Partida Rol por web

Al salir con Arthur y Axel os encontráis con toda una batalla campal. Varios de vuestros compañeros peleando contra más de un centenar de asesinos, quienes salían volando o caían inconscientes uno tras otro. Aun así algunos compañeros parecen tener problemas.

Más allá ves a un hombre del que emanan varios tentáculos oscuros, desprendiendo un enorme poder pero un tanto extraño... es como si estuviera vacío.

Junto a él está Eloril, armado con la katana del Espadachín Errante, haciéndole frente y cortando tentáculos uno tras otro y arrinconando a ese hombre. Cerca de ambos hay una figura femenina de agua, capturada por un sello en el suelo y envuelta en descargas eléctricas negras, sufriendo mucho. Y no lejos de ella, otra figura humana de tierra y ramas, con un sombrero de paja que te recuerda al sensei Silvan, tratando de alcanzar desesperadamente a la chica... pero está inmovilizado en el suelo.

La escena es cuanto menos dantesca. Una veintena de esbirros sale a vuestro encuentro, acompañados por un enigmático anciano vestido de bufón, y armado por unas garras.

 Vaya vaya, pero si es el discípulo de mi pequeña Akane... y vienes acompañado por un ladronzuelo y una preciosidad - te mira de arriba a abajo y pone cara de viejo pervertido - Oye, pequeña, ¿te importa si restriego un momento mi cara en tu busto?

Arthur observa serio a aquel anciano. Parece incluso preocupado.

 Naery... ten mucho cuidado con ese viejo... es Chen, un asesino muy famoso por asesinatos extremadamente sádicos y sangrientos... no me extraña que Akane sienta tanto miedo y repulsión hacia él... Prefiero que te encargues de los esbirros, no serán un problema para tu talento. Axel, voy a ayudarte con él.

 No. Éste es mío. Entiendo que quieras hacerlo porque hayas sido discípulo de Akane, pero esto es personal. Se ha atrevido a humillar y torturar a Saori.

 Pero... - Arthur ve la cara decidida de Axel, y finalmente suspira con una sonrisa - ¡Vale, todo tuyo! Me dedicaré a sacudir esbirros con Naery.

Arthur se coloca delante de ti para hacer de línea delantera y cubrirte de los esbirros.