Partida Rol por web

Irvine te mira extrañado, sin comprender mucho la situación.

 ¿Qu... esper... HIJOS? ¡Guau, espera un momento! Apenas llevo una semana con ella... ¿cómo esperas que tengamos un hijo en tan poco tiempo? Si ni siquiera hemos... - se pone rojo como un tomate - Nos conocimos en el puiesto fronterizo norte. Ella iba a un encargo y yo a recibir un entrenamiento especial del comandante del puesto... aunque a él le apreció mejor idea que Anko me entrenase. Y bueno... acabé yo entrenándola con la espada y así surgió... el tema...

¡Oh! Yo soy Irvine, soldado de la unidad de élite del ejército... soy el hermano pequeño de Lex, debes de conocerle pues lleva las finanzas del gremio. Yo... quiero a tu hermana, la protegería con mi vida si estuviese en peligro... aunque a... a... apenas estamos empezando a salir...

Irvine se toma un momento para recuperar la calma, respirando hondo.

 Yo quiero lo mejor para Anko, jamás le haría nada malo y me gustaría hacerla feliz. Y bueno... no sé dónde está ahora, pero creo que andará en otro encargo... jejejeje - a Irvine se le iluminó la idea - Por cierto, estoy poniendo todo mi empeño en saber qué pasó con vuestro hermano Aaron... pero hay muy pocas pistas. Lamento no ser muy útil con ese tema.

Irvine infla los mofletes, molesto consigo mismo.

Escucho atentamente todo lo que decia. No parecia mal chico, ademas estaba rojo como Alex...eso era buena señal, creo.
En otro encargo...esta chica no para.
Abro mucho los ojos cuando menciona a mi hermano desaparecido. No e conseguido nada de informacion de él.
Esto solo lo sabiamos Anko y yo, espero que sea de fiar...almenos ella se fia de él.
-¿Que es lo que sabes?

 ¿Sobre Aaron? - se acaricia el mentón, pensativo - Pues solo algo que escuché al coronel Valentine, sobre alguien llamado Aaron, que era un marinero... pero no sé si es el Aaron que buscáis. Esto ya se lo conté a tu hermana Anko, y por la cara que puso no parecía ser él.

Recuerdas lo que te comentó Jessica, que Aaron se mareaba al subirse a un barco o a cualquier transporte marítimo, por lo que piensas que es improbable que se hiciera marinero.

 De todos modos he intentado averiguar más, pero no he tenido suerte. Lo siento - dice con tristeza

Tsk....
No podía hacer nada por el momento y se me estaba acabando el tiempo del descanso.
Me despedí algo fría del pobre chico y le dije que volviese a su mesa.
Tras ello le lleve un plato de carne, me daba pena el que hubiese comido tan poco. Y seguí sirviendo al resto lo mejor que podía.
No podía parar de pensar en mis hermanos. Hace un mes no me habría imaginado nada de esto, ahora tengo familia e incluso amigos, no puedo dejarlos de lado, tengo que cuidar de ellos.

Irvine te agradece con una sonrisa la parrillada que le llevaste.

Seguiste atendiendo los pedidos bastante bien, si bien en la mesa 4 pidieron poca cosa pero siempre platos sotisficados y buenos vinos para catar.

Cuando serviste lo último en la mesa 9, escuchas que continúan con la conversación (eso tras bromear con Irvine acerca de haberte sobrevivido).

 ... bueno. Como mencioné antes, por esos motivos quiero presentar mi renuncia al ejército, si a usted le parece bien.

La mirada de Altris se vuelve severa, mirando fijamente a Irvine.

 Negativo, soldado Irvine. Eres un elemento importante de la unidad y un soldado valioso, así que rechazo tu renuncia.

 ¡Pero capitán...!

 ¡No hay peros que valgan, soldado! Es más, por tu actitud desafiante y por andar últimamente tan distraído voy a castigarte a servicios de patrulla y vigilancia.

Irvine agacha la cabeza, triste.

 ... entendido, señor...

 Y tanto que lo vas a entender, como que te vas a tirar mínimo el próximo año patrullando por el gremio y colaborando con sus miembros.

En la cara de Irvine se dibuja una gran sonrisa.

 Gra... ¡GRACIAS MI CAPITÁN! ¡NO LE FALLARÉ, SEÑOR!

 ¡Jajajajaja! Espero que te vaya bien las cosas por allí. Eso sí, si te llamamos para algo, tienes que venir.

 Por supuesto, mi capitán.

Parece que cuando te toque regresar al gremio, lo vas a hacer acompañada por Irvine.

Acaba el servicio de cenas al fin. Un completo éxito. Se nota, todo el personal está muy contento... y más aún el chef Hancock, charlando con su hija y fundiéndose en un abrazo, mientras Nirandhel charla con Berner.

 Siempre dije que si decidieras abrir un restaurante, arrasarías. Pero te conformas con alimentar a un gremio de aventureros.

 Ellos siempre me plantean nuevos retos, y suelen premiar mi creatividad culinaria. No lo cambiaría ni por mil restaurantes de lujo. Además, tengo también un formidable aprendiz, tiene un gran talento en la repostería.

 Eso suena magnífico. Me alegra que te vaya tan bien, amigo mío.

 Jajajajajaja. ¡Vuelvo a tener ilusión! Gracias por salvar mi restaurante, chicos. Berner, cumpliré mi palabra, te pasaré esa receta mía para cocinar un kraken... ¡y podéis venir a comer gratis cuando queráis!

Acabo realmente agotada, no puedo con mi alma apenas después del palizon, aunque ¿comida gratis? La recompensa lo merecía.
Cuando lo acabamos me acerque al chef cuando aun estaba su hija, Nirandhel, Berner y Eroil.
Tenia que probar suerte.
-Disculpa, tal vez sea una tontería pero quería preguntarte sobre una cosa. ¿Sabes si conoces a un tal Aaron por casualidad?

 No, lo siento - contesta la chef.