Partida Rol por web

-Vayamos a buscarle , es tan pequeño y podria meterse en un problema..

corro por mi calzado y me lo pongo a la carrera 

-hoja de luna ¿por que nos nos dijiste que tinkels no estaba?, ¿ o es que acaso no lo notaste tambien?, ¿donde crees que pueda estar?- pregunto preocupada mientras camino presurosa

 ¿Cómo esperas que me de cuenta de todo? Claro que no lo sabía, pero apuesto por la teoría del chico, puede estar por la taberna o incluso en la despensa de la cocina buscando queso o algo así.

Vais corriendo de regreso al gremio.

Entras en la arboleda del gremio con Iris de la mano, siguiendo a Nathan y Eloril. Está muy claro que el pelirrojo no piensa rendirse y quiere ir a Ojo de Leviatán, pese a lo que dijo su abuelo.

Como suele ser habitual, la arboleda está muy tranquila, ajeno al estrés y el ajetreo del gremio.

Nathan y Eloril se detienen en un claro, y el athariense se cruza de brazos.

 Nathan, entiendo perfectamente tu postura, pero tal y como comentaste hace unos días, hasta Iris te ganaría en un pulso.

 Me importa un bledo que esté débil, Eloril. Hace unos minutos no me habría importado la decisión de mi abuelo, pero con la última visión de Iris tengo que ir sí o sí.

 ¿Que Iris ha tenido una visión?

Nathan y Eloril miran a la pequeña drow, quien se refugia detrás tuya. Sientes que tiembla de miedo.

 Yo... no quiero hablar de ello... me da miedo... lo siento.

 No te preocupes, Iris, yo explicaré lo que pudiste comentarme. Por lo que pude sonsacar de sus palabras es que se va a desatar un infierno allí. Lo único claro que ha podido ver fue mucha destrucción y un ángel de alas negras.

 Un ángel de alas negras... ¿no será el mismo que casi mata a Bran?

 Lo ignoro, pero es posible.

Sientes cómo Iris te abraza con fuerza. Está aterrada.

Auriel coge a Iris en brazos para consolarle.

-No te preocupes pequeña... -susurra con ternura mientras le acaricia el cabello.

La visión de la drow es desesperanzadora. ¿Lo que prometía ser una gran fiesta acabaría convertido en un baño de sangre por un misterioso ángel que desataría un infierno?

Lo que acababa de escuchar era terrible, pero intenta no transmitir su preocupación por no asustar a Iris y procura escoger las palabras adecuadas.

-Entiendo perfectamente tu voluntad de ir, Nathan. Pero, con honestidad... ¿Qué puedes hacer en tu estado?

Espera unos segundos con la esperanza de que el pelirrojo recapacite.

-Comprendo tu angustia, pero enfrentarte a un porvenir tan aterrador sin opción de poder hacerle frente no sólo podría acabar con la vida de un extraordinario luchador sino con la de un amigo querido por todos en este gremio.

Le mira fijamente a los ojos.

-Requiere mucho coraje querer ir allí en estas condiciones, pero todavía requiere más coraje aceptar que debes quedarte -dice con sinceridad-. Tal vez puedas ayudar de otro modo. No puedes arriesgarte en vano.

Nathan parece frustrado. Sabe que tienes razón, pero se resiste a no ir.

 Nnng... maldita sea... si existiera alguna forma de eliminar estos efectos secundarios...

Eloril se rasca el mentón pensativo.

 Oye, Nathan, ¿has preguntado a Verdiel si sabe alguna forma de mitigar esos efectos secundarios y acelerar la recuperación?

Nathan mira fijamente a Eloril.

 Anda, pues no había caído...

 Sé que nada te va a hacer desistir, Nathan, pero al menos prométeme que si no hay forma de acelerar esa recuperación no te embarques en ese viaje. No te preocupes, Auriel y yo haremos lo posible para evitar que se cumpla esa premonición de Iris.

 Vale, de acuerdo, pesado. Si no mejoro no viajaré, prometido.

La drow parece estar más calmada.

 Cuidad de mi hermano cuando le veáis allí, por favor...

Auriel piensa que Nathan acudirá de todos modos. Mmm... Seguro que mejorará algo, la cuestión es si mejorará lo suficiente...

Suspira y luego comenta con cierta timidez:

-Ehm... Tal vez lo hayas hecho ya o tal vez pienses que es una tontería pero... ¿Has pensado en escribir una carta a Keyleth? Seguro que ella también te echa de menos y se llevaría una grata sorpresa.

-De acuerdo Iris, cuidaremos de él -responde con un tono de confianza. Sonríe a la pequeña quien parece estar más tranquila.

Eloril podría darse cuenta de que algo ronda por la cabeza de Auriel, aunque parece que por el momento ella prefiere no añadir nada.

 Pensaba hacerlo en el caso de no poder ir, Auriel. Sé que se alojarán en el gremio Diente de Hidra, así que no hay problema con el destinatario - responde con una sonrisa - Sí, seguro que se lleva una buena sorpresa.

Iris sonríe cuando le haces la promesa.

 Gracias. Mi hermano es muy fuerte, pero nunca dejo de preocuparme por él.

 Sí, Arkan es muy fuerte - Eloril te mira con complicidad. Nota que tienes algo en mente, pero no tiene ni idea de qué puede ser - Bueno, siento ser un poco aguafiestas, pero quiero estar otro rato a solas con Auriel.

 ¡Tranquilo, no pensaba pedirte que compartieras a Auriel conmigo! - bromea entre risas - Vamos, Iris, tenemos que dejar a la parejita sola.

Nathan coge de la mano a Iris, quien se despide de vosotros con una sonrisa.

Se sonroja un intante ante la inesperada broma de Nathan y después se despide amablamente de ellos. Mira a Eloril bastante seria.

-Prefiero hablar esto a solas contigo porque no quiero involucrar a Nathan para que se entusiasme y no considere quedarse en el gremio, y tampoco asustar a Iris... Me preocupa mucho su visión. No sé de cuánto tiempo disponemos antes de partir hacia Ojo de Leviatán pero creo que deberíamos averiguar todo lo posible acerca de esta criatura.-dice pensativa.

Auriel va caminando de un lado a otro mientras habla con Eloril, está bastante inquieta.

-No sé nada acerca de ángeles caídos, ni conozco sus virtudes ni sus debilidades, y esto último es de un valor incalculable si vamos a tener que luchar por sobrevivir. Alguna forma debe haber para derrotarle... o al menos para detenerle... o disuadirle si conociéramos el motivo por el que hará ésto, pero me temo que eso no lo averiguaremos hasta que él lo revele, si llega a hacerlo.

-He pensado que tal vez encuentre información en la biblioteca. Podría ir a comprobar si hay algún libro que nos sea de utilidad, aunque Sean seguro que me preguntará qué busco y por qué... mmm...

-¿Crees que Lord Celdric sabe algo de todo ésto? O lo desconoce o por el momento prefiere no revelarlo. Si lo hiciera nadie querría quedarse en el gremio. ¿Y si hablaras con él? Luego podríamos reunirnos. ¿Qué te parece?

La elfa está sumida en decenas de pensamientos que va diciendo tal como surgen. Eloril conocía mucho mejor que ella a los miembros del gremio y sabría conseguir información, si es que era posible. Tal vez su hermano también supiese algo o... "un momento... "

Se le escapa una risilla un poco avergonzada al comprobar que tal vez debería haber empezado la conversación con una pregunta:

-Eloril... ¿qué sabes de los ángeles de alas negras?

 Bueno, tanto Lord Celdric como el señor Connolly saben ser discretos, y apuesto a que Nathan hablará con su abuelo sobre la visión. Es mejor tratar el tema con discreción y que no salga de entre nosotros... y sinceramente, tengo la sensación de que ese ángel no va a ser el único problema - enarca una ceja ante tu pregunta - Lo poco que sé de un ángel de alas negras es que se trata de un ángel caído, y que son seres extremadamente poderosos y peligrosos. Se me ocurre... todo ser volador es vulnerable al conjuro gravedad, igual a un ángel caído le causaría molestias.

 También les afecta el transcurso del tiempo - os sorprende Sheppard - Lo del conjuro gravedad es un recurso inteligente. Muy propio de ti, Eloril.

 Vaya... ¿nos has...?

 Lo he escuchado todo, desde el principio, cuando Nathan e Iris estaban aquí. Descuida, no diré nada a nadie por seguridad.

Se gira al escuchar la voz de Sheppard y luego mira encandilada a Eloril.

-Cierto. Yo había pensado inutilizar sus alas para que no pudiera alzar el vuelo, pero el conjuro gravedad es una gran idea, mucho mejor de hecho, sobretodo para el principio, así todos tendrían acceso a él en cuanto descendiese "en caso de conseguirlo claro..."

Sopla una suave brisa y Auriel entorna los ojos reviviendo un momento pasado, visualizando el lento aleteo de un pájaro que echaba a volar.

-Todavía recuerdo el hechizo que hiciste en estos mismos jardines -comenta a Sheppard esbozando una sonrisa-. Quedé maravillada con ese conjuro. Tal vez, si lo encuentras apropiado... -añade con cierta timidez- algún día podrías enseñarme a realizarlo. Ya lo pensarás si te parece bien... -concluye quitando peso a una situación que tal vez podía ser comprometida para el cronomante.

Sheppard sonríe con elegancia.

 Claro, no tengo ningún problema. Durante el viaje podría instruirte en algunos conjuros cronománticos, así podría preparar mis lecciones con mi hija cuando regrese.

 Esto me recuerda una cosa... Auriel, ¿podrías enseñarme cómo conjuras y lanzas una bola de fuego? Mi hermano Aidan me sugirió que lo investigara. Al parecer cree que puede ser útil para mi magia athariense.

Auriel esboza una amplia sonrisa cuando Sheppard accede a instruírle.

-Muchas gracias, es un verdadero privilegio -responde ilusionada.

Luego se gira muy sorprendida al escuchar a Eloril.

-Oh! Claro cielo! Será un placer! -le da un breve pero intenso abrazo.- ¿Quieres hacerlo ahora? Creo que sería mejor ir a la zona de entrenamiento.

Eloril esboza una sonrisa al ver tu predisposición.

 Te lo agradezco enormemente, cielo, pero prefiero dejarlo para el viaje en crucero si no te importa.

 Con vuestro permiso voy a preparar mi equipaje. Auriel, le sugiero que lleve algo elegante, vamos a estar acompañados por el Rey de la Luz y su séquito.

-Como prefieras -sonríe a Eloril.

Las palabras del cronomante no dejan a Auriel indiferente. No había pensado en eso.
"Ai Dios! Suerte que me lo ha dicho Sheppard que si no... "

"No tengo ni idea de cómo viste el Rey y su séquito. ¿Elegancia natural o artificial, sencilla o exagerada? Me ayudaría saber el radio de la falda al tocar el suelo, si es que debe hacerlo... pero no voy a preguntar eso ni loca! y además seguro que esperarán que todas tengamos varios vestidos elegantes, para el día, para la noche..."

Varias imágenes se suceden aglomerándose violentamente en la mente de la elfa: vestidos rectos, vestidos asimétricos, minimalistas, pomposos, sobrios, barrocos, cortos, largos, serios, divertidos, apagados, coloristas, brillantes, lisos, estampados, pesados, vaporosos...

La elfa coge aire. "Qué mareo. Mejor me llevo todo lo que tengo y algo habrá que encaje."

-Iré a hacer la maleta yo también... -dice algo estresada.

Eloril sonríe divertido al ver cómo te devanas la cabeza pensando en qué llevar.

 ¡Jajajajaja! Auriel, con cualquier cosa estarás fantástica, no necesitas ponerte nada pomposo ni caro - responde con franqueza - Yo también iré a preparar la maleta. Si necesitas algo estaré en casa siendo asesorado por Bernard.