Partida Rol por web

Selene alza la mirada hacia ti, y tras tus palabras se seca las lágrimas.

 Tienes razón, tengo que hacer algo para protegerles. Si siguen así acabarán mal y no quiero eso. Tenemos que ir a detenerles por su bien - lo último lo dice con decisión, incorporándose enérgica - ¡Y a quien le parezca mal sufrirá una de mis descargas eléctricas!

 Ésta sí es la Selene que todas conocemos. Deberíamos regresar a la base para buscar alguna pista sobre dónde actuar ahora. Igual la red de espías de Arthur ha conseguido algo. ¿Os parece bien, o tenéis alguna otra idea?

  Myrth dio salto tras escuchar las palabras de Selene, la cogió de la mano y se dió la vuelta mientras estiraba el puño en alto. - ¡Venga! ¡Al cuartel general que tenemos trabajo que hacer!

  Poniéndose en marcha ya con Selene de la mano se dirigió hacia el cuartel a informar de lo ocurrido y sobre la verdad acerca de aquella banda de criminales alados. - Muy bien, Selene, te toca informar a ti y convencerles de que les podemos parar sin muchos problemas, nosotros te apoyaremos.

El comandante Valentine escucha con evidente interés las explicaciones de Selene sobre lo ocurrido, y su relación con la banda.

 Ya veo. Por cierto, Arthur ha abandonado la misión porque le ha surgido algo importante sobre un asunto personal, y me ha dejado temporalmente su red de espías antes de irse. Gracias a vuestra escaramuza con ellos hemos localizado su base. Están en unos túneles de alcantarillados que dejaron de usarse hace 30 años, os pasaré unos planos para que vayáis hacia allá. Un par de escuadrones de asalto van hacia allá en estos momentos para encargarse de ellos.

 ¡NO! No pueden hacerles daño. Por favor, podemos detenerlos de forma pacífica, déjenme una oportunidad para convencerles. Detenga el asalto, por favor.

El coronel Valentine entrelaza los dedos de sus manos y apoya en ellas la barbilla, con mirada seria y fría.

 Lo siento mucho, pero se tratan de peligrosos criminales. No puedo dejarlos campar a sus anchas cuando pueden causar más destrozos. Si quieres detenerlos de forma pacífica tendréis que ir personalmente y llegar antes de que comience el asalto.

 Pero... - la mirada de Selene refleja angustia.

  Myrth escuchó las palabras del comandante Valentine y, sin pensarlo un momento, cogió a Selene de la mano y echó a correr para salir de aquel lugar. - ¡Selene! No podemos lamentarnos, no hay tiempo, si quieres salvar a tus amigos tenemos que darnos prisa e ir a salvarlos, ¿no? - Apretando su mano cada vez mas esperaba que la chica entrase en razón.

  - ¡Venga chicos vamos, no hay tiempo que perder!

 ¡Debemos darnos prisa!

Salís corriendo hacia la guarida de la banda Kokoroco. Siguiendo el mapa llegáis hasta las alcantarillas abandonadas. El lugar es sombrío y húmedo, sucio y envecejido.

Algunas ratas y una gallina se cruzan asustadas por vuestra presencia. En el suelo distingues unas pisadas que van en formación. Deben ser de alguna de las unidades de asalto que mencionó el coronel. Seguís las huellas a toda velocidad, pues no os queda tiempo.

Llegáis a una zona llena de escombros, donde varias secciones se vinieron abajo. Allí hay apostados varios soldados, fuertemente armados con ballestas, espadas y escudos. Algunos se giran sobresaltados apuntándoos con las armas.

 ¡Atrás! Ésta es una operación especial muy delicada. Hagan el favor de marcharse.

 Soy Cassandra, la hermana del coronel Valentine. Por favor, detengan el asalto.

 La conozco, señorita Valentine, pero no puedo detener la operación si no es una orden del coronel.

 Por favor, déjenme tratar de solucionarlo - suplica de rodillas ante el soldado - Fueron mis mascotas, no eran así. Por favor, no quiero que sufran daños.

 Lo siento, pero son unos criminales peligrosos. Manténganse al margen.

No parece que ese soldado esté dispuesto a abortar la operación, y parece estar a punto de dar la orden.

  Myrth dio un paso al frente, totalmente decidido, y se encaró con los guardias. - Reymond Valentine nos ha dado permiso para venir, así que apartaos, es mejor solucionar esto sin altercados que empezar una batalla sin sentido.

  Hizo una señal a sus amigos para que le siguiesen mientras seguía avanzando decidido en dirección a la entrada de la guarida de los pollos gigantes.

El soldado os detiene un momento y te mira fijamente.

 ... de acuerdo, pero ante el más mínimo problema intervendremos. Solo tienen una oportunidad. Creemos que la banda se oculta en aquella abertura, de hecho hemos visto a alguna gallina asomarse.

El soldado os deja pasar.

 Id con cuidado.

Delante tenéis la abertura que da a parar al escondite de la banda.

 Bueno, hacemos que entre Selene y trate de razonar con ellos... pero sospecho que tendrán preparadas trampas, sabiendo que han sido descubiertos y seguidos. Ya lo comprobamos con Freya.

 Así es, son alucinantes - asegura tan tranquila y sonriente antes de mirarte con esa mirada que te derrite - Cariño, tú sabes de trampas, ¿verdad? Seguro que sabrás encontrarlas porque eres el mejor.

  ¿Qué si sé de trampas? Bueno... Algo, pero así no puedo decírselo a Freya, pensará que soy un bueno para nada, ¡tengo que ser alucinante delante de ella!

  El elfo mira a su doncella pelirroja con cara de seguridad y con cara sonriente a la vez que alza el pulgar derecho en gesto de seguridad. - Déjamelo a mi, verás como conseguimos pasar y Selene podrá hablar con ellos.

  Dedica unos segundos a mirar hacia Selene antes de hablarle. - ¿Estás preparada?

Selene asiente con la cabeza, decidida. Ella más que nadie quiere resolver el asunto sin que la banda sufra daños.

Os dirigís hacia su guarida, y no tardas en detectar una trampa. Un cable tendido a ras de suelo que haría caer encima un montón de cascotes, y más adelante una placa de presión oculta tras una baldosa que os habría tirado una red.

Tras evadir las trampas llegáis a una sala donde os espera toda la banda.

 Vaya, vaya. Así que habéis evadido nuestras trampas. No nos cogeréis jamás con vida. ¡Victoria o muerte, chicos!

 ¡Esperad! ¿No os acordáis de mí?

 ¡No intentes ningún truco con nosotros, humana!

Tommy amenaza con atacar a Selene, pero el pollo grandullón se pone en medio protegiéndola.

 ¡PIO!

 ¡Little, cabezahueca! Aparta ahora mismo.

 ¡PIO! ¡PIO! ¡PIO!

Otro pollo se acerca a Tommy y Little. Lleva encima una llave inglesa.

 Creo que Little intenta decirnos algo, jefe.

Little se gira para acercarse a Selene, quien le acaricia con dulzura.

 Te he echado de menos, mi pequeñín... y a todos vosotros también. Lamento que mi padre experimentara con vosotros y os hiciera tanto daño... imagino que por eso odiáis a los humanos.

 Grrr... ¡NO! ¡Eres igual de malo que ese mago! ¡Los humanos solo queréis hacernos daño!

Otra gallina pasa al lado de Tommy, acercándose a Selene, sosteniendo un dibujo en su pico. El dibujo era de una niña pequeña, sonriente, abrazando a 5 polluelos. A Selene se le llenan los ojos de lágrimas al ver el dibujo.

 También... ¿también te acuerdas de mí, Grot?

 Coc... - asiente con la cabeza.

 Coc - Blandïr regurgita una muñeca de peluche que Selene coge de inmediato.

 Era mi muñeca preferida, con ella jugábamos a servir el té.

 Yo no lo acepto. ¡No lo acepto! ¡Los humanos sois malvados! ¡MALVADOS! Tú nos traicionaste, no nos salvaste del mago. Debería matarte ahora mismo...

Tommy saca cuchillos de sus alas. Vais a intervenir pero Cassandra os detiene.

 Aguardad un segundo. No debemos entrometernos.

 ¡Va a acuchillar a mi novia!

 Confía en ella, Lance.

Selene se acerca a Tommy, quien amaga con arrojarle los cuchillos, y lo abraza. Tommy deja caer los cuchillos.

 De veras que lo siento, Tommy. No pude protegeros, os fallé. Ojalá pudiera arreglarlo... debí protegeros a todos...

 Jefe... creo que ella ha sufrido tanto como nosotros - comenta Yllime, con lágrimas en los ojos.

Tommy no suelta palabra alguna, limitándose a ocultar su cabeza contra el pecho de Selene. El resto de la banda se une a abrazarla.

Aquel momento es realmente emotivo, tanto que Freya llora a moco tendido.

 ¡BUAAAAA! ¡QUÉ BONITO!

 Supongo que ahora tendremos que entregarnos a la justicia.

Selene intenta decir algo, pero tiene un nudo en la garganta que le impide hablar. Ahora comprende que es posible que sea la última vez que los vea con vida. Por sus mejillas caen abundantes lágrimas.

 Yo... yo...

 No te preocupes, esto ha sido culpa nuestra. Nos dejamos llevar por el rencor, y debemos pagar las consecuencias. Ahora sabemos que nunca nos has dejado de querer, y eso me hace feliz.

  - Bueno, a lo mejor podríamos hablar con las autoridades para que vuestro castigo sea lo mas suave posible... - Dijo el elfo pensativo. - ¡De todas formas! Lo que cuenta es que volvéis a estar juntos, tenéis que recuperar todo el tiempo perdido, eso es todo lo que importa ahora.

  Myrth se acerca a Selene totalmente decidido. - Tranquila, no dejaremos que les hagan daño, aunque tengamos que entrar en guerra con el ejército.

 No podemos hacer eso. Ellos han cometido numerosos delitos y deben pagar por sus actos, por mucho que duela. Si nos enfrentamos a la justicia y quebrantamos las leyes, aparte de que nos cueste ser perseguidos por cómplices seremos expulsados del gremio.

 ¡Pero Cassie...!

 No, la humana de cabello rubio tiene razón. Debemos entregarnos. Hicimos muchas cosas horribles y debemos pagar por ello. No os preocupéis, estaremos bien.

Los demás miembros de la banda sienten con la cabeza y empiezan a desfilar hacia fuera. Los soldados, sorprendidos al principio, proceden a arrestarlos, ante las lágrimas de Selene.

 Sé fuerte, nena - dice Lance poniendo una mano sobre su hombro, tratando de animarla.

Regresáis cabizbajos al cuartel general para reportar el éxito del encargo.

Al entrar en el despacho veis al coronel Valentine sonriente.

 Parece que ya te has enterado de nuestro éxito, hermano.

 Sí. Habéis hecho un trabajo extraordinario haciendo que se entreguen.

Selene avanza decidida hacia el coronel.

 ¡Coronel! Quisiera pedirle un favor. Haga lo posible para que no los ejecuten...

El coronel suelta una carcajada.

 ¿Ejecutarlos? Sería un completo desperdicio conociendo sus peculiares habilidades - esboza una sonrisa taimada - Tengo otros planes para ellos...

 Piensas reclutarlos...

 Exactamente, hermanita. Cumplirán condena trabajando para el ejército. Recibirán el mismo trato que cualquier otro soldado de mi ejército. Sueldo y seguro sanitario incluidos.

Aquello parece tranquilizar a Selene. Le alegra saber que sus polluelos estarán bien. Y así es como cumplisteis con éxito otro encargo.

Mientras regresáis al gremio, un mensajero se detiene frente a vosotros.

Mensajero: ¿Myrth Keth'ash? Tiene una carta.

Coges la carta intrigado y la abres.

Myrth, cuánto tiempo. Soy Dan, de la banda de ladrones que formábamos en Darentar hace muchos años. El de las pecas graciosas, ¿te acuerdas de mí?

Por si no lo sabes, también abandoné esa vida tratando de enderezar mi vida y me hice panadero hace 3 años y pico. Además me casé y conseguimos adquirir una casa propia y todo. todo genial. Pero la banda nunca entendió que no quiero volver a ello, y ahora me han metido en un lío. Además amenazan con tomar represalias contra mi esposa. Necesito tu ayuda, amigo mío.

No sé a quién más recurrir, no tengo dinero como para recurrir a ningún gremio y los guardias no me creen. Eres mi única esperanza.

Siento tener que pedirte esto, de verdad. Espero que todo te vaya bien, amigo mío, y espero noticias tuyas.

Atentamente, tu amigo Dan.

Tras leer la carta explicas el asunto a Cassandra y Freya, te despides de la última con un beso y te largas rápidamente, rumbo a Darentar.