Partida Rol por web

Elyniel te detiene cuando te disponías a entrar.

 Alto ahí. La cosa no es tan simple. ¿Dices de entrar sin valorar la situación? Imagina que tras entrar nosotros entran más troles que vienen de cazar, cortándonos la retirada. Sería nuestra muerte. Por eso necesitamos un plan, plan que el muy cabezota ha enviado al garete.

Seth asiente con la cabeza. Maya parece muy irritada por la situación.

 Como por su culpa no consigamos la lágrima para Keyleth, juro que lo mataré...

En ese momento se ve una figura acercarse rápidamente hacia vosotros, desde el interior de la cueva.

 ¡¡¡CORRED, QUE SON DEMASIADOS!!! - exclama saliendo de la cueva como una exhalación, evidentemente asustado.

 ¿PERO QUÉ ESPERABAS, IMBÉCIL? - le grita cabreada.

Observas hacia el interior de la cueva, pero no ves nada salir de ella. Entonces sentís un estruendo que sacude toda la zona, y lo más profundo de la caverna se ilumina brevemente. Todos estáis conmocionados.

 ¿Qué rayos ha sido eso?

- ummm... digo pensativo al escuchar la reprimenda de Elyniel ...Bueno ahí no te lo puedo negar. Tu razonamiento es mucho mejor que el mío porque tienes más experiencia que yo en estas cosas, pero pensar que todo se ha ido al garete porque fallo la planificación es un poco exagerado. Digo relajado y despreocupado  y escucho a la preocupada Maya …Ya ya, Maya. Tranquilízate. Matarlo tampoco solucionara nada, nos es más útil vivo que muerto.  Además no es que no tengamos oportunidad de vencer, solo que tendremos que esforzarnos más para lograrlo. Aun así es más divertido de esa manera. Si tanto te preocupa, mejor idea un plan relámpago… Digo sereno a Elyniel.

Pero cuando pensábamos que hacer, una figura sale de la cueva acercándose rápidamente lo que hizo que me alertara un momento hasta que escuche sus gritos, Ese Frank si que sabia correr, lo que hizo que sonriera burlonamente y complementado con el grito de Maya al asustado hombre me hizo parecer que era una situación bastante divertida.

De un momento toda la diversión desapareció con un estruendo que salió de la cueva a la cual miraba tratando de pensar en una idea. La idea surgió en esa crisis, sea lo que sea que genero ese grito y ese destello debía ser peligroso. Mi rostro de lleno de seriedad y preocupación que se reflejaba claramente.

- No se. Pero sea lo que sea sonó grande y peligroso. No podemos dejar que esa cosa salga o tendrá la ventaja. ¿Por qué no usamos la entrada de la cueva para reducir sus números a números más manejables? Miro a Elyniel consultándole y esperando la opinión de los demás Lo digo porque somos pocos y la entrada de la cueva puede funcionar como un embudo, así sus números no significaran nada y si la cosa se pone fea podemos escapar, ¿no? Digo serenamente consultando a Elyniel.

Algo sale de la cueva. Se trata de un trol de roca, con serias quemaduras, quien se desploma inerte. En su espalda tenía clavada una espada de bellísima factura y un brillo de lo más misterioso. Podéis sentir su enorme poder.

Al cadáver se acerca un individuo de cabello castaño oscuro, con coraza de adamantita y un escudo de escamas de dragón a su espalda. Arranca la espada del cadáver, lo blande en el aire y lo guarda en la vaina demostrando gran destreza con el arma. Os mira brevemente sin daros demasiada importancia.

 He exterminado a los troles... - comenta escuetamente mientras empieza a alejarse, dando la sensación de que no busca conversación alguna.

Maya avanza un par de pasos hacia aquel misterioso hombre.

 ¿Quién eres?

El tipo se detiene y se gira hacia Maya.

 No creo que os importe, la cuestión es que el bosque ya está libre de troles.

Y con esas palabras se despide de vosotros levantando la mano y se va.

 Vaya hombre más misterioso.

 Y tanto, sobre todo con su espada irradiando un poder descomunal... pero bueno, lo importante es que ya no hay troles, la dríada nos dará la lágrima.

 Sí, mejor regresar cuanto antes. Vuestra amiga elfa paladín necesita ese ingrediente urgentemente.

Regresáis al árbol, donde la dríada se asoma para daros las gracias pese a que fue otro hombre el que hizo la parte del trabajo.

Dríada: La verdad es que fue culpa mía, no me acordaba de que el campeón de Mistandor estaba por aquí - por su mejilla recorre una lágrima, la cual recoge con el dedo y se lo acerca a Maya, quien lo guarda en un pequeño frasco - Espero de corazón que salvéis a la hija de Adlanniel. Y gracias por limpiar el bosque.

La dríada, tras entregar la lágrima vuelve a meterse en el árbol. Os despedís de ella y empezáis el camino de regreso hacia el gremio.

A pocos metros de salir del bosque y regresar al camino, Elyniel cae abatida por una flecha en su pierna.

 ¡Arg! ¿Qué diablos...? - Elyniel se queda muda al ver la flecha, una flecha con la punta de hueso y plumas grises.

???: Has perdido facultades, hermana - la voz procede de uno de los árboles, donde veis asomado un siniestro elfo.

Maya carga un conjuro y se prepara para atacarle.

 ¡No, detente! ¡Es mi hermano! - mira hacia el elfo - Ionarth...

El elfo niega con la cabeza.

 Te has vuelto patética, Elyniel. Aunque es de esperar para nadie que no quiere seguir la Caza Salvaje y acabó desterrada por padre.

 ¿Qué quieres, Ionarth?

 Oh, solo he venido a saludar y dejar ver que soy el cazador superior de la familia. Sí, desafié a padre para ser el Gran Cazador Salvaje, y le cacé. Ahora su cabeza adorna una estaca en nuestra arboleda. Ah, también estoy para decirle a tu amiga drow que sus hermanas le envían saludos.

 ¿Qué? ¿Eres otro despiadado mercenario del Reino de las Sombras?

 Llámame mercenario o el juguetito de Akneth... sí, soy el preferido de la emperatriz. De todos modos, estoy buscando a ese traidor de la armadura de oricalco, no debería perder más tiempo con la basura.

Maya trata de lanzarle un relámpago, pero el elfo ya había desaparecido entre las ramas de los árboles.

 Qué desagradable el tío - comenta Franky antes de ayudar a Elyniel a levantarse, y cargarla sobre su espalda - Tranquila, Franky Hawkins te ayudará.

 No intentes ligar conmigo.

 Para nada. He notado en tu olor algo familiar... el de un amigo. ¿No será Elros tu novio, verdad?

 Sí...

 Entonces te ayudaré, y de paso iré a vuestro gremio. Si me ve os apuesto a que me partirá la cara - se ríe.