Partida Rol por web

Lartius lanza un tajo realmente salvaje que impacta de lleno en Arafinwë y le causa una herida importante en el torso, si bien no ha logrado alcanzarle el hombro. El caballero gatuno retrocede dolorido, le ha dejado muy tocado.

Situación del combate, segundo turno:

Arafinwë (12) - Lartius (50)

Me quedé algo aturdido, me había dado un buen golpe. Era un combate algo duro, tenía que mejorar y desoxidarme aun más. Tras estar unos segundos sin respiración por el golpe, volví a respirar con facilidad y tuve las suficientes fuerzas como para coger el mandoble y golpearlo con todas mis fuerzas hacia Lartius.

Arafinwë lanza ahora un golpe contundente con el mandoble, logrando traspasar el escudo de su contrincante y alcanzarle de lleno, haciéndole mucho daño. El chico de pelo azul no vio venir un golpe tan contundente, le recordó un poco a los golpes salvajes del capitán Altris.

Capitán Altris (desde la grada): ¡JEJEJE! ¡EL GATO SABE PELEAR!

Y de repente... ¡Aleluya! Un poderoso tajo cayó de sopetón, golpeando el pecho del peliazul, que retrocedió unos pasos, sorprendido por tal acción en ese momento. Luego, su sonrisa lobuna se ensanchó, precediendo a una risotada que se pudo escuchar perfectamente por todas las gradas ¡Al fin respondía, y respondía fuerte! -¡BIEN, ASÍ SE HACE, CABALLERO!- Gritó de pura euforia. Eso ya era otra cosa.

El sonriente joven lanzó ahora un tajo de arriba a abajo, empezando por su hombro derecho hasta su cadera izquierda. 

Lartius parece disfrutar del combate, y muestra de ello era que aumentó su sonrisa lobuna. Aquello parecía entusiasmarle, y se animó a lanzar un terrorífico tajo en diagonal que alcanzó de lleno a Arafinwë de arriba a abajo.

El caballero gatuno no aguantó más, aquel golpe fue terrorífico, y se desplomó inconsciente.

El combate finalizó, y había un vencedor: Lartius Agnis.

Suzy fue rápidamente a atender las heridas de ambos, y restablecer su salud por completo.

El golpe me había dado por completo y había perdido del todo el combate. Ha tenido mucha suerte, la próxima vez no se irá tan fácil. Cuando recibí el golpe caí al suelo abatido. Tras unos segundos allí, se dictó el ganador. Yo cabizbajo me intenté levantar, pero casi no pude. A duras penas conseguí tras algunos segundos de intentar levantarme, ir hacia la enfermería y allí me curasen por completo.

Aquel último golpe fue demoledor, embriagado por la sed de sangre que tenía. Un ataque que hizo que su oponente cayese en redondo al suelo, sin posibilidad de volver a levantarse, al menos no a tiempo. Lo observó durante unos momentos, el combate había sido flojillo hasta ese último golpe, pero la última intentona del caballero gatuno no estuvo nada mal. 

Luego fueron a la enfermería, donde la sanadora les curó. Mientras les estaba atendiendo, el peliazul se giró hacia Aranfiwë, esbozando su clásica sonrisa lobuna.- Muy buen golpe, realmente lo he sentido. - Asintió sonriente. Para él, aquello que había dicho era todo un halago. 

Una vez fueron curados por completo, el peliazul estiró los músculos y se marchó hacia las gradas, dispuesto a ver los combates de los demás, teniendo especial interés en uno, el de Dainn.