para brindar - Un brindis porque todo haya salido bien, pese a que no haya sido gracias a mí.
No, señor Faraday, usted ha hecho un gran trabajo.
El detective niega con la cabeza.
No, sin los excepcionales ayudantes que he tenido habría tenido que pensar otra cosa, y quizás aún no estaría resuelto a estas alturas.
Tras brindar empezáis a hablar despreocupados, felices por que todo se haya resuelto. El coronel Valentine es el primero el marcharse, poco después de brindar. Es un misterio el de qué conoce a Helen...
Encargo completado con éxito.
Ganas 500mo* y 5px.
* El pago era de 3.000, pero Diente de Hidra se queda con el 50%, por lo que quedan 1.500 a repartir entre 3.
Ahora te posteo aquí mismo.
Epílogo
Tras pasar un buen rato os despedís del duque y su prometida y os disponéis a regresar a Diente de Hidra. Godot dijo que luego saldría, que le esperarais fuera.
Nada más salir tropiezas y trastabillas. No te caíste gracias a que Eloril y Valaren te agarraron a tiempo, pero te duele el tobillo.
Vaya, se te está hinchando... ¿te duele?
???: Dejadme verlo, por favor. Soy médico - afirma un hombre con gafas, delgado, quien lleva un maletín en la mano y se acerca a ti para examinarte el tobillo.
Claro, por favor... - responde Eloril, mirando intrigado a aquel hombre.
El doctor te examina y procede a aplicarte una crema, un conjuro curativo y después un vendaje. El dolor se ha calmado bastante, pero sigue doliendo.
Ya está. Por suerte es una torcedura leve, con un poco de reposo estará perfectamente mañana, pero debe evitar apoyar el pie.
Gracias, doc... espere... ¿no es usted Henry Wilkinson?
Sí, el mismo. Un momento... ¿eres Eloril? ¿Eloril Austin? ¡Vaya, has crecido mucho!
Así es. Te ves genial. Precisamente estábamos esperando a Godot, de r...
Resolviendo un caso, ¿verdad? Menos mal que puede mantenerse ocupado, me preocupa cuando se aburre. Tiende a hacer cosas que no debería. ¿De qué trata el asunto?
De arrebatarle un regalo comprometedor a una mujer muy inteligente. Cuánto tiempo, Henry.
Te ves bastante bien, Godot. Déjeme adivinarlo, usted le ha ganado la partida.
Godot guarda silencio unos segundos, antes de estallar en una carcajada.
¡Para nada, fue más lista que yo! ¡Qué mujer! Si llegamos a estar cerca fue gracias a esta señorita. Su cabeza es realmente brillante.
Entonces... ¿por qué estáis tan contentos y calmados?
Elemental, mi querido Wilkinson. La mujer al final accedió a devolver el regalo, por iniciativa propia, tras sorprenderse por la iniciativa de nuestra amiga... y quedarse prendada de su hermano.
Valaren se sonroja.
No te la he presentado. Ella es Auriel Súre, mi novia, y él Valaren, su hermano.
Es un verdadero placer. Procurad que no apoye el pie y que descanse. Si para mañana sigue teniendo problemas, id a mi nueva consulta.
¿Nueva consulta? Tenía entendido que la nueva consulta la abriste hace meses...
Y así era, pero el dueño del local ha decidido venderlo y me he quedado sin ella, así que por el momento tengo que ejercer de médico desde mi casa, como pueda. Y eso es muy problemático.
Lamento oír eso. Henry, si quieres sacar un extra, siempre puedes asistirme en mis próximos casos cuando los tenga.
Henry esboza una sonrisa.
Siempre es un placer ayudar en tus casos.
Es una pena que te fueses en aquel momento, me salió un misterio que estuve tratando de resolver durante varios meses, hasta hace pocos días.
¿De qué se trata?
No puedo dar muchos detalles, pero puedo decir que es referente al accidente que mató a Garret Lightshield y a su esposa. Mi asociado investigador debe estar a punto de reunirse con la hija de éstos, Claire Lightshield.
Henry te ayuda a subir al carruaje con el pie en vilo y se despide de vosotros. Godot os lleva en carruaje hasta la sede de Diente de Hidra.
Fin de la escena