Siguiendo los consejos de Keira, me centré en la densa sombra que nos rodeaba para intentar manipularla y crear con ella un par de garras que triplicaba el tamaño de mis manos. —Guay— asentí emocionada.
—Bien, al lío— esta vez pensaba luchar sin la ayuda de la 7 runas. Quería medir mi propia fuerza física.
Al principio calenté un poco dando saltitos hacia los lados, desplazándome lateralmente mientras observaba a Keira. Luego, me lancé a por ella con un grito de guerra.
Motivo: A pelear
Tirada: 2d6
Dificultad: 17+
Resultado: 8(+5)=13 (Fracaso) [3, 5]
Venimos con los dados (se lamenta)
Serían 2d6 + 5 (físico), ¿no? Seguro que no es así y ya se me ha olvidado cómo dijimos que funcionaba... Y por eso vienen bien los entrenamientos xD
(dejo la tirada por si acaso)
Tras calentar y prepararte te lanzas a por Keira. empezáis un intercambio de golpes bastante frenético, y de vez en cuando ves cómo Keira se desvanece en las sombras para aparecer detrás de ti.
—¡Tú también puedes hacer esto!
Seguís intercambiando golpes y no tardas en pillarle el tranquillo hasta que Keira invoca unos tentáculos de sombra para intentar apresarte. Por instinto y puros reflejos logras evitarlos.
—Buen trabajo. Ahora trata de hacer tú lo mismo. Haz lo que se supone que la Reina de las Sombras debería ser capaz de hacer.
+10 (+5 +5). Cuenta también la habilidad combate.
—Reina de las Sombras...— paladeé el título. Era la primera vez que era reina de algo, que era poderosa por mí misma (o por mi apetito).
Bajé los brazos y extendí las palmas hacia arriba, permitiéndome sentir esa extraña sensación que recorría mi cuerpo. La Reina de las Sombras...
De las sombras no salieron tentáculos, en su lugar se inundaron de ojos rojos y bocas llenas de dientes, clavando todos ellos la mirada en Keira.
La oscuridad se fue cerrando en torno a su figura proyectada, dejándole sin vía de escape posible.
Motivo: Vamos a ver
Tirada: 2d6
Dificultad: 17+
Resultado: 10(+10)=20 (Exito) [6, 4]
Los ojos y bocas arrinconan a Keira y la tienes atrapada.
—Vale, me rindo. ME RINDO— cuando retiras las sombras silba —Fiu, no me esperaba ésa.
—¡Eso ha estado muy guay, mami!— exclama Reiko emocionada, acompañada por Emily y Lloyd —¿Cómo has hecho eso? ¿Y quien es ella? ¿Se come?
—Ah, rayos, tu hija de un futuro alternativo...
Me costó un poco salir de ese estado eufórico y poderoso a partes iguales, pero al final las sombras se esparcieron y retiraron.
Tomé aire mientras me tranquilizaba.
—No ha estado mal. Me gusta— me sentía de nuevo a la altura de lo que se esperaba en el gremio.
Giré la cabeza cuando oí la voz de Reiko, venía acompañada de los otros dos muchachos de uno de los muchos futuros. (¡Eh!, empezaba a entender un poco el kit de la cuestión).
—¡Ah! ¡Hola! No, no se come. De hecho, ya me la comí yo— solté una pequeña carcajada y me acerqué al grupito. —Ella es Keira, o al menos una proyección de ella. ¿Qué hacéis vosotros aquí? No sabía que Eimi también os había dado carta blanca para entrar al gremio portátil.
Reiko infla los mofletes.
—¡Pero si hasta duermo contigo a veces, mami!
—Es de lógica que podamos dormir y pasar el rato aquí, y dudo mucho que dejara fuera a su hijo de otra línea temporal.
—Espero que no tengas pegas con que yo también esté por aquí— os interrumpe Istar, la lamia.
Está con su verdadera forma con la cola de serpiente y en su mano izquierda porta una bola de cristal que te resulta familiar. Entonces recuerdas a la anciana que vaticinó que te meterías en un triángulo amoroso complicado.
—Ah... Uhmm... Pues supongo que tenéis razón— me encogí de hombros como quien no quiere la cosa.
—Creo que ya está bien de entrenamiento— estiré las extremidades hasta que noté ese agradable crujido. —Bien, ¿comemos algo? ¿Hay algún otro encargo interesante?
Mis ojos se clavaron entonces en la bola de cristal que llevaba Istar (lamia de la que posiblemente olvidara su nombre en no tanto tiempo) y me lancé hacia ella para tomarla entre las manos. —¡Ah! ¡Esta maldita cosa vio mi futuro! Es mejor no preguntarle nada, hace que te rayes más...
Istar parpadea un par de veces.
—Ya veo, te topaste con otra vidente y su predicción te causó problemas. Tranquila, yo solo veo lo que ha pasado y lo que está sucediendo, y lo puedo mostrar con esa bola— recupera su bola de cristal —Me agrada la idea de ir a comer algo.
Volvéis al comedor de la posada y comprobáis que todo está más tranquilo de lo normal. Cesar está en la barra limpiándola con un paño húmedo.
—Ah, ya estás aquí de nuevo, Anko. Tranquila, con lo que recuperasteis podré prepararos algo. Sentaos mientras voy a ello.
Tomáis asiento para esperar a que la comida está lista cuando abre la puerta de par en par Bianca.
—¡Ya estoy aquí!— exclama enérgica.
Raudo como un rayo, Lloyd se abalanza sobre ella para abrazarla y la maga forcejea para quitárselo de encima, pòniéndole un pie sobre la mejilla.
—¡Bianca, estás viva!— exclama emocionado.
—¿Pero quién demonios eres? ¡Quita de encima o te chamusco! ¡Ayudadme, un niño intenta violarme!
—¡Yupiiii!— me agradaba que por primera vez en mucho tiempo el tema de comer no fuera acompañado por una negativa. Al fin podría ponerme las botas como los dioses mandan.
—¿Pero los videntes no eran los que veían el futuro?— siempre había pensado eso. Parpadeé mirando confusa a la lamia. —Bueno, puede ser útil en el campo de batalla o para encontrar a alguien, supongo— saber el pasado también era más problemático que de ayuda, así que no me interesaba demasiado.
Entonces llegó Bianca y el chico prácticamente le hizo un placaje. —Oh, mira qué cucos— apoyé mi mejilla en la mano mientras tomaba un sorbo de agua. —Bianca, este chico es el hijo de Eimi, o eso entendí. Supongo que conoce a otra tú o algo de eso.
—¡Ah, lo había olvidado! Lo siento mucho (por favor, no me calcines...)— se disculpa quitándose de encima.
Bianca se reincorpora, se sacude el polvo de su túnica y le mete tremendo gancho de derecha a Lloyd, derribándolo.
—Estás perdonado— dice con calma antes de tomar asiento —Tengo mucha hambre. ¿Hay algo para comer?
—¡SÍ! Por cierto, ¿cómo te va con el tema de tu papi?
—Ah, sí. Mamá Keyleth me acaba de informar de que le han absuelto, y que el rey ha prohibido al Puño de Plata que vuelvan a molestarle a él o a cualquiera de su familia. Mamá podrá contaros las cosas con más detalle, pero básicamente ya no tendrá que esconderse más. Mamá y papá han ido a informar a Kathandrix y Kiara.
Lloyd llega hasta la mesa arrastrándose y trata de incorporarse pero apoya una mano en la pierna de Bianca... quien le asesta un gancho de izquierda.
—No esperaba que el hijo de Eimi fuese un pervertido... tsk.
—Lo sientoooo... ha sido sin quereeer...— dice desde el suelo, aturdido.
Reiko se levanta de un bote.
—¡Esto hay que celebrarlo! Voy a mirar los encargos que hay en el tablón.
Reiko no tarda mucho en regresar con 3 folletos.
Buscar gatito perdido. Contacto: abuela Bufford. Zona: zona residencial Paga: baja |
Animar amigo deprimido. Contacto: Ryuk Dienteafilado. Zona: zona residencial Paga: alta |
He perdido mis lentillas. Contacto: Lendil Blackroot Zona: puerto sur Paga: media |
—¿Entonces se acabó la pesadilla con esos desgraciados del Puño de Plata? ¡Toma ya! Aunque ni me acordaba de ellos ni de que Nathan estuviera en prisión...
Sonreí con despreocupación. —Lo importante es que pueda volver todo a la normalidad, al menos por esa parte.
Me acerqué a Loid para ponerlo en pie y sacudirle la ropa, alisándola y quitándole el polvo en dos manotazos. —¡Arreglado!— pobrecito, con esa carita de bueno y no dejaba de recibir.
Reiko había ido a mirar el tablón y no tardé en unirme a ella.
—Ooohhh pobre gatito, ¿lo buscamos?— quitando la paga, en importancia de misiones para mí, era la más urgente.
—¡Sí, yo me apunto! ¿Queréis venir vosotros también?
—No creo que a tu madre le sea conveniente que vayamos muchos si la paga es escasa. Cuantos más seamos menos se llevará.
—Oh... igual a lo mejor prefieres ir sola. ¿No, mami?
Escoge a quiénes quieres llevar (pueden ser ajenos a los presentes ahora, te comentaré si están disponibles o no).
—No es por la recompensa, pero la verdad es que creo que me irá bien ir sola esta vez. No parece algo complicado y necesito despejarme un poco— acaricié la cabeza de Reiko sabiendo que quizás se sentía decepcionada.
A ver qué tal sola :3
Reiko te mira fijamente, infla los mofletes por un momento y luego vuelve a la normalidad.
—Ah, en ese caso me iré a contar pelusas.
—Como quieras. Cuando necesites algo ya sabes dónde estamos.
Los chicos se retiran nuevamente hacia el gremio portátil mientras tú te encaminas hacia tu contacto.
Cerramos escena. Ahora te creo otra nueva.