Permanece pensativa un momento. ¿Qué conjuro podría interesar a Nathan? "Hmm... es un dracónico, podría tratarse de alguno elemental. Si el conjuro aprendido es de la misma categoría que el que trata de olvidar, Toque ardiente es una opción muy válida y si se lo aplica sobre sí mismo, desataría su poder racial inmediatamente, además de poder hacerlo sobre otros de su misma raza." Pensó en confirmarlo preguntándoselo cuando le viese, si es que se daba el caso.
Al regresar por la calle donde conocieron a Martin Stein, comprobaron que continuaba allí, con Felicia, pero sin sus fans. Auriel se hacía cruces pensando en cómo se habría librado de ellas. Parecía algo sumamente complicado después de haber vivido tan de cerca sus nervios, su histerismo y su veneración hacia el cantante. Sin embargo sí estaba la pareja con la que se cruzaron antes.
"Diego, Claire, Linus, April, Anko???? Espera... hermano de Godot?!!!"
Mira perpleja al tipo que parecía sacado del sótano de un albergue. Le costaba creer que fuese el hermano del detective. Parecían muy distintos, tanto... pero bueno, cosas más raras había visto en la vida.
Cuando mencionaron "Von Kastigo" casi se le escapa la risa. Qué nombre! Sería un pseudónimo? No creía que alguien pudiese llamarse así, aunque en este reino parecía que cualquier cosa era posible.
Deseaba que pudiesen ayudar a Claire. La Justicia parecía que estaba por debajo de la Ley.
"Haga caso a su hija.... lleva razón" pensaba Auriel. Realmente aquel hombre llevaba una pinta espantosa y nadie habría apostado viéndole a que era un abogado. Habría pensado que iba de incógnito de no ser por las palabras de Stacy, que daban a entender que su aspecto no era cosa de un día puntual.
-Buenas tardes, -se acerca a ellos- no he podido evitar escuchar que es usted el hermano de Godot Faraday. Yo soy Auriel y ella es Keyleth. Recientemente estuve en un caso con él. Es un detective brillante -afirma sonriendo.
¿Von Kastigo? ¿Wilfred Von Kastigo? Mala cosa... - Keyleth parece preocupada - Es posiblemente el mejor fiscal del mundo, su fama ha llegado hasta Pelidia por su actitud despiadada y competitiva, y por estar invicto. No ha perdido un solo caso en más de 40 años de carrera. Si es cierto que es el fiscal, Claire podría no tener ni una sola oportunidad de salir de ésta.
Después de escuchar a Keyleth deja de hacerte gracia su apellido. Os acercáis a la pareja y los saludas.
¿Auriel, dice? Oh, sí, mi hermano me ha hablado de usted. Le ha impresionado mucho, y eso no es nada fácil.
¡Sí, dijo que eras la repera pensando planes! - añade la chica, entusiasmada.
Cálmate, Stacey - se dirige a vosotras - Soy Nick Faraday, abogado retirado y dueño del club "El Calcetín Púrpura". Y ella es mi hija Stacey.
¡Un placer, Auriel y Keyleth! ¡Papi, has olvidado mencionar que actúo como maga en el club y que hago muy buenos trucos!
Es cierto, lo siento - se ríe - Entonces debéis ser aventureras de Pluma de Fénix.
¡AH! ¡Entonces sois amigas de Anko!
¿Por qué no seguimos hablando en el club? Invito a las consumiciones, y si lo desean hasta tocaré el piano.
¡Papi, el piano no, que las dejarás sordas!
Excelente teoría, y de hecho sería muy útil para cualquier dracónico inmune al fuego. No te desvelaré si es correcta o no :3
"Ni un sólo caso?" Arruga la nariz extrañada, preguntándose si Von Kastigo no se serviría de artimañas para conseguir su objetivo. En cualquier caso, no era una buena noticia que él fuese el encargado del caso de Claire. Esperaba que sus compañeros pudiesen hacer algo para que ella no fuese condenada, porque si no...
Se sonroja un poco y ríe despreocupada con los comentarios de padre e hija.
-Un placer -responde con un cortés saludo de cabeza. Seguidamente asiente -estáis en lo cierto, somos miembros de Pluma de Fénix y amigas de Anko.
Antes de responder a la propuesta, mira de soslayo a Keyleth, y si ella no tiene objeción alguna, acepta.
-Me encantaría conocer vuestro club -sonríe. Duda un momento sobre si hablar del piano... si la chica decía que no, podía ser por algo... pero aun así no podría ser tan terrible, ¿o sí? Habría que averiguarlo.- La música me encanta y también tengo curiosidad por ver esos trucos -dice a Stacy con una mirada de simpatía.
^_^
Keyleth asiente con la cabeza cuando la miras y esboza una sonrisa. Una vez decidido, acompañáis a Nick y Stacey hasta el club, situado a apenas 20 metros de la residencia de Godot, en la misma calle, casi a la esquina.
El local parece más un tugurio, con su barra, su iluminación reducida y varias mesas. En una de ella hay varias cartas de póker, señal de que se había producido una timba, y junto a la pared hay un piano. Lo curioso es que no hay nadie atendiendo el local.
Por favor, acomódense. Les serviré unos cócteles como invitación, y luego os tocaré una pieza.
¡Papi! ¿Ya lo has olvidado? ¡Prometiste no volver a tocar el piano nunca más!
¿Ah, sí? ¿Cuándo fue?
¡Ayer mismo! ¡Anko tuvo que taparse las orejas de lo mal que tocabas!
¡Ooooh, es verdad! Sí, será mejor que no toque el piano si no quiero traumatizar a nuestras invitadas, jejejeje.
Nick se va a la barra a preparar unos cócteles, mientras vosotras os sentáis en una mesa con Stacey. La chica se fija en la alianza de Keyleth.
¡Oh, qué anillo más bonito! ¿Estás casada?
Así es. Se trata de un anillo de los monjes cerveceros - esboza una sonrisa - No, no me arrepiento, mi marido es estupendo. Le echo de menos...
¡Oh, un anillo de los monjes cerveceros! ¡He oído hablar de ellos, son muy chulos! Seguro que vuelves a ver pronto a tu marido, no te preocupes. Además, mola el anillo, su piedra brilla y todo.
Sí, pero no debería brillar tanto. Mi marido está en Pelidia, y el anillo brillaría así solo si estuviera cerca.
¡Eso es un problema! ¡Keyleth podría descubrirlo si ata cabos!
Igual es que ha venido a darte una sorpresa... o te está engañando con otra.
¡No, no! El anillo está funcionando mal, o eso es lo que afirma mi padre.
¿En serio te crees esa tontería? Los tíos tienden a taparse entre ellos...
Keyleth mira fijamente a Stacey y empieza a pensar. ¡Qué mal! ¡Si no fuera suficiente por el anillo, para colmo Stacey es muy suspicaz!
Máster no veo la imagen.
Una pregunta referente a los anillos rastreadores. En la misión de exámenes robados los usaron y se los quedó Auriel, pero después hubo otra misión, la del vampiro, que los volvieron a utilizar y ya se quedó cada cual uno supuestamente. Te pregunto porque en teoría Eloril lo tiene, pero no sé si lo lleva puesto, o si prefieres que se lo hubiese devuelto.
Edit del master: Como tú prefieras, pero en principio Eloril tendría uno de ellos. Iré a revisar lo de la imagen ¿Ves la imagen ahora? u.u
Sí genial, merci. Yo contaba con que lo tenía él. Lo que no sé si lo lleva puesto o no.
Edit del master: Lo lleva puesto. ¿A qué viene la pregunta? xD
Al cruzar la puerta pensó que el hermano de Godot lo había definido bien cuando lo llamó club. Un ambiente poco cuidado, una iluminación tenue, un local bastante desatendido y que parecía que podía albergar actividades clandestinas... sin embargo, en cierto modo resultaba acogedor, a espera de ver la limpieza de las mesas y las copas.
Asintió con la cabeza y se acomodaron en una mesa. Padre e hija discutían acerca de si él debía tocar el piano. Auriel intentó ocultar su pensamiento cuando Stacy mencionó el resultado del día anterior. "Cielos... si Anko estuvo aquí y se tapó las orejas... apuesto a que este hombre toca de forma terrible. Tal vez ni siquiera el piano esté afinado. Qué distintos me resultan estos dos hermanos."
Sintió cierto alivio con la decisión y desde luego, no fue lo cortés que se suele ser en estas circunstancias, y optó por no animar al deseoso intérprete a actuar para ellas. Simplemente sonrió y dejó que marchase hacia la barra a ocuparse de las bebidas.
Estaba relajada mientras las dos chicas hablaban del anillo de los monjes. Hasta que mencionaron el brillo de la piedra. Desconocía por completo que ese anillo tenía alguna propiedad aparte de recordar a los inocentes casados que habían caído en las redes de los monjes casamenteros. Al escuchar "mi marido está en Pelidia" se quedó un momento sin respiración, permaneciendo en silencio a la espera de cómo se desarrollaba la conversación. Aquello era realmente un fastidio! No sólo debía ocultar a su amiga lo que ella sabía sino que además... tendría que involucrarse?
-Entonces, el anillo de los monjes brilla cuando el anillo parejo se encuentra cerca? O brilla cuando cualquier otro anillo de las mismas características se halla en la misma zona? -dijo a sabiendas que la respuesta, desafortunadamente en aquella situación, sería la primera. Stacy estaba plantando la semilla de la duda en Keyleth. Los celos eran peliagudos, y de una forma u otra, la paladín iba a sospechar que su padre no tenía razón en cuanto al mal funcionamiento del anillo.
Auriel paseaba disimuladamente la vista entre los presentes buscando la figura de Glenn mientras su cabeza iba pensando en cómo evitar que aquello acabase mal.
-No creas, Stacy. Nathan está enamoradísimo de Keyleth. Eso salta a la vista -sonríe a la elfa guiñándole un ojo-. Por cierto... ¿nos enseñarás alguno de esos trucos de los que nos hablaste? -pregunta a la muchacha, dejando al margen el tema del anillo y procurando alejarla de Keyleth mientras comprobaba si el pelirrojo andaba por allí o no.
Jejeje, pues me interesa saberlo sobretodo por si se me complican las cosas con este tema xDDD (igual no me sirve pero por si acaso). Menudo aprieto más inesperado para Auriel, con el anillo de Keyleth.
Solo brilla cuando el cónyuge está relativamente cerca y lleva consigo el anillo. De lo contrario estaría brillando todo el rato, porque mi padre también tiene una alianza similar.
¡Erion Aldren también se casó por culpa de los monjes cerveceros! Ese dato te hace mucha gracia. Pero esto no tiene buena pinta. Miras a tu alrededor y a través de la ventana, pero allí no hay nadie. Supones entonces que el anillo reacciona a una distancia mínima.
Mejor me lo pones, y si tu amiga tiene razón, seguro que querrá darle una sorpresa.
Si yo quisiera darle una sorpresa habría dejado un anillo como ése en casa - interviene Nick, sirviéndoos los cócteles - Tomen, invita la casa. Y no se preocupen, ni tiene excesivo alcohol, ni drogas ni nada sospechoso.
Se ríe despreocupado. Stacey está reflexionando sobre lo último que dijo.
Anda, pues es verdad... si quisiera engañarte con otra, no iría con el anillo puesto para evitar preguntas o ser pillado.
Sí. Además, dudo que Nathan fuese tan estúpido como para venir con el anillo si quisiese ocultarme su presencia, conociendo las propiedades del anillo. Además, confío en él.
Stacey mira fijamente a la paladín, y luego al anillo.
Entonces tu anillo está roto - zanja finalmente, antes de levantarse de un bote - ¡Bueno, no importa, voy a haceros un truquito de magia!
El sombrero de Stacey empieza a agitarse sobre su cabeza, como si hubiera algo dentro. La chica se quita el sombrero y se desvela que ahí había un gato negro. Por su aspecto parece que hasta hace poco era callejero.
¡Anda, así que estabas por aquí, Gran Zarpitas! Dime, qué tienes detrás de la oreja - la chica mira detrás de la oreja del gato y saca una baraja de cartas, la cual empieza a barajar, y acto seguido se lo acerca a Keyleth - Escoge una carta y enséñasela a los demás.
¿Yo? Oh, claro - Keyleth escoge una carta y os la enseña a vosotros, mientras Stacey cierra fuertemente los ojos. El 7 de diamantes es la carta.
Vale, ahora coge la baraja y mézclala con la carta que has cogido - Keyleth procede a hacer tal y como la chica le ha indicado y le devuelve la baraja - Vale, ahora intentaré encontrar tu carta.
Stacey se concentra durante unos segundos, colocando la carta en su frente, y entonces busca decidida en la baraja y os enseña una carta.
¿Es ésta vuestra carta? - pregunta entusiasmada. La carta que os enseña es... el 4 de tréboles.
Me temo que no.
Cachis, me ha vuelto a fallar. Bah, no pasa nada, ya lo arreglaré - la chica arroja todo el montón de cartas al aire, y éstas arden espontáneamente.
Empieza a hacer varios numeritos con anillas sólidas que se entrelazan y luego vuelven a separarse, vasos que desaparecen bajo un tapete, hacer levitar una silla y más números entretenidos y amenos. Desde luego tiene talento... ¡y no está usando conjuro alguno! Finalmente se acerca a vosotras con una gran sonrisa.
Bueno, y esto ha sido todo... oh, esperad un momento - la chica se quita el sombrero y lo golpea levemente... ¡y el Gran Zarpitas vuelve a asomarse con algo en su boca! - ¿Pero qué haces con eso? Trae, anda. ¿Qué...? ¡Aaaaah! Claro, ésta era la carta de nuestra invitada.
Stacey enseña triunfal la carta, el as de diamantes. Espera, ¡tiene más cartas en su manos! Stacey va soltando cartas sobre la mesa, una tras otra... hasta dejar ahí 7 ases de diamante.
Vaya, parece que tu carta se rompió en 7 pedazos... porque era el 7 de diamantes, ¿verdad?
-Los monjes cerveceros también casaron a tus padres? -miró a Keyleth totalmente sorprendida. Aquella anécdota le resultaba muy graciosa. Le hubiese gustado saber algo más pero tenía que comprobar que Glenn no se hallaba en el local o los alrededores.
"Qué extraño que haya venido con el anillo. ¿Por qué no lo habrá guardado? Supongo que o es muy despistado, o no quiere quitárselo, o tal vez no le importe que llegados a este punto Keyleth lo averigüe."
Asintió ante el razonable comentario de Nick. Tal vez hubiese una cuarta opción, pero resultaba complicado ya que el anillo sólo brillaba si el cónyuge lo llevaba consigo, y no con la cercanía del anillo en sí mismo, que es lo primero que había pensado Auriel.
Afortunadamente Stacy zanjó el tema apoyando la teoría del mal funcionamiento. La maga se relajó en cuanto lo escuchó y seguidamente anunció que iba a hacer sus trucos. Ya resultaba bastante embarazoso no poder decirle la verdad a Keyleth, como para tener que mentirle. No deseaba hacer eso, así que confió en que el tema no volviese a salir y dejó de devanarse los sesos con excusas y teorías mágicas. Apoyó la espalda en el respaldo de la silla y cogió la bebida que les había traído.
-Muchas gracias. Cómo se llama este cóctel? -preguntó a Nick Faraday mientras hacía movimientos circulares con la copa observando el líquido girar en sentido contrario a las agujas del reloj.
No estaba nada convencida. Aquel hombre parecía muy poco serio y la relación de Auriel con las bebidas y los mejunjes para paliar sus consecuencias se podían catalogar como poco, de inapropiados, aunque ella más bien los consideraba un peligro potencial.
"Dejaré que se explique antes de siquiera probarlo..." Miró de soslayo a Keyleth y a continuación a Stacy hacer sus trucos. La chica no usaba conjuros y se le daba realmente fenomenal. Al principio pareció fallar con la carta elegida por la paladín, pero todo fue para acabar redondeando el final ligándolo con el principio.
-Bravo! -aplaude entusiasmada- tienes mucho talento Stacy y tú también Gran Zarpitas! -añade riendo despreocupada.
Es un margarita. No te preocupes, no tiene nada raro - explica Nick.
Tras desconfiar un poco miras a Keyleth, quien sin dudarlo lo está probando. ¡Será insensata!, piensas.
¡Pues está delicioso! - comenta antes de seguir.
Al escuchar la opinión de la paladín decides probar... y desde luego está bueno. Será mal pianista, pero sabe hacer cócteles. Y el propio Nick toma asiento con otro cóctel para observar el espectáculo de su hija.
Tras el número, Stacey dedica unas reverencias abrazando al Gran Zarpitas. Keyleth no aparta la vista del gato, hasta que deja su vaso sobre la mesa y lo señala con un dedo acusador.
¡AAAH! ¡Es el gato callejero que perseguía a aquel hámster!
Sí, ya mencionó algo Anko sobre eso. Fue divertido lo que me contó. ¿Conseguisteis recuperar el hámster y la joya?
Afortunadamente sí, gracias a los reflejos de Ian y a la sensibilidad animal de Damian.
¿Damian? Quizás se refiera al chico del husky que iba con esa paladín pelirroja que viste en el crucero real.
Stacey, por cierto... ¿has hecho tus deberes?
Por la cara de Stacey, parece que no es el caso.
¡Se me había olvidado! ¡Luego recojo esto, hasta luego!
Y la chica se va corriendo por las escaleras.
Hay una cosa que no te cuadra: Stacey tiene que rondar los 15 años, pero Nick pese a su aspecto no aparenta tener más de 30. Las cuentas no te cuadran.
No, esta vez no hay ningún efecto secundario adverso, aparte de la borrachera si bebes demasiados xD
Y por si no te acuerdos, éstos son Damian el explorador y Frost el husky casamentero
"Margarita... así empezamos en el crucero" Sin embargo era otro momento y otro lugar. Auriel se sonrojó un poco al darse cuenta de que a Nick no le había pasado desapercibida su duda. El hecho de que él asegurase que era una bebida común y que Keyleth la encontró deliciosa, hizo que Auriel se animase a probarla.
-Vaya... tiene razón! Está realmente bueno! -dijo mirando a Nick y afirmando con la cabeza justo antes de dar un segundo sorbo. Desde luego tenía talento para hacer cócteles. -Imagino que por la noche el local estará repleto de clientes esperando para degustar sus cócteles -sonrió.
-Mmm... Ian y Damian? -miró un instante hacia arriba mientras intentaba recordar- ah, al segundo creo que lo vi en una ocasión. Es el marido de la elfa paladín... -el nombre no le venía a la cabeza- pelirroja... verdad? Quién es Ian? Y qué pasó con el hámster? -preguntó con curiosidad, ya que la historia prometía haber sido divertida.
Cuando Stacy subió a hacer los deberes, pensó en la poca diferencia de edad que separaba a padre e hija. Sin embargo no quería hacer una pregunta tan directa e inmiscuida. Se limitó a dar su opinión sincera hacia la chica sin intentar sonsacar nada. Sólo si Nick comentaba algo al respecto saldría de la duda.
-Tiene una hija fantástica! Parece que se preocupa mucho por usted y además tiene talento para el ilusionismo.
Nick esboza una sonrisa ante tu comentario sobre Stacey.
¡Jajajaja! Así es. Tiene el talento de su madre.
Ya veo. Ella tiene que estar orgullosa.
La expresión de Nick se torna sombría y seria, cosa que os alarma.
Sí, ella lo estaría...
Vaya... yo... lo siento mucho.
No es eso, yo nunca he estado casado, y no soy el padre biológico de su madre. Es solo que fue terrible lo que ocurrió. Tuve que hacerme cargo de Stacey, pues no tenía a nadie y se lo prometí a su madre antes de que ella muriera.
¿Cómo se llamaba ella?
Puede que os suene su nombre. Ella era Thalia Stardust.
Ni Keyleth ni tú dais crédito a lo que acabáis de escuchar. ¡Te suena mucho ese nombre, pues se trataba de una famosísima prestidigitadora que hacía trucos e ilusiones inigualables, aparte de ser considerada la maga ilusionista más poderosa del mundo hace unos años!
Lo que le pasó después os dejó heladas en su día, ya que ella y otras 9 personas fueron acusadas por el asesinato del dueño del circo donde trabajaban. Al final del juicio, ella y otra persona fueron declaradas culpables y condenadas a servir como sierva de un noble. Poco después encontraron a Thalia muerta en su celda, ahorcada con su propio pelo.
No queréis ni imaginar lo que tuvo que pasar la pobre Stacey.
Algo me dice que conocéis la historia, ¿verdad?
Frunció el ceño cuando la expresión de Nick cambió de aquel modo, adelantando que lo que explicaría a continuación no iba a ser una historia agradable. "Thalia Stardust!!!" Miró con asombro al hombre. El recuerdo de su historia era estremecedor, una maga tan poderosa con un final tan terrible! Sintió un intenso escalofrío y dirigió su mirada en dirección hacia donde había ido Stacey.
Asintió a la pregunta de Faraday mientras le miraba con respeto. ¿Cómo no recordar aquello? Una fatal injusticia a ojos de Auriel. Pero no era cuestión de remover el pasado y abrir viejas heridas en personas que podían tenerlas ya superadas.
-Dice mucho de usted que se hiciera cargo de Stacey. Además creo que lo ha estado haciendo muy bien -añade con franqueza. A pesar de vestir como un tipo totalmente descuidado, parecía que Nick era un hombre responsable al fin y al cabo.
Sí, es admirable lo que ha hecho cuidándola.
Je. Tampoco es para tanto, es el deber de un padre, ¿no es así?
Pero usted no estaba obligado a cuidar de ella.
Puede ser, pero era la última voluntad de mi cliente. Y la verdad es que si vuelvo a verme ante tal elección, volvería a hacer lo mismo.
Hay una pregunta que me viene a la mente. ¿Stacey no tiene padre biológico?
Así es, y era otro talentoso artista del circo. Un mago acróbata. Murió en un accidente en unos ensayos, poco antes de que Stacey naciera.
Caray... la pobre no ha tenido mucha suerte con sus padres.
Yo no diría eso. Estoy durando más que su propia madre - se ríe.
Pasáis un rato agradable charlando de otras cosas menos tristes, como el club, acerca de lugares turísticos de Ojo de Leviatán... ¡e incluso Nick desvela que es jugador de póker profesional, lo que explica que se celebren timbas en el local! Y lo más sorprendente es que lleva 5 años sin perder.
Pasados unos minutos Keyleth se levanta.
Señor Faraday, ha sido un placer pasar el rato aquí. No lo parecerá, pero el local es ideal para relajarse y tomar unas copas. Volveré en otra ocasión si puedo permitírmelo. Auriel, ¿te vienes, o te quedas un rato más?
Si decides irte con Keyleth podremos cerrar la escena.
Debió de ser durísimo no haber podido probar la inocencia de Thalia y además habiendo tenido aquel horrible final. ¿Cómo no respetar su última voluntad? Auriel sintió un nudo en el estómago. Afortunadamente Keyleth continuó hablando, porque a ella le estaba siendo difícil pronunciar ninguna palabra en aquel momento. Tal vez el hecho de que hubiese sido una maga despertaba un aumento en su empatía. Imaginaba cómo debieron vivir todos lo sucedido. Tal vez de no haber tenido que cuidar de la pequeña, el abogado habría entrado en una peligrosa espiral de la que no hubiese podido salir? Y Stacey? Había sido realmente fuerte. Su padre... su madre... qué injusto era que ningún niño tuviese que sufrir así!
La conversación tomó otro camino. Auriel se preguntaba si Eloril desconocería alguno de aquellos lugares turísticos de los que hablaba Nick. No lo creía. Había vivido allí y era difícil de sorprender. Aunque... conocería aquel local? Mm... seguramente también. Se encogió de hombros y preguntó algunas cosas a Nick como cuánto tiempo llevaba abierto el negocio, y si pensaba en apuntarse en alguna competición de pocker dada su habilidad.
-A mí también me gustaría volver. Tal vez una noche para degustar otro de sus increíbles cócteles-sonríe-. Ha sido muy amable al invitarnos y un placer conocerles. Despídase de Stacey de nuestra parte por favor.
Se levanta y acompaña a Keyleth hacia la salida del local, en dirección al gremio.
Ha sido un placer. Vuelvan cuando quieran, son bienvenidas aquí.
Tenga por seguro que regresaremos. Y la próxima vez es posible que incluso le rete a una partida de póker.
Te sorprende lo dicho por Keyleth, e igual de sorprendido se muestra Nick.
Es la primera vez que oigo a un paladín hablar de jugar al póker. Delo por hecho, cuando vuelvan aceptaré su desafío.
Os despedís de Nick y abandonáis el local. Mientras regresáis al gremio no dejas de mirar a Keyleth, quien empieza a sentirse incómoda.
¿Qué ocurre? Mi hermano me enseñó a jugar a las cartas cuando era pequeña. Es juntar una jugada y enseñar las cartas, ¿no?
Te hace gracia la ingenuidad de Keyleth sobre ese asunto.
El retorno al gremio se hace sin sobresaltos, salvo por el detalle de que viste a Aaron, el hermano de Anko y Ayame, cruzarse en vuestro camino, corriendo. Parecía asustado. Y poco después, una felina de cabello azulado armada con un arco, muy enfadada.
¡AARON! ¡NO TE ESCONDAS, MALDITO CRETINO! ¡TE ENCONTRARÉ!
La felina se aleja corriendo, en la misma dirección hacia donde se marchó vuestro compañero. Es joven, así que descartas que pueda ser la madre de Lex e Irvine. Y te preguntas si ir a ayudar a Aaron.
Me huele a lío de faldas. Yo no me metería - zanja la paladín.
Poco después os encotnráis con Lex y Roxanne, curiosamente. Al parecer había parado para que ella se calmara un poco.
Cierro la escena :P
PD: Casi lo olvido, te doy 2px