Assan tomó el panfleto para echarle un vistazo mientras escuchaba a Sho.
Matones, ¿eh? comentó esbozando una sonrisa divertida. De esos me he merendado a patadas en mis años como fuller.. se calló, miró a los presentes carraspeando. Como gondolero.. para pagar mis estudios.. en.. el Reino de... ya sabéis.. mientras se metía en un berenjenal él solito se le iba apagando la voz, como si de aquella forma echara balones fuera.
¡Bueno! Pues parece que tenemos trabajo, ¿no? Mi bolsillo agradecerá un poco de dinero contante y sonante. y muchas deudas que pagar.
De repente de arriba se escuchó el correteo felino equivalente de una carga de caballeria, algo romperse contra el suelo y la voz de alguien que maldecía en todos los idiomas de los Seis Reinos. Assan palideció.
Vamos.. vamos.. no hay tiempo que peder, esa taberna no se va a librar sola..
Arqueé suavemente una ceja ante el saludo del hombre, sin entender muy bien por qué sonreía tanto.
-Es un honor, Assan- dije. Luego esperé a que Sho le mostrara el panfleto del encargo, apoyando mi mano en el mango del hacha, y con la espalda completamente recta. El Alquimista hizo un par de comentarios, aunque no añadí nada. Al fin y al cabo, ¿para qué hablar por hablar?
Fruncí el ceño y alcé la vista al techo cuando se escucharon pequeños pasos de animalitos correteando por el piso de arriba. ¿Pero qué...? No obstante, como Sho me explicó lo de la Tríada de mininos, supuse que se trataba de gatitos. Me encogí de hombros y miré a Assan cuando dijo que nos pusiéramos en marcha -Vayamos pues. Cuanto antes terminemos, mejor.
Y así fue cómo Abrahel y Assan se encaminaron hacia su primer encargo con la compañía del experimentado Sho. Lo que ellos no se esperaban es que el encargo fuese tan "peculiar".
Fin de escena.
Abrahel, te doy 13px y 1PH por el incidente con Brickeye ("¡donde pongo el ojo pongo la argamasa!")
Assan, te doy 1px por no dejarte sin nada ^^u
Lo anoto todo en vuestras fichas