Partida Rol por web

- Descuida, pienso dar lo mejor de mí mismo - afirma el cronomante desenvainando su katana.

Lex: ¿Todo listo? ¡Que empiece el combate!

- ¡ANTICIPAR! - exclama Sheppard para lanzar el conjuro y aguarda con su arma en ristre.

Sumiko sale disparada hacia Sheppard. No serás el único que peleará dando el máximo! Llega hasta el lanzandole varios ataques de forma frenética, utilizando su mano derecha para distraerle haciendo que baje la guardia mientras lanza un ataque a su cuello con la mano Izquierda sin mucho efecto dejandole hueco a nivea por si entra en combate cerrado utilizazr los flancos del cronomante como una desventaja contra el

Sumiko consigue asestarle un golpe, causándole un poco de daño.

Nivea, mientras tanto, se prepara para lanzar un conjuro.

- ¡Arma de fuego! - su arma se envuelve en llamas, lista para causar daño masivo.

Sheppard: No está mal... pero a ver qué hacéis con esto... ¡DUPLICAR!

¡De pronto son ahora 2 Sheppards, y los dos atacan al unísono a Sumiko, causándole serias heridas!

- ¡Sumiko, cuidado! Maldita sea, no esperaba que conociera ese conjuro...

Maldita sea, eso es trampa! pero yo tambien sé! utilizaré técnicas enseñadas por mi Maestra Akane! Sin mas palabras y en un rápido movimiento, corta la parte de arriba del Bikini dejando al descubierto sus atributos con la esperanza de que se distraiga y le intenta endosar dos rápidos ataques al Sheppard clavandole la segunda daga casi hasta la empuñadura al que está entre el y Nivea- Acaba con este, rápido!

Sumiko se corta el bikini par aitnentar distraer a los Sheppards con sus encantos, mientras Nivea intenta aprovechar el momento... para desgracia de ella, Sheppard tiene muchísima experiencia en combate y no sólo no presta la menor atención a la treta de Sumiko, sino que encima esquiva el ataque de Nivea y se permite el lujo de lanzarse un conjuro curativo y se sana.

Es una lástima, si bien la distracción no había funcionado, la puñalada de Sumiko le había causado muchísimo daño... y de atinar Nivea le habrían puesto en serios apuros...

- Lo siento, pero eso no es suficiente... - dicen los dos al unísono.

Una de las copias de Sheppard ataca a Sumiko, pero estaba en mala postura tras ejecutar el conjuro y falla. Pero el otro Sheppard no lo hizo, asestándole 2 tajos certeros haciendo que la ladrona cayese inconsciente y malherida.

Lex: ¡Sumiko está fuera de combate!

Los dos Sheppards miran a Nivea, quien observa con impotencia la situación... era un dos contra uno.

Nivea: Maldición...

- Permíteme un segundo - interrumpe uno de los Sheppard, quitándose la chaqueta para ponerla sobre el cuerpo de Sumiko, tapando su torso - Ya podemos continuar...

- Maldita sea, no fui lo suficientemente lista... - se lamenta antes de atacar a uno de los Sheppard con contundencia, logrando causar el suficiente daño como para que se desvanezca.

¡Ahora tiene a Sheppard bastante tocado! Pero el cronomante, experto en combates al límite, vuelve a lanzar un conjuro de sanación y se recupera bastante, antes de atacar a Nivea, asestándole un golpe directo.

Nivea contraataca, pero no logra alcanzar nuevamente al cronomante.

Sheppard: ¡DUPLICAR!

Sheppard vuelve a dividirse en dos y ataca al unísono a la guerrera arcana, quien solo consigue ver cómo le llueven golpes por ambos lados en una serie de despiadados ataques, hasta que finalmente cae inconsciente la guerrera arcana.

Lex: ¡Nivea fuera de combate! ¡VENCEDOR SHEPPARD!

Las sanadoras y el propio Sheppard se encargan de sanar a ambas contendientes, si bien el cronomante acaba sin maná.

Sheppard: Nivea, estuviste un poco torpe. Pudiste hacerlo mejor

- Lo sé - dice sin más, retirándose sin mostrar emoción alguna.

El cronomante se acerca a Sumiko, quien está de pie con la chaqueta encima.

Sheppard: Casi consigues ponerme en aprietos con esa puñalada - sonríe afablemente. Sumiko no recuerda haberle visto sonreír así nunca. Será cosa de descubrir que tiene hijos, supone.

Mira a Sheppard algo enfadada. -Eso de desdoblarse es trampa. le saca la lengua y le devuelve la chaqueta y de la que pasa a su lado dice de forma muy baja y audible solo para el. -Supongo que sabrás que me vengaré de algún modo..... Se dirige a la grada, al lado de Lartius todavía semidesnuda y se abraza a el medio llorando. -Snifff.. ha hecho trampas...... sniffffff

Antes de que Sumiko se retire, Sheppard le revuelve el pelo de forma paternal.

- Vamos, no te enfades Sumiko. Peleaste muy bien, deberías estar orgullosa - sonríe antes de retirarse también a las gradas.

- ¡Tras un increíble concurso de talentos, damos paso al último y más esperado duelo de promoción! Por un lado tenemos a los hermanos Aldren. ¡Nizel Aldren, el mejor arquero del Reino de la Luz, portador del arco maestro y miembro del Pacto del Dragón, es frío, preciso y letal!

Para el duelo le apoya su hermana, Lady Keyleth Aldren, la Paladín Esmeralda. Pura elegancia y amabilidad, es una elfa sorprendentemente dura y hábil en el combate cuerpo a cuerpo. Pese a no llevar ni un año en el gremio se ha hecho notar y promete. Ambos son hijos del general Aldren, y desean demostrar que están ahí por méritos propios y no por el apellido...

Lex hace una pausa dramática.

- ¡Pero su contrincante de hoy muchos le conocéis! ¡Es una verdadera máquina de destrozar enemigos! ¡Imparable en el cuerpo a cuerpo cuando empuña su katana maestra de oricalco! Lleva en las venas la sangre del gran héroe Lord Celdric. ¡¡¡EL GUERRERO MÁS FUERTE DEL GREMIOOOOO: NATHAAAAAAN FILOFIRMEEEEE!!!

Por un lado aparecen Nizel y Keyleth. El primero lleva una armadura de cuero, un par de cimitarras élficas colgando de su cinto, empuña su arco de oricalco y en la espalda lleva un carcaj repleto de flechas de plumas negras. Keyleth lleva encima su armadura color esmeralda, un escudo élfico mediano y del cinto cuelga su espada de hoja blanquecina y con inscripciones rúnicas en la hoja, de hermosa factura.

No tarda en aparecer Nathan, con su atuendo de cuero y su katana maestra de oricalco, mirando fijamente a los hermanos Aldren.

Todos presienten que este combate va a ser memorable...

Nizel: Recuerda, Keyleth. Trata de llevar la iniciativa y no dejes que lance danza del viento.

Keyleth: Entendido, hermano, no me contendré. Por lo que me has contado es un monstruo terrible en combate.

Nathan observa a los hermanos, concretamente a Keyleth, inmóvil y en silencio.

Lex: ¿Estáis listos?

Nizel y Keyleth: ¡Sí!

Lex: En ese caso...

Milene: ¡UN MOMENTO! Voy a darle algo de emoción al combate.

Milene conjura una pequeña gota de agua, y lo lanza hacia Nathan, quien al instante experimenta cómo su aura de dragón se activa, viéndose envuelto en llamas y rayos, notando cómo su vigor y sus fuerzas aumentan. Se le puede escuchar conteniendo un rugido.

Nizel: ¡¡¡MIERDAAAAAAAAAAAAA!!! ¡ACASO QUIERES QUE NOS MATE, MAESTRA MILENE!

La maestra del gremio se ríe.

Milene: Un duelo de promoción no debe ser algo fácil, sino un reto que superar. Tal como estaba la cosa el combate estaba un poco a vuestro favor.

Nizel: Pero... pero...

Keyleth: ¡Estoy conforme, maestra! - asevera la paladín, antes de dirigirse hacia su hermano - He visto los otros combates de promoción, y ninguno ha sido un paseo de rosas. Tranquilo, venceremos.

La elfa paladín observa a Nathan y sonríe confiada. Él esboza una sonrisa audaz al ver su actitud.

Nathan: Eso me gusta - desenfunda su katana y se coloca en guardia.

Lex: Ya que está todo listo... ¡QUE EMPIECE EL ÚLTIMO DUELO DE PROMOCIÓN!

Nada más dar comiendo el combate, Nizel arma y dispara una flecha que vuela directo hacia el pecho de Nathan.

Nathan: ¡DANZA DEL VIENTO!

El dracónico se envuelve en un aura de viento que intensifica más aún su aura de dragón, y la flecha al tocarla acaba desintegrándose.

Nizel: ¡Maldición! ¡Necesito flanquearle!

Keyleth: ¡Entendido!

Keyleth se lanza para hacerle frente a Nathan, pero éste la sorprende con su siguiente movimiento.

Nathan: ¡LUZ FLOTANTE!

¡El dracónico ha generado una esfera luminosa, cegando a la paladín!

Keyleth: ¡GIAAAAAH! ¡NO VEO! - dice apartando la cara y tratando de recuperar la vista. Puede notar cómo Nathan pasa a su lado  intenta dar un espadazo a ciegas, sin éxito.

Nathan llega rápidamente hasta Nizel, quien se ve obligado a desenfundar sus cimitarras para entablar combate cuerpo a cuerpo... y se ve rápidamente desbordado, retrocediendo con cada golpe de su contrincante.

Nizel se defiende como puede de los ataques de Nathan, aunque se ve incapaz de contraatacar. Además, cada vez que bloquea la katana, su contrincante se las apaña para asestarle alguna patada o codazo. El elfo está cada vez más magullado y debilitado, es excesivo para él tratar de enfrentarse a Nathan en solitario.

El dracónico pelirrojo vuelve a lanzar otro ataque,y esta vez consigue desarmar y derribar a Nizel. Está a su merced.

Nathan: Este duelo se acaba aquí para ti, Nizel - sentencia alzando la katana para asestarle el golpe final... ¡pero Keyleth le golpea con el escudo haciéndole retroceder!

Nizel: ¡Hermana! ¿Estás bien?

Keyleth: Sí, vuelvo a ver medianamente bien... siento haber tardado tanto.

Nizel: No te preocupes...

Nathan vuelve a cargar, esta vez contra Keyleth, pero ella repele el ataque y se prepara para contra-atacar, pero entonces nota que golpea algo con el escudo y suena un ¡CLONK! seco. La elfa paladín se gira lentamente y ve... ¡que ha golpeado en la cara a Nizel sin querer con el escudo! Éste, tras tambalearse unos instantes, cae como plomo al suelo, inconsciente.

Keyleth: ¡NO! ¡Nizel! - dice, incrédula al comprobar que ha noqueado a su propio hermano.

Lex: Vaya... ¡NIZEL ESTÁ FUERA DE COMBATE!

Nathan: Uffff... ese golpe le va a dejar marca...

Lex y Drago retiran a Nizel, quien ve pájaros y campanitas danzando alrededor de su cabeza.

Keyleth observa con tensión a su rival, con esa aura poderosa e intimidante.

Nathan carga con fuerza y lanza un tajo realmente salvaje. Keyleth logra bloquearlo, pero la fuerza del impacto le hace trastabillar y retroceder. El dracónico lanza un ataque tras otro, cada cual más duro y salvaje que el anterior. Cualquiera se habría visto ya desbordado, pero Keyleth se las apañaba para apenas mantenerse firme y en pie, hasta que recube una fuerte patada en la boca del estómago que la armadura apenas amortiguó.

La elfa retrocede varios pasos y clava la rodilla en el suelo, magullada, dolorida y falto de aliento.

Keyleth: Arf... mierda... me está machacando... tendré que recurrir a eso...

Keyleth se incorpora y mira con furia a Nathan, mientras un aura luminosa la rodea, dándole un aire tan intimidante como el del dracónico.

Lex: Espera... eso es el Aura Justiciera... ¿será que Keyleth es una Campeona de la Luz?

Tras tantearse unos instantes ambos, se lanzan con furia y empiezan a intercambiarse golpes con furia, a una intensidad agobiante. Se podía ver cómo sus auras chocaban con gran violencia, haciendo estremecer todo el lugar. Keyleth y Nathan se intercambiaban golpes verdaderamente terroríficos, y apenas alcanzaban para bloquearlos. El público enmudece estremecido por la gran intensidad del duelo.

Parece que las magulladuras y heridas de Keyleth han disminuido un poco y que soporta mejor los golpes de su adversario, mientras éste ataca con más furia blandiendo su katana y causando heridas más graves.

Tras unos pocos envites, la elfa paladín retrocede un poco y deja caer su escudo para empuñar su espada a dos manos y volver a la carga. Ambos empiezan a intercambiarse tajos terroríficos, causándose mutuamente serias heridas, y tras ello ambos retroceden mutuamente varios pasos, mirándose a los ojos.

El duelo ha llegado a un nivel que ha dejado totalmente mudo al público. Ambos contendientes, ensangrentados y llenos de heridas, toman bocanadas de aire recuperando el aliento. El combate está siendo terrorífico, como si dos titanes se enfrentaran en un duelo a muerte. La arena estaba teñida de rojo de la sangre que han derramado ambos, quienes aún siguen en pie dispuestos a plantar batalla.

Nathan: No esperaba que fueses tan dura de pelar... - afirma con una sonrisa audaz.

Keyleth: Pues tú no te quedas corto, eres aterrador en ataque... pero esto debe acabar ya.

Nathan: Estoy de acuerdo. Terminemos esto.

Ambos se colocan en posición con sus armas, listos para la última carga. Todo el público percibe que ahí va a acabar el duelo, con la sensación de que uno de ellos puede acabar verdaderamente mal. Keyleth y Nathan toman impulso y comienzan la carga para acabar el combate...

- ¡¡¡SE ACABÓ EL TIEMPO!!! - exclama Milene en voz alta. Está con sudores de haber visto la batalla. Se la nota nerviosa, tic en el ojo incluído.

Nathan y Keyleth frenan sus cargas y miran hacia la grada.

Sean se acerca a ella y observa el reloj. Aún hay arena cayendo.

Sean: Maestra... aún quedaba un minuto de duelo.

Milene agarra el reloj, lo lanza bien lejos haciendo gala de una gran fuerza y acto seguido conjura un chorro de agua que lo destruye. Después clava una mirada asesina a Sean.

- ¿Algún problema, Sean? - dice esbozando una sonrisa sádica.

Sean: ¡NONONONO! ¡Se acabó el tiempo! - dice con sudores.

- ¡¡¡MALDITA SEA, VOSOTROS DOS ME HABÉIS PUESTO NERVIOSA DE VERDAD!!! - dice gritando a Nathan y Keyleth, totalmente descolocada. La tensión de aquel combate pudo con ella.

Lex sale a la arena, con cara de estrés.

Lex: ¡Se acabó el tiempo y ambos siguen en pie! ¡ES UN EMPATE! Procedo a devolver el dinero de las apuestas por las circunstancias especiales que han surgido...

Las auras de Nathan y Keyleth se disipan y ambos se sientan en el suelo. Están agotados, malheridos... y aliviados.

Keyleth: ¡Ufff! Menos mal... nunca había peleado con tanta intensidad, tenía la sensación de que podrías destrozarme en cualquier momento.

Nathan sonríe afablemente.

Nathan: Me he sentido igual, dabas miedo. Eres verdaderamente formidable en batalla - mira un momento hacia la grada - Tanto como para haber conseguido poner nerviosa a Milene.

Ambos se ríen.